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FILANTROPÍA/ Sustentabilidad 2025

Por Felipe Vega, fundador y director general de CECANI Latinoamérica, empresa de capacitación para asociaciones civiles y otras figuras no filantrópicas.

La consciencia verde se expande y consolida en el mundo. Estas son las principales tendencias que se arraigan en este 2025:

Cadena de valor sostenible: Las cadenas de suministro representan uno de los eslabones más vulnerables en la gestión. Dos tercios de la contaminación generada por las industrias proviene de estas y con la entrada en vigor de las Normas de Información de Sostenibilidad, emitidas en 2024, para 2025 las PYMES entrarán en una nueva era y las compañías deberán empezar a reportar aspectos Ambientales, Sociales y de Gobernanza dentro de su organización.

Para ello, es importante medir los impactos ambientales, sociales, optimizar sus insumos a través de la diversificación de estrategias de negocio, implementar políticas logísticas internas y adaptarse a nuevas tecnologías que mejoren la eficiencia y reduzcan el impacto ambiental.

La segunda tendencia es la atención a clientes evolutivos. Las necesidades de consumo de los compradores en México se transforman hacia enfoques más sostenibles y demandantes en términos de transparencia de la información sobre lo que adquieren, la manera en que fue fabricado, distribuido e incluso el impacto que tiene en diversas comunidades.

Tomar en cuenta el medioambiente es casi tan importante para los compradores (50%) como lo es el precio (61%).

Una tercer tendencia es la ciberseguridad como clave de desarrollo: En la aplicación de criterios de sustentabilidad, la previsión de riesgos internos y externos también es fundamental. La protección de datos industriales debe convertirse en una prioridad para las compañías que buscan mejorar su enfoque socioambiental.

Hoy, más del 66% de las empresas en México no cuenta con programas o proyectos de ciberseguridad y esto puede generar pérdidas económicas importantes, daño a la reputación empresarial, disminución de clientes y hasta pérdida de la confianza de inversionistas, compradores y colaboradores.

La cuarta tendencia se refiere a la diversificación de talento. Las industrias en México tendrán que adaptar sus procesos de reclutamiento a prácticas más inclusivas en términos de género, talento y derechos humanos.

Aquellas que no adapten sus políticas de responsabilidad social podrían enfrentar dificultades para atraer talento joven o especializado, al ser un factor crucial para inversionistas y organismos reguladores.

Y la quinta tendencia es Net Zero como meta. Es decir, se estima que las industrias adopten estrategias más centradas en temas de transición energética, reducción de residuos y tecnologías limpias, todo ello en una búsqueda de mejora e innovación de procesos. Esto será especialmente importante para aquellas compañías que buscan reducir la contaminación de su operación.

En suma, a partir de 2025, la industria deberá adaptarse a las crecientes presiones sociales y regulatorias. El enfoque hacia un modelo medio ambiental les ayudará a consolidar sus compañías como pilares fundamentales de desarrollo.

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FILANTROPÍA/ La obstinada desigualdad

Por Felipe Vega, fundador y director de CECANI Latinoamérica, empresa de capacitación de asociaciones civiles y otras figuras no lucrativas.

No podemos ignorar la realidad. Los manifiestos de igualdad pueden no corresponder a las vivencias y cultura empresarial y social. Es posible que en el mundo cotidiano se desdibujen.

Las iniciativas de diversidad, equidad e inclusión que comenzaron durante el ajuste de cuentas racial de 2020, cuando en Estados Unidos asesinaron a George Floyd, renovó las demandas de justicia social.

Sin embargo, hoy son desmanteladas por cambios políticos y culturales. Un fallo de la Corte Suprema del año pasado puso fin a la acción afirmativa en las admisiones universitarias, más de 30 estados introdujeron leyes que prohíben o limitan las iniciativas de ESG y muchas empresas recortan ahora sus equipos de ESG.

Los ataques a la ESG son una respuesta defensiva porque la gente no quiere manejar los problemas más amplios de la desigualdad.

Actualmente la Mesa Redonda de Relaciones a través de las Diferencias, una coalición de más de 70 académicos y líderes de la industria comprometidos con el avance de la inclusión en todas sus formas: raza, género, etnia, religión, capacidad, neurodiversidad y edad.

