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ABANICO/ Trasfondos del acaparamiento

Por Ivette Estrada

En algún momento, todos somos o fuimos víctimas del acaparamiento, de ese deseo inexplicable por coleccionar y aferrarnos a ciertos objetos sin importar su utilidad y valor.

No sólo son reliquias almacenadas como parte de nuestra historia y recuerdos. A veces son objetos tuvieron un impacto efímero en nuestra vida o regalos fortuitos que preservamos sin discernir entre su utilidad o valor. Son las “cosas especiales” que guardamos para ocasiones extraordinarias, hasta que se deterioran o caducan.

¿Qué subyace en nuestro inescrupuloso afán de preservar cosas, a veces inservibles? Es un fenómeno muy extendido al grado de conformar lo que llamamos “el trastorno del acaparamiento” que posee entre el dos y el seis por ciento de los adultos de economías tanto desarrolladas como emergentes.

Si. No se trata de un afán de sobrevivencia, como la acumulación de objetos de primera necesidad, como ocurrió en la pandemia mundial del Covid-19. Tampoco tiene que ver con el nivel socioeconómico del acaparador, sino de su incapacidad de categorización que parece incrementarse después de los 55 años.

La imagen popular del “viejo tacaño” es una noción antiquísima del fenómeno de guardar por guardar.

¿Eres un acaparador?

Todos solemos guardar infinidad de cosas, pero existen distintos grados de acumulación: tolerante al desorden, coleccionista y acaparador.

Los coleccionistas eligen selectivamente lo que desean. Cada adquisición tiene intención y aprecio.

Las personas tolerantes al desorden pueden usar el método de «apilar» para almacenar artículos que aún no “procesan».

Los acaparadores, en cambio, están emocionalmente atados a su desorden y sufren de una incapacidad para distinguir lo que es «basura» o un «tesoro”.

A esta clasificación clásica agregaría la de los previsores: guardar por si se llega a ofrecer alguna vez.

¿En qué momento nos volvimos acaparadores? De repente pasamos por esta espiral de especialismo, donde algo que comenzó bastante ordinario se convierte en un poco más extraordinario, y al final lo guardamos para ocasiones especiales…que pueden no llegar nunca.

Existen ciertas cosas hacia las que comenzamos con un apego emocional. Sin embargo, al no usarlo, pero no solo ignorarlo, sino casi conscientemente no usarlo, lo convierte en suntuarios. Muchas veces, terminamos con cosas en nuestra casa que no tenían significado al principio, pero el no consumo las vuelve objetos de culto.

Acaparamiento en la era digital

Actualmente hay dos tipos de acaparamiento: el físico y el digital.

Y cuantas más cosas tenemos, ya sean cosas físicas o digitales, más tiempo tardamos en poder eliminarlas y más desalentadora se vuelve la tarea.

El objeto físico o virtual es una metáfora del tiempo. Confinamos pasado, lo que fuimos, los momentos y personas, las emociones. Pero también lo que anhelamos: la postergación de la felicidad, aquellos en lo que nos convertiremos, los momentos que deseamos. En cualquier caso, la acumulación da cuenta de trastornos de depresión/pasado y de ansiedad/futuro.

Contrarrestar la acumulación puede generarse a través del mindfulness o vivir en el momento presente, a través de la meditación, con lo que se desarraigará la incapacidad de clasificación.

Debemos pensar en la gestión de nuestras posesiones físicas o digitales. Es importante estar emocionalmente apegado a las cosas en nuestras vidas, pero a veces eso puede ser abrumador. Los objetos ordinarios pueden convertirse en tesoros percibidos, incluso cuando no lo son. Y podemos imbuirlos de tanto significado que llenamos nuestros espacios con cosas que nunca usamos.

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ABANICO/ Sombras y rencuentro

Por Ivette Estrada

No es la soledad, es el aislamiento y la imposibilidad de conectar con nosotros lo que nos remite a una sociedad llena de ansiedad y depresión. Es el confinamiento real y emocional de quiénes somos el que nos afecta, es la falta de “nosotros” mismos lo que inhibe la autoexpresión de quienes somos, la falta de soliloquios lo que nos remite a nulificar nuestras propias expresiones y a olvidar las misiones de vida construidas desde nuestra verdad y auto trascendencia.

