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The Lancet Diabetes & Endocrinology: La Comisión Global propone una importante revisión del diagnóstico de obesidad, yendo más allá del IMC para definir cuándo la obesidad es una enfermedad.

  • Los enfoques médicos actuales para diagnosticar obesidad se basan en el IMC, que no es una medida fiable de salud o enfermedad a nivel individual. Esto puede dar lugar a diagnósticos erróneos, con consecuencias negativas tanto para las personas que viven con obesidad como para la sociedad en general.
  • La Comisión sobre Obesidad Clínica recomienda un nuevo enfoque, más detallado, que combine las medidas de grasa corporal -por ejemplo, circunferencia de cintura o medición directa de grasa- además del IMC para detectar obesidad y reducir el riesgo de una clasificación errónea.
  • Además, los autores introducen dos nuevas categorías diagnósticas de obesidad: ‘obesidad clínica’ (una enfermedad crónica asociada con disfunción activa de órganos debido exclusivamente a obesidad) y ‘obesidad preclínica’ (relacionada con un nivel variable de riesgo de salud, pero sin enfermedad en curso).
  • La Comisión pide que todas las personas que viven con obesidad reciban asesoramiento personalizado en salud y atención basada en evidencia, sin estigma ni culpabilización, con estrategias diferenciadas para la obesidad clínica y preclínica.

El trabajo de una Comisión global, publicado en The Lancet Diabetes & Endocrinology y respaldado por 75 organizaciones médicas a nivel mundial [1], presenta un enfoque innovador y detallado para diagnosticar obesidad, basado en otras medidas de exceso de grasa corporal además del índice de masa corporal (IMC), y en signos y síntomas objetivos de mala salud a nivel individual.

El objetivo de la propuesta es abordar las limitaciones de la definición y el diagnóstico tradicionales de la obesidad, que han obstaculizado tanto la práctica clínica como las políticas de salud, e impedido que las personas con obesidad reciban la atención que necesitan. Al proporcionar un marco coherente desde el punto de vista médico para el diagnóstico de enfermedades, la Comisión también tiene como objetivo resolver la disputa en curso sobre la consideración de la obesidad como enfermedad, que ha estado en el centro de uno de los debates más controvertidos y polarizadores de la medicina moderna.

El presidente de la comisión, el profesor Francesco Rubino, del King’s College London (Reino Unido), afirma: “La pregunta de si la obesidad es una enfermedad es errónea, porque presupone un escenario simplista de todo o nada, donde la obesidad es siempre una enfermedad o nunca lo es. Sin embargo, la evidencia muestra una realidad más compleja. Algunas personas con obesidad pueden mantener el funcionamiento normal de sus órganos y una salud general adecuada incluso a largo plazo, mientras que otras presentan signos y síntomas de una enfermedad grave de manera inmediata”.

“Considerar la obesidad únicamente como un factor de riesgo, y nunca como una enfermedad, puede negar de manera injusta el acceso a atención médica oportuna a las personas que están experimentando problemas de salud debido a la obesidad por sí sola. Por otro lado, una definición general de la obesidad como una enfermedad puede resultar en un sobrediagnóstico y a un uso indebido de medicamentos y procedimientos quirúrgicos, con el potencial de causar daño al individuo y costos desmesurados para la sociedad”.

«Nuestro replanteamiento reconoce la realidad matizada de la obesidad y permite una atención personalizada. Esto incluye el acceso oportuno a tratamientos basados en evidencia para individuos con obesidad clínica, como corresponde para las personas que padecen de una enfermedad crónica, así como estrategias de manejo para la reducción de riesgos para las personas con obesidad preclínica, quienes tienen un mayor riesgo de salud, pero no presentan enfermedad en curso. Esto facilitará una asignación racional de los recursos de atención médica y una priorización justa y médicamente significativa de las opciones de tratamiento disponibles.»

«Con más de mil millones de personas en el mundo que actualmente se estima que viven con obesidad [2], la propuesta de la Comisión ofrece una oportunidad para que los sistemas de salud a nivel mundial adopten una definición universal y clínicamente relevante de la obesidad, así como un método más preciso para su diagnóstico.»

El Dr. Ricardo Luna, Presidente Fundador y Miembro Honorario de la Sociedad Mexicana de Obesidad, destaca que México se encuentra entre los países con las tasas más altas de obesidad infantil a nivel mundial, y en la población adulta la prevalencia de obesidad también es significativamente elevada. «La obesidad, al igual que cualquier otra enfermedad, requiere de herramientas que permitan a los profesionales de la salud realizar un diagnóstico más preciso e individualizado”.