Se asocian para compartir conocimientos respaldados por la ciencia y las mejores prácticas, elaborar estrategias sobre problemas comunes y encontrar formas de involucrar a todas las partes interesadas, incluso a las que no creen en la ESG.

Se trata de una iniciativa para eliminar la reticencia a cambios transversales de igualdad y oportunidades. Su mensaje puede ser crucial para las Organizaciones No Gubernamentales cuya misión u objeto social es la igualdad.

Así, los miembros de la mesa redonda identificaron varios temas clave o retos en los que se debe trabajar.

La autoidentificación en el lugar de trabajo es en gran medida voluntaria y la divulgación requiere confianza. ¿Cómo pueden las empresas generar confianza entre los empleados que temen que su información puede usarse en su contra o compartida con otras partes?

Se pueden utilizar más datos a nivel de empresa e industria para expandir las iniciativas de ESG y medir el progreso, pero existe un desafío global en la recopilación de esos datos porque las regulaciones varían de un lugar a otro.

Las empresas necesitan abogados que se especialicen en derecho laboral para ayudarles a navegar por el cambiante panorama legal de la ESG.

¿Cómo pueden las empresas reclutar empleados, pasantes y contratistas de grupos subrepresentados si no pueden dirigirse legalmente a grupos demográficos específicos?

La ESG debe ser defendida por el nivel superior de la dirección, y los líderes deben aprender a integrar las iniciativas de ESG en el negocio para que se integren en la misión, en lugar de ser aditivas.

Los líderes de ESG necesitan habilidades profundas para comprender las necesidades más amplias de la empresa, como las finanzas y las operaciones.

Ahora, cuando nos unimos con otras personas que tienen un interés y un compromiso común con estos temas, podemos ser mucho más efectivos no solo para mantener el impulso en nuestras propias organizaciones, sino también en la sociedad.

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FILANTROPÍA/ Momento de redescubrir nuestro propósito

Por Felipe Vega, fundador y director general de CECANI Latinoamérica, empresa de capacitación de asociaciones civiles y otras figuras no lucrativas

Los líderes entienden instintivamente el valor del propósito corporativo. Una declaración de misión o visión, sirve como una estrella polar.

El propósito o misión representa un recordatorio de lo que más importa y proporciona claridad a los empleados, gerentes y líderes sobre cómo concentrarse en medio de las demandas diarias que compiten entre sí.

Así tratan de comunicar un propósito significativo que responda a los empleados sobre por qué su trabajo es importante. Pero las declaraciones de propósito a menudo no logran articular los resultados para ganar en el mercado actual.

Esto se debe a que cuando elaboran una declaración de propósito, los líderes a menudo eluden las preguntas críticas: ¿Aborda una necesidad clara del cliente o un problema a resolver? ¿Está la organización excepcionalmente calificada para cumplir la promesa contenida en esa declaración? ¿Y el propósito declarado está directamente relacionado con lo que la organización hace para obtener sus ingresos?

No responder a estas preguntas crea confusión y puede distraer tanto a los empleados como a los clientes del núcleo de lo que alimenta el negocio. Con el tiempo, puede socavar la cohesión, motivación y alineación en la organización, e disminuir e incluso disminuir el rendimiento.

Ya sea que se establezcan aspiraciones audaces para mantener la relevancia para los clientes, como realizar cambios significativos en el modelo de negocio o impulsar iniciativas ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) de gran alcance, las organizaciones confían en una fuerza laboral comprometida para realizar dichas iniciativas.

Las empresas que logran motivar a sus empleados a innovar y ofrecer valor real todos los días, descubren el enorme potencial del propósito.

Para ello, la creación del propósito es un ejercicio estratégico, no sólo de comunicación. Es decir, la estrategia comienza con un propósito. Tiene un gran poder para motivar y clarificar la toma de decisiones. También puede impulsar la transformación organizacional.