Cuando quedamos desarraigados de nosotros mismos e impedimos que nuestra propia voz aflore, el sentido de la vida se diluye y hace tambalear nuestros credos, sentidos de pertenencia y valores. Quedamos fuera de todo, incluso de nosotros, porque nos desconocemos.

Vivimos hoy una silenciosa pandemia, la de la enfermedad mental. Y junto con ella existen arraigados estigmas, distancia y falsa de recursos para buscar ayuda psicológica. Nos hundimos en el silencio más denso: la propia auto ignorancia y, por ende, auto incomprensión.

La amenaza entonces está latente: Una de cada cinco personas a nivel mundial padece ansiedad y depresión, males que causan descensos de la productividad hasta en 28.7% cada día. Son enemigos que no pueden mantenerse ignorados. Asesinos silentes que deben desbaratarse…

Soluciones

La solución más pragmática en estos momentos es la telemedicina: empleo de plataformas que permiten a las personas conectarse con profesionales de la salud mental desde cualquier lugar. Son soluciones de alta demanda. En 2023, las consultas psicológicas aumentaron 300% y representaron más de un tercio de las demandas de salud a distancia.

Daniel Silberman, fundador de Mediclic, firma experta de salud a distancia, asegura que las mujeres son el grupo que más solicitó consultas psicológicas (65%), mientras de los 18 a los 30 años el grupo de edad con mayores demandas en esta especialidad médica (36%), seguido por el grupo de 41 a 50 años, quienes reportan el 31% de la demanda.

Los estragos de la salud mental en el área profesional son muy bastos: desigualdad y discriminación al no ser considerados para nuevos proyectos y responsabilidades, lo que incidirá en trabas al crecimiento profesional y limitará la autoestima.

También incapacita procesos de creación e innovación y la enfermedad mental se convierte en una de las más incapacitantes en el ambiente laboral. Esto al inhibir procesos de comunicación efectiva, asertividad, manejo adecuado del tiempo y otras habilidades blandas o eminentemente humanas como aconsejar y negociar.

Mejorar la salud mental en el entorno laboral implica promoverla, capacitar e informar, proporcionar recursos y apoyos como puede ser la inscripción a servicios de telemedicina. Las sesiones de meditación, pausas activas, sesiones de resolución de conflictos y manejo del estrés, por ejemplo, se brindan a través de plataformas como Mediclic.

Sin embargo, ¿cuáles son las soluciones de fondo?, ¿en qué momento ahogamos nuestra voz interna y nos perdimos en un mundo de luces falsas y estereotipos?, ¿cuándo nos olvidamos de quiénes somos y fuimos en pos de roles para justificar nuestra existencia?

En un mundo maniqueo, superficial y hedonista, nos perdimos en las sombras y ahora andamos a pasos acelerados en busca de estereotipos impuestos de lo que vale y es digno de emulación, aunque no corresponda a nuestros verdaderos credos y conceptos de valía, o nos refugiamos en un pasado romantizado y roro, extinto.

Es momento de asumir nuestro auto reconocimiento de los seres que somos, de lo que en este momento vivimos, de desarraigar juicios falsos de nosotros y otros antes de conectar con los demás. Es momento de rencontrarnos.

Los caminos más sencillos son la meditación, el soliloquio, la oración y la capacidad de escrudiñar quiénes somos. Escribir puede ser un camino de autosalvación contra los fantasmas internos, la incomprensión y la locura que cobijan las dudas, ansiedad, depresión y el propio estrés. Es momento de reencontrarnos.

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ABANICO/ Cuentos perniciosos