Los métodos actuales para diagnosticar la obesidad son ineficaces

Existe un debate continuo entre clínicos y responsables de políticas sobre el enfoque diagnóstico actual de la obesidad, el cual es propenso a la clasificación errónea del exceso de grasa corporal y a un diagnóstico equivocado de la enfermedad.

Parte del problema se debe a que actualmente la obesidad se define mediante el IMC, considerando un IMC superior a 30 kg/m² como indicador de obesidad en personas de ascendencia europea. También se utilizan puntos de corte de IMC específicos de cada país para tener en cuenta la variabilidad étnica del riesgo asociado a la obesidad.

Aunque el IMC es útil para identificar a personas con un mayor riesgo de padecer problemas de salud, la Comisión destaca que el IMC no es una medida directa de la grasa corporal, no refleja su distribución en el cuerpo y no proporciona información sobre la salud o enfermedad a nivel individual.

“Basarse únicamente en el IMC para diagnosticar la obesidad es problemático, ya que algunas personas tienden a almacenar el exceso de grasa en la cintura o en los órganos y alrededor de ellos, como el hígado, el corazón o los músculos, lo cual se asocia con un mayor riesgo para la salud que cuando el exceso de grasa se acumula debajo de la piel de los brazos, las piernas u otras áreas del cuerpo. Sin embargo, las personas con exceso de grasa corporal no siempre tienen un IMC que indique que viven con obesidad, lo que significa que sus problemas de salud pueden pasar desapercibidos. Además, algunas personas tienen un IMC alto y una alta cantidad de grasa corporal, pero mantienen funciones orgánicas y corporales normales, sin signos o síntomas de enfermedad activa”, afirma el Comisionado Profesor Robert Eckel, del University of Colorado Anschutz Medical Campus (EE. UU.).

Más Allá del Índice de Masa Corporal (IMC)

Aunque se reconoce que el IMC es útil como herramienta de cribado para identificar a personas que podrían estar viviendo con obesidad, los autores recomiendan alejarse del diagnóstico de obesidad basado únicamente en el IMC. En su lugar, proponen confirmar el exceso de masa grasa (obesidad) y su distribución en el cuerpo mediante uno de los siguientes métodos:

  • Al menos una medición del tamaño corporal (circunferencia de cintura, relación cintura-cadera o relación cintura-estatura) además del IMC.
  • Al menos dos mediciones del tamaño corporal (circunferencia de cintura, relación cintura-cadera o relación cintura-estatura), independientemente del IMC.
  • Medición directa de grasa corporal (por ejemplo, mediante un escaneo de densitometría ósea o DEXA), independientemente del IMC.
  • En personas con IMC muy elevado (por ejemplo, >40 Kg/m²), el exceso de grasa corporal puede asumirse de manera pragmática.

Dos nuevas categorías de obesidad: ‘obesidad clínica’ y ‘obesidad preclínica’

La Comisión también propone un nuevo modelo para el diagnóstico de obesidad basado en medidas objetivas de enfermedad a nivel individual.

Obesidad clínica se define como una condición de obesidad asociada con signos objetivos y/o síntomas de reducción de la función de los órganos, o una capacidad significativamente reducida para realizar actividades cotidianas estándar, como bañarse, vestirse, comer y mantener la continencia, debido directamente al exceso de grasa corporal. Las personas con obesidad clínica deben ser consideradas como pacientes con una enfermedad crónica activa y deben recibir un manejo y tratamiento adecuados.

  • La Comisión establece 18 criterios diagnósticos para obesidad clínica en adultos y 13 criterios específicos para niños y adolescentes, que incluyen:
  • Dificultad para respirar debido a los efectos de la obesidad en los pulmones
  • Falla cardíaca inducido por la obesidad
  • Dolor en las rodillas o caderas, con rigidez articular y reducción del rango de movimiento como efecto directo del exceso de grasa corporal sobre las articulaciones
  • Ciertas alteraciones en los huesos y las articulaciones en niños y adolescentes que limitan el movimiento
  • Otros signos y síntomas causados por la disfunción de otros órganos, incluyendo los riñones, las vías respiratorias superiores, los órganos metabólicos, el sistema nervioso, el sistema urinario y reproductivo, y el sistema linfático en las extremidades inferiores

La obesidad preclínica es una condición de obesidad con función orgánica normal. Las personas que viven con obesidad preclínica, por lo tanto, no tienen una enfermedad en curso, aunque tienen un riesgo variable pero generalmente elevado de desarrollar obesidad clínica y otras enfermedades no transmisibles (ENT) en el futuro, como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, ciertos tipos de cáncer y enfermedades mentales, entre otras. Por lo tanto, deben recibir apoyo para reducir el riesgo de desarrollar posibles enfermedades.