Concentrarse en cómo se genera dinero o beneficios, en lugar de como se invierten recursos, es una decisión crucial. En la mayoría de las declaraciones de propósito en las que se promocionan las iniciativas ESG, el lenguaje no está vinculado a lo que la empresa realmente produce.

Pero al final, todas las organizaciones deben tener una razón por la que los clientes las acepten. Es responsabilidad de los líderes no solo hablar de una variedad de nuevas iniciativas relacionadas con ESG, también reexaminar su propuesta de valor para el cliente a la luz de la pregunta: ¿Por qué existimos?

Al responder a cuestionamientos fundamentales como «¿Qué papel fundamental desempeñamos para nuestros clientes?» y «¿Qué pasaría si desapareciéramos?», muchos líderes luchan por encontrar un punto de apoyo, especialmente cuando sus organizaciones pueden no tener una ventaja significativa.

Vale mencionar, entonces, que todas las organizaciones tienen algún «poder especial»: capacidades únicas que a menudo no se reconocen. De hecho, la mayoría de las carteras tienen una unidad de negocio, marca o grupo de alto rendimiento.

Invariablemente, la diferenciación se encuentra detrás del éxito. Identificar ese poder especial es fundamental para el rendimiento. Luego, los líderes deben articular esa razón de existir, invertir en ella y galvanizar a sus empleados en torno a ella. Este es el momento de hacerlo. Feliz 2025.

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FILANTROPÍA/ El poder del crowdfunding

Por Felipe Vega, fundador y director general de CECANI Latinoamérica, empresa de capacitación de asociaciones civiles y otras figuras no lucrativas.

A nivel mundial se consolida el crowdfunding. Esta filantropía en línea impulsa desde rescates ambientales hasta sueños de ciencia en la NASA.

Así, a ocho meses de su llegada a México, la plataforma de recaudación de fondos en línea GoFundMe presentó su reporte de 2024 en el que destaca que sumaron 140 millones de pesos en 130 mil donativos para causas diversas, que van desde el rescate de fauna silvestre hasta la milagrosa recuperación de una bebé recién nacida que padecía una compleja malformación en el corazón y los pulmones.

La generosidad trasciende fronteras, idiomas y culturas, como lo demuestra nuestra comunidad global. Este año se presentaron más de 55 millones de publicaciones compartidas en redes sociales.

GoFundMe es una herramienta en línea que permite a cualquier persona crear una colecta solidaria. Sólo es necesario registrarse para crear una campaña. El siguiente paso es contar la historia y explicar cómo se utilizarán los recursos. Para finalmente, compartir el enlace con círculos cercanos o en redes sociales haciendo un llamado al apoyo.

La intención es canalizar la generosidad, de forma fácil y rápida hacia diversas causas, necesidades y sueños. Mientras que el impacto es inmediato: las aportaciones comienzan desde los 100 pesos, un monto accesible que representa una ayuda enorme. A nivel global, durante este año se sumaron 42 millones de donaciones realizadas a individuos; es decir, en la plataforma se realizan dos donaciones cada segundo.

En México, este año más de cuatro mil colectas fueron creadas para recaudar fondos en actos de bondad. Según el reporte anual de GoFundMe, los diez estados más generosos del país fueron la CDMX, San Luis Potosí, Michoacán, Chihuahua, Quintana Roo, Coahuila, Aguascalientes, Nuevo León, Jalisco y Querétaro.

La necesidad más apremiante fue el acceso a la atención médica ante emergencias o enfermedades graves como el cáncer. Así es como miles de familias pudieron acceder a cirugías, trasplantes, quimioterapias y otros tratamientos especializados gracias al apoyo comunitario.

Por otra parte, tras el paso del huracán John por las costas de Guerrero, el crowdfunding se convirtió en una solución inmediata para aliviar las necesidades básicas y arrancar los trabajos de reconstrucción. Donativos que sumaron un millón de pesos, permitieron que familias, negocios e incluso colectivos de rescate animal tuvieran apoyo para levantarse. No fue solamente de ayuda económica, sino también un rayo de esperanza.