Por Ivette Estrada
La cultura popular se muestra a través de los aforismos, costumbres y cuentos. Es la sabiduría ancestral de boca en boca que puede transmitir valiosos mensajes o mitos peligrosos. Un cuento en particular, “La Cenicienta”, es un cúmulo de errores atribuidos al amor romántico.
El mensaje es simple y altamente pernicioso: una mujer es rescatada por un príncipe que se enamora a primera vista de ella y viven felices para siempre.
El cuento se ha reinventado infinidad de veces a través de relatos absurdos, como la hollywodense Mujer bonita protagonizada por Julia Roberts y Richard Gere. La cenicienta en este caso es una prostituta. En esta narrativa el mensaje se reduce a que la mujer debe ser bella para enamorar a un príncipe o millonario y terminar con los problemas y carencias. El hombre aparece como salvador, la mujer como alguien sin valor propio ni ideales ni nada: sólo alguien a la espera de que alguien le de significados a su vida y la lleve a escenarios idílicos y de disfrute como un centro comercial.
En este cuento pueden converger distintos mitos, pero uno relevante es que el valor de la mujer se circunscribe a que un hombre la ame y rescate de su mediocridad, limitaciones y vida anodina.
Es asumir que la mujer carece de alas para volar y está imposibilitada a conseguir lo que quiere sin necesidad de un embaucado que le dé todo, incluso respetabilidad.
También finca un peligrosos precedente: el amor como un regalo fortuito y no como una construcción. La movilidad social como parte de un personalísimo circo efectuado por el hombre, de ese remedo de héroe que hará justicia a la belleza ignorada, a la pobreza e incuria. El salvador que tiene el don de transformar en oro lo que toca.
Sin embargo, este mundo no se rige por un concepto de amor como mercancía y moneda de cambio. No es la transacción de belleza por comodidades, no es la prostituta un papel idílico.
¿Y qué hay de la movilidad social? Si es inexistente el credo de tener mejor vida sólo por concluir los estudios universitarios, es una falacia muy peligrosa asumir que la mujer, un grupo minoritario y poco representado en la C-suite, logrará un papel protagónico de liderazgo cuando sea elegida por un hombre como fruto del azar. Entonces cambiará su vida.
Y tras esa mentira, la capacitación, alfabetización digital y fortalecimiento de habilidades blandas y eminentemente humanas queda desdeñado. El amor ficticio, superficial, plástico y consumista sustituye al aprendizaje continuo como conjuro a la obsolescencia.
Los cuentos malvados nos obligan a cerrar los ojos a las trabas reales e inimaginadas de la movilidad social: ser mujer, proceder de un medio rural, tener la piel obscura, ser muy joven o muy viejo…
Ya se sumarán en el camino otros obstáculos de discriminación y rechazo. Todos aquellos que cuestionan el papel mágico de la Cenicienta: la pordiosera en búsqueda del príncipe, la falacia de amor eterno fortuito, el mito endilgado a una mujer desde siempre: el marido es lo único que como mujeres podemos conseguir para valer y ser.
Creo que por asumir infinidad de roles que convierten al hombre en su semi dios, el pato Donald salió huyendo de Disney. Es un fardo muy pesado el credo de ser todopoderoso y regir los designos del mundo.

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ABANICO/ En busca de un nuevo liderazgo

Por Ivette Estrada

Un nuevo año enfatiza grandes cambios estructurales y de gestión empresarial. Así, el impacto digital establecerá nuevos roles en áreas cruciales como marketing, operaciones, logística y y ventas.

En general existen líneas borrosas o falta de delimitación entre algunas funciones trascendentales como mercadotecnia y ventas, lo que implica que la compañía aún no logra desarrollar el liderazgo que se necesita y, más riesgoso aún, la firma ignora cómo puede proteger su reputación y marcas.

En la continua difuminación de roles y responsabilidades, asimismo, aparecen la prevalencia de la tecnología, aumento de las expectativas de los clientes y predominio del capital privado que concentra más responsabilidades en menos líderes.

Por lo tanto, a menudo se tiende a combinar responsabilidades en torno al marketing y las comunicaciones digitales e incluso las ventas bajo un solo líder. Esto para que esa persona sea realmente el punto de contacto para todos los problemas, preocupaciones y desafíos en el futuro.

Cuando el consumidor exige muchas más cosas de una marca, las líneas de comunicaciones, marketing, ventas, estrategia y digital tienden a diluirse o, visto de una manera más simple, a concentrarse y formar un boque indiferenciado.

De manera simultánea, aparecen más presión sobre las organizaciones para que tomen posiciones sobre temas sociales. Todo esto crea confusión acerca del líder que requiere una organización. ¿Optamos por un campo de especialización específico o nos fijamos en capacidades de liderazgo que engloban distintas funciones?

Decidir implica reflexionar sobre el panorama actual de los negocios.