Las personas con obesidad necesitan una atención personalizada

El replanteamiento de la obesidad que hace la Comisión está diseñado para asegurar que todas las personas que viven con obesidad reciban el asesoramiento sanitario adecuado y atención basada en evidencia cuando sea necesario, con diferentes estrategias para la obesidad clínica y la obesidad pre-clínica.

Las personas con obesidad clínica deben recibir tratamiento oportuno y basado en evidencia, con el objetivo de recuperar o mejorar completamente las funciones corporales reducidas por el exceso de grasa corporal, en lugar de centrarse únicamente en la pérdida de peso. El tipo de tratamiento y manejo para la obesidad clínica, ya sea mediante cambios en el estilo de vida, medicación, cirugía, etc., debe basarse en una evaluación individual de riesgos y beneficios, y determinarse a través de una discusión activa con el paciente.

Las aseguradoras de salud en todo el mundo a menudo requieren evidencia de otras condiciones asociadas con la obesidad (por ejemplo, diabetes tipo 2) para ofrecer cobertura de terapias para la obesidad. Como una enfermedad crónica distinta en sí misma, la obesidad clínica no debería requerir la presencia de otra enfermedad para justificar la cobertura.

Las personas que viven con obesidad pre-clínica están en riesgo de desarrollar enfermedades en el futuro, pero no presentan complicaciones de salud actuales debido al exceso de grasa corporal. En consecuencia, el enfoque para su atención debe centrarse en la reducción de riesgos. Dependiendo del nivel de riesgo individual, esto puede requerir solo asesoramiento de salud y monitoreo a lo largo del tiempo, o tratamiento activo si es necesario para reducir los niveles de riesgo sustancialmente altos.

«Este planteamiento detallado de la obesidad permitirá aplicar enfoques basados en evidencia y personalizados para la prevención, el manejo y el tratamiento en adultos y niños que viven con obesidad, lo que les permitirá recibir una atención más adecuada, proporcional a sus necesidades. Esto también ahorrará recursos en el sistema de salud al reducir la tasa de sobrediagnóstico y tratamientos innecesarios», dice la Comisionada Profesora Louise Baur, Universidad de Sydney (Australia).

La Comisión involucró a 56 expertos de renombre mundial en una amplia gama de especialidades médicas, incluyendo endocrinología, medicina interna, cirugía, biología, nutrición y salud pública, representando a numerosos países y diversos sistemas de atención médica. Además, la Comisión incluyó a personas que viven con obesidad y consideró específicamente el posible impacto de las nuevas definiciones de obesidad en el estigma generalizado en la sociedad.

«Los estudios demuestran que la forma en que se suele hablar de la obesidad contribuye al estigma relacionado con el peso, lo que dificulta su prevención, manejo y tratamiento. El enfoque propuesto por esta Comisión puede ayudar a aclarar conceptos erróneos y a reducir el estigma. También instamos a mejorar la formación del personal sanitario y de los responsables de políticas públicas para abordar este problema,» señala Joe Nadglowski, defensor de pacientes y Comisionado de la Obesity Action Coalition (EE. UU.).

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En la CDMX el 74 % de la población adulta tiene problemas de sobrepeso u obesidad, por eso la importancia de invitarlos a participar en un estudio clínico

  • La obesidad se considera como uno de los principales problemas de salud pública en nuestro país.
  • El 74% de los adultos en la CDMX tienen problemas de sobrepeso, según la ENSANUT.
  • Al menos 68% de las personas que desean bajar de peso por sus propios medios, fracasan.
  • Estudio clínico en la Ciudad de México busca reclutar personas que deseen o necesiten bajar de peso.

En México se ha documentado que en las últimas dos décadas algunas de las comorbilidades asociadas con la obesidad, como diabetes e hipertensión, contribuyen en un gran porcentaje de mortalidad, discapacidad y muerte prematura en la población. Debido a esto, actualmente la obesidad es considerada uno de los principales problemas de salud pública en el país.

Según la Encuesta Nacional de Salud (ENSANUT 2018.2019) el 74% de la población adulta tiene sobrepeso u obesidad  y aunque han intentado bajar de peso por sus propios medios 68% de ellos fracasan en el intento, convirtiendo esta situación en un problema que comienza a sobrepasar a los servicios de Salud.

Ante este panorama y con la aprobación de COFEPRIS, un grupo de investigadores mexicanos están reclutando a mujeres y hombres que deseen participar en un estudio clínico con el objetivo de ayudarlos en un proceso de pérdida de peso.