Las problemáticas sociales que enfrenta el país también atravesaron las iniciativas impulsadas en GoFundMe. Por ejemplo, en apoyo a las madres buscadoras de personas desaparecidas en Baja California o para las trabajadoras comunitarias de la salud desplazadas por la violencia en la sierra de Chiapas. Otro caso es el de los sobrevivientes al derrumbe en la mina de El Pinabete, que quedaron en el olvido, desamparo y con graves daños de salud.

Asimismo, desde México se organizaron colectas solidarias en apoyo a familias palestinas debido al conflicto armado en Gaza.

Entre las recaudaciones más exitosas durante 2024, también destaca la defensa del medio ambiente. Activistas reunieron fondos de suma importancia para proteger a especies como los ajolotes en el Estado de México, la mariposa monarca en Michoacán, los tiburones en el Caribe, la fauna silvestre de la huasteca potosina y la ballena jorobada en Bahía de Banderas.

A estas causas se sumó la resistencia del colectivo SOS Cenotes frente al impacto de la construcción y operación del Tren Maya, y el rescate de árboles urbanos en la Ciudad de México con una brigada liderada por Los Supercívicos.

Finalmente, el apoyo solidario también acercó a miles de personas a cumplir sueños. Es el caso de Cynthia e Ivana, dos mujeres jóvenes que recaudaron fondos para poder realizar estancias de investigación científica, una en la NASA y otra en Brasil, con el sueño de convertirse en astronautas.

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FILANTROPÍA/ Paradojas del disfrute laboral

Por Felipe Vega, Fundador y director general de CECANI Latinoamérica, empresa de capacitación de asociaciones civiles y otras figuras no lucrativas.

¿El trabajo es disfrutable? Si se asume que si los demás creen que posee mayor calidad, pero el trabajador admite que está dispuesto a que paguen menos por ello, La paradoja del disfrute laboral está llena de sin sentidos.

Si se asume de manera literal, como generalmente ocurre, existe un credo pernicioso en la Biblia: trabajarás con el sudor de tu frente, metáfora que alude a transformaciones arduas, desgastante, insatisfactoria inclusive. Trabajo como sinónimo de carga, fatiga, extenuación y “sacrificio”.

El mercado peer-to-peer está lleno de personas que disfrutan de los productos que crean y los servicios que brindan, ya sea para artículos vintage hechos a mano en Etsy o servicios profesionales a tiempo parcial en Upwork. Pero este disfrute lo consideran inapropiado.

Hace algún tiempo, en una feria de arte, Jake Teeny tuvo una conversación desconcertante con un artista que mostraba sus pinturas.

«Me decía lo mucho que disfrutaba haciendo una pintura específica», dice Teeny, «pero se contuvo y agregó: ‘Pero le puse mucho trabajo y me llevó mucho tiempo hacerla’. Como si tuviera que justificar el hecho de que disfrutaba haciéndolo o podría desacreditarlo».

Nuestra percepción de cuánto disfruta alguien al realizar un producto o brindando un servicio, su «disfrute de la producción», ¿puede afectar cómo vemos la calidad de ese producto o servicio?

Disfrutar el proceso de elaboración lo asociamos a pensar que lo hizo de manera casual o que no se lo tomó tan en serio. No hay un “sacrificio”, un esfuerzo. Lo desestimamos entonces.

Incluso, esta percepción puede llevarnos a creer que la calidad del producto es menor y, potencialmente, hacer que queramos pagar menos por él.

Para comprender el vínculo entre cuánto disfruta alguien haciendo un producto y la percepción de la gente sobre su valor, se realizaron varios estudios sobre las interacciones entre compradores y vendedores para una variedad de productos y servicios.

En general, los estudios mostraron que los compradores en realidad asociaban el disfrute de la producción con una mayor calidad y valor del producto, lo que aumentaba la cantidad que estaban dispuestos a pagar por él. Sin embargo, los vendedores a menudo cobraban menos por los productos y servicios que les gustaba ofrecer, a pesar de que también creían que eran de mayor calidad.

Se descubrió que al mostrar el disfrute de la producción se tenía una tasa de clics  40 por ciento más alta y un costo por clic 17 por ciento más bajo que el anuncio idéntico que no mencionaba el disfrute de la producción.