Sabemos que, en este momento, los consumidores toman más decisiones basadas en los valores de la empresa y en los problemas sociales sobre los que se posicionan. Esa perspectiva se convierte en un sello con el que se presenta la compañía ante sus públicos. Entonces, se requiere un líder con compromiso social, ambiental y de buen gobierno (ESG por sus siglas en inglés).

Todos estos cambios implican la búsqueda de un liderazgo, no de un área determinada. Se requiere la capacidad de gestionar un equipo muy diverso con una amplia gama de habilidades. Transitamos de una funcionalidad específica y puntual con dominio de ciertas habilidades al de un impulsor de resultados de sus equipos de trabajo.

Es decir, transitamos del experto en un área específica que resuelve hoy a una persona inteligente y ágil, capaz de resolver las disrupciones del mañana. Ante esta metamorfosis de nuestra era, los líderes empresariales buscan agilidad, habilidades de liderazgo y perspicacia empresarial.

Buscan, en suma, quien podrá resolver los problemas de hoy pero también adaptarse a las necesidades y expectativas del futuro.

Así, la demanda empresarial se centra en un profesionista con un alto cociente emocional, mente abierta y capacidad de escuchar. Aunque parezca increíble, las habilidades blandas o esencialmente humanas con las de mayor demanda presentan ahora en el mercado laboral.

Este es el perfil de liderazgo que logrará salvar la disyuntiva de centrarse en puestos de mercadotecnia, ventas, omnicanalidad, comunicación o branding. La capacidad de cohesionar diversas especialidades y catapultar talentos diversos es la única que podrá sortear los nuevos

 

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ABANICO/ Radiografía de la resiliencia

Por Ivette Estrada

La resiliencia es la capacidad más demandada en los círculos empresariales, pero también el don que nos permite redescubrir nuestras posibilidades y fuerzas.

Después de una gran disrupción, hay quien perece y otro, en la misma circunstancia, se levanta y se vuelve más fuerte. La diferencia entre ambos es su resiliencia o capacidad no solo de recuperarse rápidamente de una crisis, sino también de prosperar.

Recuperarse de la adversidad es uno de los viajes de desarrollo personal más importantes que podemos tomar. Y lo mismo ocurre en las empresas: tras la pandemia mundial de Covid 19 muchas firmas quebraron. Otras se transformaron, incursionaron en nuevos mercados y contra todo pronóstico crecieron.

La resiliencia no es una “varita mágica” que poseen los afortunados. Implica algo más que la capacidad de recuperarse rápidamente. Significa lidiar con la adversidad y las perturbaciones, pero también adaptarse continuamente para el crecimiento. Las organizaciones verdaderamente resilientes no solo se recuperan mejor; De hecho, prosperan en entornos hostiles.

En el pasado, la gestión de riesgos de los líderes empresariales se centraba en un pequeño número de riesgos bien definidos, principalmente financieros. Ahora, el riesgo incluye presiones ambientales y de salud pública, incertidumbres sociales, tensiones geopolíticas, además de las volatilidades financieras a las que siempre se enfrentaron.

Por ello la resiliencia es fundamental para el progreso estratégico de las organizaciones, y las áreas de resiliencia más importantes son la digital, tecnología, finanzas y operaciones.

Ahora, un elemento crucial en la resiliencia es la agilidad. La toma de decisiones dinámica o practicar la calma deliberada, un enfoque para aprender y liderar con conciencia y elección intencional son dos de las capacidades indispensables.

Ahora, en la creación de resiliencia existen seis dimensiones clave. Estos son el modelo de negocios, reputación, organización, operaciones, tecnología y finanzas.

En el modelo de negocio las organizaciones deben desarrollar métodos de entrega sistemáticos, incluidos productos analíticos, sesiones informativas o ejercicios de escenarios, para guiar la toma de decisiones y la planificación rápidas.

La reputación, por su parte, se nutre de la alineación interna en torno a las operaciones en mercados geopolíticamente sensibles. Las organizaciones necesitan saber qué defienden y a qué se oponen..

Organización. Implica estructuras de gobernanza inclusivas y diálogos abiertos y honestos. Esto puede contribuir a mantener la cohesión cultural y un espíritu mundial.