El Estudio Clínico para evaluar la eficacia y seguridad en la pérdida de peso corporal y composición corporal en pacientes con sobrepeso con comorbilidades u obesidad” busca reclutar a 160 pacientes adultos de la Ciudad de México y zona conurbada con sobrepeso u obesidad, con o sin comorbilidades, que quieran o necesiten bajar de peso. A los participantes les incluye seguimiento médico mensual, tratamiento, estudios clínicos cada 3 meses, así como una guía alimenticia y recomendaciones de actividad física.

El tratamiento tiene una duración de 13 meses y busca demostrar la reducción de; peso corporal, Índice de Masa Corporal (IMC),  perímetro de cintura-cadera, glucosa, insulina, colesterol, hemoglobina glicosilada y triglicéridos

El estado general del paciente será monitoreado desde que ingresa al estudio y hasta un mes después de terminado el tratamiento. Para iniciar el proceso se realizarán estudios y  pruebas de seguridad para verificar la salud del paciente y saber si es candidato o no para entrar al estudio clínico.

El equipo de investigación de este estudio está conformado por médicos especialistas del Sanatorio San Francisco, liderados por el Dr. Alfonso Toriz (Director e investigador principal), el Dr. Leopoldo Pérez (subinvestigador), el Dr. David Barriel y la Dra. Silvia Guzmán (médicos evaluadores), quienes valorarán y proporcionarán la información necesaria para que los participantes decidan su ingreso de manera voluntaria.

El seguimiento del paciente, consultas subsecuentes y realización de estudios de laboratorio, no representarán ningún costo para los participantes y se realizarán en las instalaciones del Sanatorio San Francisco ubicado en Calle Cajeme No. 43, Col. Álvaro Obregón, alcaldía Venustiano Carranza en la CDMX.

Les invitamos a revisar algunos criterios básicos para participar en el estudio y puedan contribuir a que más personas combatan esta condición del sobrepeso y la obesidad.

Algunos criterios para ser candidato:

  • Hombres y mujeres entre los 18 y 65 años de edad que vivan en la Ciudad de México o zona conurbada.
  • Tener sobrepeso u obesidad con o sin comorbilidades y un IMC entre 27.5 y 45
  • Estar en posibilidad de ir a una cita mensual de seguimiento y acudir en tiempo y forma a sus análisis de laboratorio y gabinete.
  • En el caso de las mujeres No estar embarazada o tener deseos de embarazo en el próximo año y medio
  • No estar participando en otro estudio clínico
  • No consumir drogas.

Si desea más información y cumple con los criterios mencionados, puede comunicarse al teléfono 55 5552.0055 o vía whatsapp a los números

55 4884.1051 y 56 4157.4342, también puede enviar un correo a [email protected] y [email protected] manifestando el interés de formar parte de este estudio. La atención es de lunes a viernes de 9am a 6pm.

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Mexicanos pierden la batalla contra la obesidad y el sobrepeso: ENCUESTA

En su lucha por combatir el sobrepeso y la obesidad, los mexicanos pierden la batalla, ya que de los hombres y mujeres que intentaron bajar de peso durante la pandemia, solamente el 32% lo consiguieron, mientras que el 68% restante tuvo resultados momentáneos o fracasaron en su objetivo[i], manteniendo el alto riesgo que el exceso de peso tiene para su salud y calidad de vida, así lo reveló la encuesta “Hábitos de vida en la población mexicana, alimentación y su relación con el sobrepeso y la obesidad”, presentada por Allurion Technologies, empresa global líder en el combate de la obesidad.

En el marco del Día Mundial de la Obesidad, que se conmemora este 4 de marzo, el Dr. Antonio Spaventa, jefe del Departamento de Cirugía Bariátrica del Centro Médico ABC, destacó que acciones aisladas como la práctica de ejercicio y/o el seguimiento de una dieta sin el apoyo de un programa médico que ofrezca al paciente la estrategia más conveniente para lograr la reducción del peso, es una de las razones del porqué un número tan alto de mexicanos con sobrepeso y obesidad fallan en su intento por tener un peso saludable.

De acuerdo con la citada encuesta realizada en noviembre de 2022, donde participaron más de 1000 mexicanos de entre 18 y 65 años, del total de personas que han intentado y no han logrado reducir los kilos extras, sólo 9% considera consultar a un médico especialista en control del peso, siendo la búsqueda de un nutriólogo para obtener un plan alimenticio con 41% y la asesoría de entrenador físico para tener una rutina de ejercicio con 31%, las prácticas más utilizadas por los mexicanos para tratar de reducir su peso, seguido del ayuno intermitente y la terapia psicológica.