En otro estudio, los investigadores repartieron brownies en una feria del campus universitario. Más de 300 personas se detuvieron para elegir uno de los dos brownies hechos a mano a cambio de participar en una breve encuesta.

 Aunque los brownies eran idénticos, cada uno tenía una nota diferente del pastelero. Uno indicaba un alto disfrute de la producción («Realmente disfruto haciéndolo»), y el otro, una alta popularidad («Es un artículo muy popular»).

 Los resultados mostraron que las personas eran más propensas a elegir el brownie que indicaba un alto disfrute de la producción y lo calificaban como de mayor calidad en comparación con el otro (idéntico).

En otras palabras, mientras que los compradores estaban dispuestos a pagar más por un alto disfrute de la producción, los vendedores estaban dispuestos a cobrar menos.

Esto porque cuando alguien disfruta del trabajo, puede ver la satisfacción emocional como parte de su compensación y, por lo tanto, cobrar un precio más bajo.

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FILANTROPÍA/ El impacto RSE

Por Felipe Vega, fundador y director general de CECANI Latinoamérica, empresa de capacitación para asociaciones civiles y otras figuras no lucrativas.

Hoy la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) se consolida como una disciplina esencial para las empresas que buscan integrar el bienestar social, ambiental y económico en su modelo de negocio.

Así, las organizaciones no solo se enfocan en el rendimiento financiero, sino que asumen su rol transformador frente a los retos globales. Las iniciativas que destacan este año son aquellas que se alinean con los objetivos de desarrollo sustentable (DOS) y promueven un impacto positivo.

Así demuestran que los intereses corporativos y el desarrollo social no son antagónicos.

La RSE, ahora, va más allá de la filantropía y las donaciones. Se convierte en un componente estratégico de sustentabilidad y en las organizaciones prioriza la creación de valor compartido. Entonces suele adaptar sus procesos para ser más inclusivas y respetuosas con el entorno.

La innovación social, el trabajo en alianzas intersectoriales y la transparencia se convierten en pilares fundamentales de estas iniciativas.

En este contexto, las empresas están implementando acciones para generar un cambio tangible en las comunidades y a nivel medioambiental. Cada vez más, se observa que la integración de estos proyectos no solo mejora la imagen corporativa, sino que también contribuye a una mayor eficiencia operativa, fidelización de clientes y retención de talento.

La RSE, entonces, no es solo un compromiso ético, sino una ventaja competitiva. Esto es aún más perceptible entre los consumidores de las generaciones Milleniall y Z, que privilegian las marcas correlacionadas con la responsabilidad social. Se vuelven imperativos en el mercado los criterios RSE.

Ahora, RSE es un proceso, no un resultado. Implica distintas acciones que pueden resumirse como mapear, definir, integrar y atraer.

La primera fase, la de mapear, se refiere a considerar que las partes interesadas (stakeholders) tienen un juego y a partir de ahí construir las metas que impacten los resultados en cada una de ellas.

Otra acción esencial en este proceso es identificar los valores agregados esenciales y diferenciadores de la marca y evaluarlos comparativamente de forma regular y juiciosa.

La segunda parte del proceso, la definición, implica considerar saltos de altura y saltos de longitud. Es pensar sistemáticamente en las compensaciones RSE. También implica medir y evaluar.

La tercera fase, la de integración, es sincronizar RSE a las operaciones, dar seguimiento a las iniciativas para asegurar el impacto deseado y discernir que dice, y que no, los números sobre RSE.

Finalmente, la atracción, es utilizar los compromisos RSE para afinar la estrategia y mostrar a los inversores la propuesta de negocios.

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FILANTROPÍA/ ¿Cuándo aceptamos la inmoralidad?

Por Felipe Vega, fundador y director general de CECANI Latinoamérica, empresa de capacitación para asociaciones civiles y otras figuras no lucrativas.

La pregunta no es una diatriba ético moral. Es determinar las circunstancias que nos vuelven proclives a normalizar las conductas inapropiadas. Por raro que parezca, suele emerger más permisividad ante las grandes desigualdades.

La concentración de la riqueza es una tendencia definitoria de este siglo, cuando casi la mitad de los países de todo el mundo experimentan un crecimiento de la desigualdad económica desde el año 2000.