Por otra parte, para salvaguardar y fomentar la resiliencia operativa, las organizaciones deben centrarse en proteger y pivotar las cadenas de suministro.

Tecnología, en parte, implica blindarse de los ciberataques hasta el despliegue de nuevos equipos tecnológicos en todos los mercados.

Finanzas, finalmente, implica asumir que los riesgos financieros, riesgos cambiarios y de sanciones, evolucionan y deben ser monitoreados de manera continua.

Esos seis órganos conforman la resiliencia. Las acciones en cada uno de ellos presentan incidencias fuertes y directas que permiten fortalecerse tras una crisis. Si cada una de estas áreas la trasladamos a un ser humano tendríamos el modelo de negocios como la forma de acciones y decisiones que tenemos, la reputación de la imagen que tenemos ante la opinión pública, operaciones como decisiones, tecnología como la adopción y manejo de las nuevas tecnologías y finanzas sobre nuestra capacidad de operación sustentable en diversas áreas.

Esa es una somera radiografía del donde resiliencia en ti mismo y en las empresas.

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ABANICO/ El Principio

Por Ivette Estrada

Hoy es el primer día. Inicia una era de realizaciones y de construcciones felices. Comienza un ciclo en el que decidimos ser mejores que antes, que tratamos de aportar al crecimiento de otros aunque nuestras fuerzas sean exiguas y los recursos parcos. Hoy nos asumimos como grandes seres con una misión.

¿Por qué? Porque Navidad representa la oportunidad. Porque es un recuerdo fehaciente de que podemos impulsar los cambios que queremos en el mundo, escribir los libros que deseamos leer, generar las obras que nos gustaría tener. Porque aunque el cinismo nos haya cegado muchas veces, debemos entender que las enormes transfiguraciones en el mundo inician con nosotros y nuestra percepción.

No podemos incidir en el curso de la historia y las grandes irrupciones que testificaremos a lo largo de la vida, pero si la manera de abordarlas y las actitudes y decisiones que generaremos. No esperaremos cambios en otros, sino en lo que hoy somos. Debemos crear una reinvención de nuestras capacidades y extender los dones. Hoy podemos iniciar una espiral ascendente hacia el aprendizaje continuo.

Que en nuestros grandes soliloquios aparezca la noción de cómo podemos servir a los demás, de qué manera podemos aportar valor a otros, en qué formas podemos incidir en que todos tengan otras visiones de su propia capacidad y valor.

Navidad es principio. El origen de una mejor versión de nosotros mismos. La etapa en la que cerramos viejas rencillas y nos abocamos en el perdón por nuestros errores. Cesa la condena a los yerros. Inicia la oportunidad de transformar lo que no queremos y apuntalar esperanzas.

Inicia la etapa más venturosa y feliz. ¿La fecha es arbitraria? Tal vez, pero también convenientemente significativa. Es lunes, inicio de semana laboral, pero más determinante aún: es Navidad. Nace en la memoria y emociones el Gran Maestro.

Su enseñanza fue el Amor. Si el Antiguo Testamento nos condenó al sufrimiento y temor de Dios, un Jesucristo sabio sólo nos dio un mandato: Amar a los otros como a nosotros mismo, como Él nos ama.

Eso es altamente revelador. Es el permiso divino para el amor propia, para fortalecer la autoestima, para creernos seres capaces de emprender rutas de fortuna, pero también de amor a otros sin restricciones. Estamos hechos con polvo de estrellas.

Y uno de los rostros más “terrenales” y asequibles del amor es el servicio.

Entonces el planteamiento resulta sustancial: ¿cuáles de mis capacidades, destrezas y dones pueden servir a los demás?, ¿cómo puedo enriquecer la vida de los otros, lograr que tengan una visión más benigna de si mismos, facilitarles la vida, ayudarles a descubrir caminos?

Navidad es un permiso ancestral para transformar y aspirar a grandes y trascendentales cosas, es el momento idóneo para poderle implorar al Creador de la vida y de todo: Señor, permíteme ser una llama siempre viva, una lámpara encendida.

Y el Señor no con un tinte segregasionista de género, sino como el símbolo eterno de respeto con el que uno invoca lo más grande, con lo que emerge la noción de Divinidad.