En conferencia de prensa, el Dr. Antonio Spaventa, precisó que la obesidad es una enfermedad de alto impacto para la salud, la cual actualmente afecta a más de 1000 millones de personas en todo el mundo, con un crecimiento exponencial estimado de 1900 millones de personas para el año 2035, de acuerdo con datos de la Federación Mundial de Obesidad.

Problema de salud pública en México, el sobrepeso y la obesidad afecta al 75% de la población adulta en el país de acuerdo con la ENSANUT 2018-19, siendo uno de los más altos índices poblacionales con esta condición de salud en el mundo. Pero eso no es todo, el 38% de los adolescentes y el 35% de niños en edad escolar también las padecen, limitando su salud y su sano desarrollo.

Si bien la encuesta revela que el 65% de las personas con sobrepeso y obesidad están preocupadas por su salud, el porcentaje de quienes logran llegar al peso óptimo, aun probando diferentes soluciones, sigue siendo muy bajo.

Ante este panorama, es fundamental contar con estrategias médicas innovadoras que contribuyan en la reducción exitosa del peso en personas con sobrepeso y obesidad, y más importante todavía, que eviten el desarrollo o la evolución de enfermedades asociadas como diabetes tipo 2, males cardiovasculares, cáncer, apnea del sueño, hígado graso, hipertensión arterial, colesterol elevado, entre otras complicaciones, expresó el también miembro del Colegio Mexicano de Cirugía para la Obesidad y Enfermedades Metabólicas.

Con el compromiso de ofrecer una solución eficaz, confiable y segura a todos los hombres y mujeres que no han logrado reducir su peso, desde el 2022 está disponible en México el Programa Allurion, un revolucionario modelo integral 360º de pérdida de peso, que combina el uso del único balón gástrico ingerible del mundo -que no requiere cirugía, ni endoscopia, ni anestesia para su colocación, y su extracción- junto con un programa de estilo de vida saludable, el cual ofrece seguimiento médico y nutricional personalizado, con apoyo de herramientas tecnológicas y digitales, explicó el Dr. Hernán Fraga, médico con subespecialidad en cirugía laparoscópica, bariátrica y metabólica.

Con más de 100 mil pacientes beneficiados en más de 60 países del mundo, este programa logra una reducción promedio del 10% al 15% del peso corporal total en aproximadamente 6 meses, así como prolongar el control del peso a largo plazo, enfatizó el también fundador de la Clínica MetabolikO en la Ciudad de México y Monterrey.

El procedimiento para la colocación del Balón Allurion – detalló el especialista- se realiza durante una breve consulta ambulatoria de alrededor de 15 minutos, donde con una previa evaluación aprobatoria y bajo la supervisión de un equipo multidisciplinario (médico, nutriólogo, psicólogo, entre otros), el paciente ingiere una cápsula que contiene el balón intragástrico unido a un delgado catéter. Tras confirmar mediante una primera radiografía que el balón se encuentra en el estómago, se llena con 550 ml de solución estéril y se verifica su correcta colocación a través de una segunda radiografía.

“A partir de ese momento, el espacio que ocupa el balón en el estómago inducirá la pérdida de peso al incrementar la sensación de saciedad, retrasar el vaciado gástrico y reducir la cantidad de alimentos ingeridos en cada comida. Y una vez transcurridas aproximadamente 16 semanas, el balón se vacía automáticamente y se evacúa de forma natural”, precisó el Dr. Hernán Fraga, también miembro de la International Federation for the Surgery of Obesity and Metabolic Disorders.

Con un sólido respaldo científico y tecnológico, el Programa Allurion provee a sus pacientes de herramientas digitales como la Báscula Conectada de Allurion, que registra datos como índice de masa corporal, peso y grasa en tiempo real; y el Allurion Health Tracker, que monitorea la actividad física y el sueño las 24 horas del día, los cuales se sincronizan con la Allurion App para mantener al paciente y al equipo multidisciplinario en contacto y poder alcanzar el objetivo de pérdida de peso.

Los especialistas coincidieron en la importancia de contar con innovaciones médicas que contribuyan a combatir la alta incidencia de obesidad y sobrepeso que presenta la población mexicana, ya que una disminución del 10% al 15% del peso corporal contribuye a reducir significativamente las comorbilidades asociadas como diabetes tipo 2[iv], hipertensión arterial, males cardiacos, por mencionar algunos.

Experiencia del Programa Allurion en México

Con una experiencia clínica de más de 1000 pacientes mexicanos beneficiados por el Programa Allurion a 12 meses de su llegada a México, este innovador programa viene a responder necesidades insatisfechas en los pacientes con sobrepeso y obesidad que no habían logrado llegar exitosamente a su peso adecuado, mencionó Andrés Pulido, Director Ejecutivo de Ventas para Allurion en Latinoamérica.