Las consecuencias son generalizadas. Las mayores brechas entre ricos y pobres afectan negativamente la esperanza de vida, la mortalidad infantil e incluso la felicidad en los grupos con menores oportunidades económicas. Asimismo, a nivel social, el aumento de la desigualdad perjudica el crecimiento económico y se asocia con un aumento de los delitos financieros y violentos.

Incluso la desigualdad cambia la forma en que pensamos sobre la moralidad: cuando es más alta, las personas aceptan más el comportamiento poco ético. Se juzguen las transgresiones con más indulgencia.

¿Increíble? No si considera el vínculo entre el control que sentimos sobre nuestras vidas y la forma en que juzgamos varios errores éticos se conoce desde hace décadas. Incluso, aquellos que carecen de una sensación de control, los marginados, desarrollan reacciones menos extremas a comportamientos poco éticos como robar, engañar y mentir.

Ahora, la desigualdad disminuye la movilidad social, tanto objetiva como subjetivamente, y crea sentimientos de privación relativa, lo que conlleva a las personas a sentir menos control sobre sus vidas. La duda es si las personas de los estratos sociales más altos podrían generar una sociedad en la que el comportamiento inmoral sea más aceptado.

Un estudio muestra que aquellos que viven en sociedades menos igualitarias sienten que tienen menos control y aceptan más el comportamiento poco ético. (Para sorpresa de los investigadores, no había ninguna correlación entre lo competitivo que los participantes percibían que era el mundo y sus sentimientos sobre el comportamiento poco ético, lo que sugiere que la desigualdad, no sólo la competitividad, se prestaba a este tipo de justificación.

Las personas que calificaron su área local como más desigual son más propensas a reportar una menor sensación de control y una mayor aceptabilidad del comportamiento poco ético.

De manera simultánea, la menor movilidad social percibida entre los participantes que informaron vivir en áreas más desiguales ayudó a explicar por qué la desigualdad reduce la sensación de control.

Si alguien piensa que la sociedad es desigual, pero tiene la capacidad de ascender, entonces todavía siente una sensación de control. Pero si no lo logra pierde la sensación de control.

A nivel social, las tasas de criminalidad pueden ser más altas en áreas con una desigualdad económica significativa. También podría ayudar a explicar el interesante hallazgo de que el engaño de los estudiantes es mayor en los estados que tienen niveles más altos de desigualdad.

En un nivel básico, los legisladores que buscan restaurar este sentido de control en sus comunidades pueden adoptar programas que reduzcan la desigualdad económica, incluida la creación de viviendas más asequibles, el aumento del salario mínimo y la creación de un sistema tributario progresivo. También podrían fomentar programas de capacitación y educación que mejoren la percepción de las personas sobre la movilidad social.

Hay mucho trabajo que la sociedad civil organizada puede generar aún.

 

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FILANTROPÍA/ La perniciosa desigualdad

Por Felipe Vega, fundador y director general de CECANI Latinoamérica, empresa de capacitación de asociaciones civiles y otras figuras no lucrativas.

Aunque la narrativa de heterogeneidad e igualdad prevalece en la narrativa corporativa y social, de manera simultánea se establecen estrategias de dominación sobre determinadas personas y grupos.

Cuando visualizamos manifiestos que justifican los sesgos y la manera en la que se posicionan, podemos crear una mayor inclusión e igualdad de oportunidades.

Uno de los principales sesgos se establece con el género.

El patriarcado como sistema social surgió durante el periodo Neolítico (del 10.000 al 3.000 a.C.), a través de la asignación de capacidades y funcionalidades diferentes a cada persona en función de sus características físicas. A partir de entonces, comenzaron a elaborarse discursos justificativos de la desigualdad social como algo «natural» que había que aceptar sin más, porque su origen era «divino».

Una vez justificada la desigualdad, se utilizaron varias estrategias para hacer efectiva la dominación: aceptación, coerción e invisibilización.

Los nuevos discursos patriarcales se asentaron en la sociedad incorporando la desigualdad al devenir humano. Las primeras personas afectadas por el nuevo sistema fueron las mujeres, que quedaron sometidas a los hombres.