Y aspirar a ser luz es clamar por encontrar nuestro propio significado de vida y, en el camino, lograr que otros encuentren respuestas y se sepan relevantes con la misión de vida que decidan.

Feliz inicio de vida. Feliz nacimiento de semillas de cambio y bondad. Hoy es el momento de decidir ser felices.

 

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ABANICO/ Las 10 tendencias de comunicación

Por Ivette Estrada

La comunicación es parte esencial de la gestión y tiene un relevante rol en dar a conocer y alinear los objetivos de cada colaborador y puesto de trabajo a la misión corporativa. También traza, de manera fidedigna, las prioridades corporativas.

Según el Latin American Communication Monitor (LCM), el estudio científico más prestigioso en América Latina sobre comunicación estratégica y relaciones públicas, estas acciones marcarán las tendencias de comunicación en los próximos años:

  1. Las acciones sobre la diversidad, equidad e inclusión (DEI) refuerzan la confianza de los stakeholders. DEI se consolida como parte esencial de la gobernanza y tiene implicaciones directas en las políticas corporativas de confianza y credibilidad. Más aún, ya es parte sustancial de los informes anuales y un punto imprescindible en la consolidación del talento.
  2. El liderazgo empático aumenta el compromiso, mejora la salud mental y disminuye la rotación laboral. No se trata solamente del cumplimento de una Norma, es un elemento esencial que asegura el compromiso de colaboradores y empleados y marca el nivel de innovación, adopción de nuevas tecnologías, grado de omnicanalidad y otras métricas sustanciales para el crecimiento de mercado.
  3. La digitalización (CommTech) tendrá un impacto transformador en la profesión y los métodos de trabajo. La adopción tecnológica no tiene retroceso. Acaparará el trabajo más rutinario para generar enriquecimiento en tareas sustanciales que generen diferenciación y personalización de productos y servicios.
  4. Los beneficios de usar CommTech de diferentes maneras superan ampliamente sus posibles inconvenientes y riesgos. Para ello se necesita analizar en qué áreas específicas puede empezar a implementarse en lugar de hacerlo de manera genérica y carente de métricas.
  5. La consultoría externa en comunicación representa la mitad de la actividad y se vuelve más diversa y compleja en términos de calidad. Requiere un conocimiento pleno de la empresa, sus públicos y necesidades y expectativas para generar valor. La individualización es el punto de partida para lograrlo.
  6. Fortalecer el rol de la función asesora de comunicación para apoyar decisiones de altos cargos es un tema estratégico clave. Es la que permite la resiliencia después de una irrupción y permite los virajes en tiempo real para satisfacer nuevas condiciones y necesidades de mercado. También, la comunicación, guía el trabajo y rumbo de la empresa.
  7. Se profundiza la necesidad de conectar las estrategias de la organización con la comunicación. Es una tarea fundamental para generar avances. Ambas son áreas estratégicas para asegurar la permanencia de mercado y responder a necesidades sociales.
  8. La sostenibilidad permanece fuera del top-five de prioridades en la gestión de la comunicación. Sin embargo, es una acción que ganará protagonismo en el corto plazo y deben irse analizando los parámetros para unificar informes de sustentabilidad, medio ambiente y gobernanza si queremos librarnos de la obsolescencia en el porvenir inmediato.
  9. Las mujeres ganan menos: la brecha salarial de género continúa siendo un desafío en la profesión. La profesionista en este campo tiene de nueve a 17 por ciento menos compensaciones retributivas respecto a sus pares. En economías en desarrollo la cifra asciende hasta a 30 por ciento.
  10. La búsqueda de excelencia en comunicación, un vector de competitividad en crecimiento para el sector, se reinventa de manera continua. Cada vez ejerce mayor influencia en cada uno de los puestos de la organización y en cada uno de los puestos de trabajo.

Finalmente, vale mencionar que la comunicación se vuelve altamente relevante en empresas de todos los sectores productivos porque ante las irrupciones a nivel macro y una incertidumbre generalizada en todas las geografías, se convierte en brújula y certeza de la organización y de sus stakeholders.