“Gracias a la confianza de los pacientes mexicanos, a los excelentes resultados obtenidos en la disminución del peso y a la estrecha colaboración por parte de médicos y profesionales de la salud, el Programa Allurion ha logrado eliminar cerca de 7,000 kilogramos totales en los más de mil pacientes mexicanos que decidieron participar en el mejor programa para bajar de peso en su clase”, especificó el ejecutivo de Allurion.

En México el Balón Allurion cuentan con la aprobación por parte de las autoridades sanitarias para su aplicación en personas con sobrepeso y obesidad, y desde su lanzamiento en el país en 2022 ha mostrado excelentes resultados en los pacientes mexicanos, con presencia en más de 35 clínicas certificadas, ubicadas en las principales ciudades del país como CDMX, Monterrey, Puebla, Guadalajara, Hermosillo, Chihuahua y Mérida.

Finalmente, Andrés Pulido anunció con beneplácito el reciente nombramiento de Allurion como “World Obesity Champion” por parte de la Federación Mundial de Obesidad, así como su integración como colaborador y patrocinador oficial del Día Mundial de la Obesidad 2023.

“Estamos entusiasmados de que Allurion se una a la Federación Mundial de Obesidad para crear conciencia sobre la obesidad y desarrollar soluciones de vanguardia para acabar con el sobrepeso y la obesidad en el mundo a través de la innovación y la tecnología”, declaró.

 

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Para bajar de peso no hay que contar calorías

Aurora Vargas

 Desde hace mucho tiempo un principio básico para cualquier persona que quiere bajar de peso es que todo cuenta y los especialistas en tema nos dice todas las calorías se deben de contar para poder llegar a nuestro objetivo.

“Sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista BMJ desafía la sabiduría convencional. En él se descubrió que los adultos con sobrepeso que eliminan los carbohidratos de su dieta y los reemplazaron con grasas lograron acelerar su metabolismo de manera notoria. Después de cinco meses a dieta, su cuerpo quemaba aproximadamente 250 calorías más al día que el de quienes llevaban una dieta rica en carbohidratos y reducida en grasas, lo que sugiere que restringir el consumo de carbohidratos podría ayudar a las personas a mantener la pérdida de peso con más facilidad”.

Aunque no es algo que ya se haya establecido, si es cierto que nutrir nuestro cuerpo con alimentos equilibrados nos hacen sentir mejor y disminuimos nuestro peso corporal.

 

 

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Subir de peso en diciembre y Día de Reyes pueden ser el paso del sobrepeso a la obesidad, advierten especialistas

Navidad, Año Nuevo y Día de Reyes son fechas que causan un desequilibrio en la dieta diaria, lo que, según datos del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) y de la Universidad Hipócrates, en Guerrero, puede llevar a las personas a subir de 3 hasta 10 kilos en esta temporada de fiestas decembrinas.

Para alguien que está en el límite, esos kilos de más significa traspasar la barrera del sobrepeso a la obesidad y acarrear serios problemas para la salud al favorecer el desarrollo de otras enfermedades como hígado graso, diabetes, hipertensión, trastornos del sueño y depresión, entre otras.

En México, según datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2021, 38% de la población infantil tiene sobrepeso u obesidad, y 75% de hombres y mujeres mayores de 20 años presentan sobrepeso u obesidad. La obesidad es una enfermedad con graves consecuencias a largo plazo, por lo que especialistas recomiendan evitar el alto consumo calórico en temporadas festivas como las de fin de año y en cualquier momento de la vida cotidiana.

El doctor Ernesto García Rubí, miembro de la Sociedad Mexicana de Nutrición y Endocrinología, dijo que la variedad de platillos en la época decembrina y posteriormente la rosca de reyes que por lo regular se acompaña con chocolate, además del consumo de bebidas alcohólicas representan un alto aporte de calorías que se convierten en grasa abdominal.

“En la cena de Nochebuena y el llamado recalentado de Navidad, así como en Año Nuevo, las personas pueden llegar a consumir 6 mil calorías, es decir 50% o más de la ingesta calórica diaria recomendada según el género, edad y talla de cada persona, lo que para algunas personas puede ser el paso del sobrepeso a la obesidad”, comentó el también médico internista Ernesto García.

Agregó que en México está aumentando el número de personas que, debido a su obesidad o sobrepeso, ya padecen diabetes lo que complica su estado de salud, por lo que en las fiestas decembrinas las personas con niveles altos de azúcar en la sangre deben moderar el consumo de alimentos y bebidas, y seguir al pie de la letra su tratamiento para mantener el control de su enfermedad.