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ABANICO/ El humanista mundo de los Z y Alfa

Por Ivette Estrada

Las nuevas generaciones imponen nuevas narrativas de empresas y marcas que aceleradamente marcan paradigmas en las formas de comunicación corporativa, pero también a nivel personal y social.
Entre los factores predominantes en este lenguaje están la autenticidad, mientras la sostenibilidad ya no es opcional porque para las nuevas generaciones el cuidado ambiental es prioritario. A la par, la diversión se vuelve parte del mensaje
Hoy la generación Z conformada por adultos jóvenes nacidos entre 1998 y 2009, y la generación Alfa nacidos a partir de 2010, marcan tendencias que pueden resultarnos inusuales. Esos jóvenes son quienes más publicidad en formato digital reciben.
¿Cómo es el contenido exitoso en las redes sociales, que tanta importancia tienen los influencers en la transmisión de mensajes?
En estas generaciones la credibilidad es un elemento esencial en su vida. Videos intimistas como “acompáñame en el paso a paso de cómo me maquillo”, “ven conmigo a conocer los mejores restaurantes” y otros por el estilo generan cercanía. Esto porque el consumidor de contenidos se identifica y percibe valores compartidos.
Sin embargo, el mensaje debe ser auténtico. Deben usarse videos de una manera orgánica y, en general, propalar mensajes identificables y honestos. Pero también inclusivos y diversos.
Asimismo, se denota el impulso hacia la sostenibilidad y las prácticas éticas como “do-it-yourself” y “up-cycling” por lo cual las marcas deben ser transparentes con sus prácticas comerciales. Hay una reacción cada vez mayor contra la idea de la moda desechable.
El auge de las compras de segundo mano y la tendencia del “Quiet Luxury” o ropa atemporal, sin logotipos obvios, son reflejo de ello.
Otra de las tendencias predominantes es alentar a las personas a adoptar sus identidades únicas, tomar decisiones conscientes y emplear la moda como herramienta para un cambio positivo.
Asimismo, el medio ambiente es un factor muy importante para las generaciones jóvenes que se alinean a marcas que comparten valores y políticas fundamentales.
Otra tendencia que impera entre los Z y los Alfa es el uso de contenido generado por el usuario y la participación de los consumidores con la personalización. Así se crea engagement y lealtad.
Por otra parte, no debe olvidarse que los Z y Alfa privilegian la personalización. Incluso las experiencias de compra en línea quieren que se sientan como en la tienda, y no como meras transacciones.
Es importante, entonces, emplear canales emergentes como juegos en línea, aplicaciones y el metaverso.
En suma: en el mundo de las nuevas generaciones se impulsa un humanismo respecto a la inclusión, autenticidad y cuidado ambiental. Todo con la adopción de las nuevas tecnologías digitales.

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ABANICO/ El escritor se reinventa

Por Ivette Estrada

En la era digital la percepción del escritor cambia radicalmente. Si antes se percibía como un ser imaginativo y aislado que vendía palabras o compartía realidades que el resto de los mortales no percibía, hoy se vuelve un socio estratégico en la construcción de marcas.

La economía de los creadores se infiltra en la vida de los consumidores, redefine la creatividad, la comunidad, el consumo y el comercio. Los expertos predicen que el número de creadores de contenidos a escala global oscila entre 50 y 303 millones que abarcan diferentes tipos de generaciones, países y personas.

Incluso, se espera que la economía de los creadores alcance los 487 millones de dólares en 2027 y se convierta en un aspecto clave de las estrategias de marca. Esto a medida que observamos cómo se desarrolla y fomenta la cultura de nicho y el auge de la Internet intergeneracional.

Estrategias como el storytelling marcan importantes tendencias. La narrativa empresarial se vuelve imprescindible para dar a conocer misión, alcances y relevancia en la vida de los consumidores actuales y potenciales. El big data se transforma de un elemento inaccesible y críptico a un diálogo con las partes interesadas. La asequibilidad no se limita ya a logística y precios sino a lenguajes comunes donde los clientes juegan un relevante rol de co creación de productos y servicios.

En estos contextos, las palabras resultan imprescindibles para el branding y la generación de estrategias de colaboración e inmersión de stakeholders.

Si la infoxicación se adentró en nuestra realidad como un acontecimiento irrelevante e indescifrable, cada vez existen mayores antídotos contra la información chatarra. Se tiende a la búsqueda de contenidos que enriquezcan perspectivas y vida. Los creadores de contenido ejercer cada vez más un papel evangelizador.

Pero debemos detenernos aquí un momento. No se trata de la inmersión abrupta a las nuevas tecnologías. Es tender puentes entre máquinas y personas. Establecer un lenguaje en el que la Inteligencia Artificial generativa, por ejemplo, logre captar los límites de lo que requerimos. Es salvaguardarnos también de nuestros propios sesgos y prejuicios.

El escritor de nuestro tiempo tiene que generar historias relevantes que le permitan al lector acceder a historias que propicien igualdad, sustentabilidad y participación, narrativas con una gran dosis de pragmatismo y elementos divertidos y lúdicos. Se requiere crear experiencias de vida a través de las palabras.

Quienes hoy crean contenidos, deben traspasar psique y piel de lectores. Lograr imbuirlos distintas emociones y elementos lógico-racionales para convencer, emocionar y conformar parte de la vida de los lectores y clientes potenciales.

La preparación de un escritor ahora no se limita a un adecuado uso gramatical e imaginación. Debe conocer perfectamente el lenguaje de las TICs y extender el potencial de convencimiento a las distintas generaciones que hoy están en nuestro mundo.

El escritor de hoy es un mago de palabras y realidades que deambula en una era de alta creatividad, irrupciones e ingenio que permean ahora la economía naranja o la de la creatividad en la que son actores principales.

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Economía

ABANICO/ Finanzas y sexo

Por Ivette Estrada

Descenso del poder adquisitivo e incertidumbre financiera repercute en la disminución de la actividad sexual.

El estrés generado por la falta de ingresos para cubrir gastos básicos, presión por las deudas acumuladas, incertidumbre laboral o la incapacidad de ahorrar para el futuro no sólo incide en la salud sino que repercute negativamente a nivel social por enfermedades mentales, dificultades familiares, menores oportunidades de educación, impacto en la productividad laboral… pero también marca de manera significativa el comportamiento sexual.

Gleeden, aplicación líder de encuentros extraconyugales en LATAM, dice que una crisis económica puede afectar de manera importante el deseo sexual de los mexicanos.

Un hallazgo significativo de la encuesta fue que el 45% de los participantes menciona una disminución en su deseo sexual en medio de una crisis económica. La preocupación constante por los problemas financieros, el estrés y la incertidumbre económica contribuyen a las peleas en pareja y en la disminución de la libido.

Asimismo, el 60% de los encuestados señala que pasa por una crisis económica actual tiene un impacto negativo en su vida amorosa, principalmente a la hora de conocer gente nueva.

El aumento de precios limita la capacidad para disfrutar de actividades recreativas fuera de casa, pero el verdadero problema es su disminución de energía y disposición para generar una actividad sexual o romántica.

Silvia Rubies, directora de Comunicación de Gleeden en Latinoamérica, dice que «la correlación entre la crisis económica y la actividad sexual es un tema interesante que merece una mayor atención. Lógicamente hay muchísimos factores que pueden hacer que la sexualidad se estanque, como problemas en la relación, monotonía y ausencia de espacios de intimidad. Asimismo, el factor económico que repercute en el disfrute sexual y en la capacidad de encontrar momentos de conexión íntima.

Al mismo tiempo, se detecta otra perniciosa tendencia: el estrés financiero se relaciona con un menor disfrute del arte. La capacidad natural de apreciar la pintura, música, arquitectura. literatura y danza bajan sensiblemente ante la preocupación pecuniaria.

Aún así el arte genera dopaminas u hormonas del placer, las mismas que están asociadas a la cercanía que nos produce una persona amada.

El arte social podría ser una solución para paliar los efectos adversos de la crisis económica y disminuir los estragos de una economía recesiva, dado que la creatividad y el arte son reconocidos como una vía para el bienestar emocional. La creación artística, asimismo, no solo proporciona un sentido de logro personal, sino que también puede generar un medio para expresar emociones difíciles de expresar de otra manera.

En algunos casos, el arte incluso puede utilizarse como terapia al proporcionar un espacio seguro para que las personas expresen sus sentimientos y lidien con problemas emocionales. Pero en cualquier caso, la sexualidad no debe proscribirse de nuestra vida.