En ese sentido, el doctor Víctor Huggo Córdova Pluma, consejero emérito del Consejo Mexicano de Medicina Interna, destacó la importancia de reconocer y tratar a la obesidad como una enfermedad, que requiere de la intervención de distintas especialidades médicas e incluso de terapia farmacológica como cualquier otro padecimiento crónico.

Finalmente, los especialistas médicos comentaron que la mejor forma de evitar subir de peso en las celebraciones de fin de año, es no saltarse comidas, consumir porciones pequeñas de alimentos si se quiere probar distintos platillos, evitar el abuso en bebidas alcohólicas, realizar actividad física y en casos necesarios, acudir al médico para una valoración individual y un tratamiento adecuado.

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La epidemia de la obesidad, México ocupa el 2° lugar mundial

Este 4 de marzo se conmemora el Día Mundial contra la Obesidad y es una oportunidad para recordar las afectaciones que este problema de salud pública acarrea a la población y cómo es posible combatirla.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad ha alcanzado proporciones epidémicas a nivel mundial, se estima que desde 1975 esta enfermedad se ha triplicado, tanto que en 2016 incrementó a 1900 millones de adultos y 340 millones de niños y adolescentes.

Mientras que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), ha detectado que, por primera vez en la historia del mundo, la población con exceso de peso superó a quienes están desnutridos.

¿Qué es la obesidad?

El sobrepeso y la obesidad se padecen cuando existe un exceso de acumulación de grasa que puede acarrear otras enfermedades crónicas que son factores de riesgo para la salud, como son la diabetes, la hipertensión arterial, las enfermedades cardiovasculares, apnea del sueño y el cáncer.

Puede provocar, además, trastornos mentales o estados depresivos de diferente magnitud derivados de un elevado peso.

La obesidad en el mundo

Actualmente, 800 millones de personas viven con la enfermedad, y millones más están en riesgo.

Se calcula que las consecuencias médicas de la obesidad costarán más de un billón de dólares para el 2025, y se espera que la obesidad infantil aumente en un 60 por ciento en la próxima década, alcanzando los 250 millones en 2030.

De acuerdo con la OMS, cada año mueren, como mínimo, 2.8 millones de personas a causa de la obesidad o el sobrepeso.

En tanto, especialistas consideran que el incremento en la obesidad y sobre peso se encuentra estrechamente relacionado con los hábitos alimenticios, el consumo de comida chatarra y la vida sedentaria de las grandes urbes.

La crisis de obesidad en México

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2021, en México el 74.1 por ciento de la población adulta y 38.2 por ciento de la población infantil tienen sobrepeso u obesidad, cifras que irán en aumento durante los próximos años ya que el 34 por ciento de los mexicanos ha subido de peso durante la pandemia.

En los últimos dos años los mexicanos aumentaron su peso durante la pandemia un promedio de 8.5 kilos por persona, la cifra más alta comparada con otros países reveló el estudio ‘Las implicaciones del COVID-19 en nuestra dieta y salud’.

México es actualmente detrás de Estados Unidos el segundo país del mundo con mayor índice de personas obesas, y es el primer país del mundo con niños que padecen sobrepeso.

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Factores que favorecen la obesidad en las mujeres mexicanas

Te has preguntado ¿por qué las mujeres son uno de los principales sectores de la población con mayores problemas de sobrepeso y obesidad?

La más reciente Encuesta Nacional de Salud y Nutrición señala que la obesidad y el sobrepeso afectan al 76.8% de las mexicanas versus 73% de los hombres.

“La obesidad es multifactorial, interviene la genética, los hábitos, las enfermedades, el estilo de vida, pero las hormonas juegan un papel determinante”, afirma la ginecóloga Violeta Sánchez, de Neoclinic.

La también especialista en cirugía laparoscópica y en terapia bioregenerativa con láser explica que los desequilibrios hormonales favorecen el incremento de estrógenos, hormona relacionada con el incremento de grasa corporal.

“Recientes investigaciones arrojan que existen factores externos que generan desequilibrios hormonales y promueven la producción de estrógenos. Las mujeres son las más afectadas por los cambios hormonales que enfrentan a lo largo de su vida”, agrega la doctora Esmeralda Bastidas, directora de Neoclinic y experta en medicina regenerativa y antienvejecimiento.

FACTORES EXTERNOS QUE “ENGORDAN”

Entre los factores externos que favorecen los desequilibrios hormonales, de acuerdo con las doctoras Violeta Sánchez y Esmeralda Bastidas, están:

  1. Alimentos

La industria ganadera y avícola utiliza alimento adicionado con hormonas para acelerar el crecimiento de los animales, que al ser consumidos terminan dentro nuestro organismo, generando desequilibrios.

“También los conservadores, utilizados en alimentos procesados, producen xenoestrógenos que imitan el efecto de los estrógenos, desequilibrando el sistema y por lo tanto favoreciendo la generación de grasa”, indica la doctora Sánchez.

  1. Azúcares

“Las azúcares refinadas incrementan la insulina, que en exceso afecta al sistema hormonal”.

  1. Tratamientos para el embarazo

“Algunas mujeres, para lograr un embarazo, son estimuladas hormonalmente, con los consecuentes desequilibrios”.

Si, además, puntualiza la ginecóloga, durante el embarazo se desarrolla diabetes gestacional o se enfrenta desnutrición, el bebé nacerá con predisposición a la obesidad, diabetes, síndrome metabólico e hipertensión.

  1. Plásticos y desodorantes

“Los plásticos y los desodorantes estimulan la producción de xenoestrógenos”, subraya la doctora Sánchez.

  1. Estrés

“El estrés favorece la producción de cortisol, hormona que nos llena de energía, pero que en exceso oxida las células y desequilibra al resto.”, puntualiza la doctora Esmeralda Bastidas, miembro de la American Academy of Anti Aging Medicine (A4M), sociedad de medicina antienvejecimiento y regenerativa.

Además, agrega, el estrés es el responsable del 60% de la manifestación de enfermedades genéticas o adquiridas, como la obesidad.

  1. Las pantallas

Muchas personas duermen con los monitores de la televisión, computadora, tablet o teléfono encendidos.

“Esta luz altera los ciclos circadianos del sueño y por lo tanto también a las hormonas”, indica la doctora Esmeralda Bastidas, también maestra en Nutrición Ortomolecular por la Sociedad Española de Nutrición y Medicina Ortomolecular (SENMO).

Durante el sueño, explica, se produce la melatonina y la hormona del crecimiento. La melatonina se comienza a secretar en la oscuridad y tiene una función antiinflamatoria, reduciendo el daño de tejidos.

Además, favorece la liberación de la hormona del crecimiento, la cual en el adulto mejora la calidad ósea, muscular, de la piel y promueve la reducción de la grasa.

“Cuando este ciclo no se cumple se generan desequilibrios hormonales”.

  1. El COVID

“Para defenderse del COVID, nuestro organismo genera en grandes cantidades cortisol, hormona que también desinflama las células de los tejidos dañados. El problema es que el exceso de su producción desequilibra al resto”, explica la doctora Esmeralda Bastidas.

CONSECUENCIAS MÁS ALLÁ DE LA OBESIDAD Y EL SOBREPESO

Coinciden las especialistas que el desequilibrio hormonal, además de sobrepeso y obesidad, genera otro tipo de problemáticas:

  •         Afectaciones a la vida sexual (baja de líbido, sequedad y dolor a la penetración)
  •         Mayor propensión a cáncer (seno)
  •         Pubertad y menopausia precoz
  •         Ansiedad y depresión

3 NUEVAS HERRAMIENTAS PARA LOGRAR EL EQUILIBRIO HORMONAL

“Por años, dieta y ejercicio han sido la solución a la obesidad, sin embargo, muchas pacientes a pesar de esforzarse no logran resultados y se sienten muy frustradas”, indica la doctora Violeta Sánchez.

De ahí que, coinciden las especialistas, lo importante es resolver el problema de raíz.

Actualmente existen tres herramientas muy novedosas para lograr un equilibrio hormonal:

  1. Neochip

El NEOCHIP está elaborado con hormonas naturales sintetizadas del camote, tubérculo que se caracteriza por poseer hormonas bioidénticas a las humanas.

Este es personalizado, con la cantidad y tipos de hormonas que cada mujer necesita. Se implanta en la nalga u otra área del cuerpo, es imperceptible y de acción prolongada (hasta 7 meses).

  1. Cremas

En el mercado han surgido cremas hormonales que se pueden colocar en áreas de la piel sensibles y de fácil absorción (atrás de la rodilla o vía intravaginal). Y lo mejor es que no se tiene que procesar a través del estómago y el hígado.

  1. Neodrips

Nacidos de la medicina ortomolecular, surgen sueros como el Lose Wright que contiene nutrientes que ayudan a equilibrar las hormonas y por consiguiente a eliminar grasa, reducir la ansiedad y ayuda a que el metabolismo funcione de manera correcta.

“Estas tres herramientas, indicadas por un médico especialista y complementadas con un estilo de vida saludable, no sólo coadyuvarán al control de peso, también reducirán los niveles de ansiedad o depresión, mejorarán la vida sexual, pero sobre todo les devolverán su seguridad y energía vital para alcanzar sus sueños”, concluye la doctora Esmeralda Bastidas.