Pero también entre ellos se estableció una profunda desigualdad basada, por un lado, en la infravaloración de las diferentes capacidades de unos y otros, y por otro, en la derrota de los vencidos, que pasarían a formar parte de la cohorte de esclavos. Se puede afirmar que la dominación se practicó por un reducidísimo grupo de hombres que proyectaron su poder sobre los demás. Esto dio lugar a una competitividad feroz para alcanzar ese poder y mantenerlo.

Una vez justificada la desigualdad, se utilizaron varias estrategias para hacer efectiva la dominación. Una de ellas se centró en conseguir la aceptación de desventaja a quienes se dominaba. Otra consistió en el uso de la coerción. Entonces se empleó la violencia como garantía del cumplimiento de la legalidad vigente.

Para sustentar todo ello se ideó un nuevo sistema: la regulación normativa. Se crea el derecho como fuente de normas escritas reforzadoras de las normas sociales en las que se reconocen una serie de privilegios y facultades a una clase social sobre otras. Incluso se legitima el uso de la violencia por parte del poder. El código legal más antiguo, de Hammurabi, así lo refleja.

En este código queda patente la dependencia de las mujeres a los hombres (padre o marido), la protección que los varones debían proporcionar a las mujeres dependientes de ellos, el control de la sexualidad femenina y la consideración de la mujer como reproductora.

Hoy las desigualdades basadas en el sexo han dado lugar a la construcción social del género, las basadas en el color de la piel a fenómenos como el racismo, las relacionadas con la capacidad a la discriminación funcional y competencial, las asociadas a la edad al edadismo, a la discriminación de estatus o clase según el nivel o posición que ocupan las personas en la pirámide social y las vinculadas a la orientación sexual e identidad de género a la LGTBIfobia.

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FILANTROPÍA/ El misterioso lenguaje del COP

Por Felipe Vega, fundador y director general de CECANI Latinoamérica, empresa de capacitación de asociaciones civiles y otras figuras no lucrativas.

El lunes pasado comenzó a escucharse en distintas industrias el acrónimo COP.

COP se refiere a la conferencia anual de las Naciones Unidas sobre el cambio climático. Su 29ª reunión, la COP29 inició el lunes pasado, el 11 de noviembre de 2024 en Bakú, Azerbaiyán.

Estos son los términos con los que debemos familiarizarnos si deseamos participar en acciones contra el cambio climático:

La COP es una reunión anual en la que los Estados miembros de las Naciones Unidas se reúnen para evaluar los avances en la lucha contra el cambio climático y elaborar un plan de acción dentro de las directrices de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

La quema de combustibles fósiles libera gases de efecto invernadero a la atmósfera. Y no se van a ir a ninguna parte en el corto plazo: CO2, que es la causa de aproximadamente tres cuartas partes del calentamiento global, puede tardar miles de años en absorberse por completo. Más gases de efecto invernadero en la atmósfera significa un planeta más cálido.

Desde la Revolución Industrial, la temperatura media de la superficie mundial ha aumentado alrededor de 1,2 °C. La mayoría de los científicos están de acuerdo en que un aumento de 1,5 °C es el umbral más allá del cual los efectos del cambio climático serían más peligrosos e irreversibles.

Se lograría una ganancia neta cero de gases de efecto invernadero en la atmósfera cuando las emisiones anuales de gases de efecto invernadero sean iguales a la cantidad eliminada cada año. Los caminos hacia el cero neto, identificados por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, implican tanto la descarbonización como la eliminación de carbono.

La descarbonización es la reducción de carbono y otros gases de efecto invernadero en la atmósfera.

Para lograr cero emisiones netas, la descarbonización tendría que producirse en todos los sectores, incluidos la energía, la agricultura y el uso de la tierra. Y la eliminación de carbono sería necesaria para compensar las emisiones residuales difíciles de reducir de industrias

El Protocolo de Kioto, ratificado en 1997, fue un tratado internacional histórico en el que los signatarios acordaron reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para evitar la interferencia humana con el clima natural. El tratado, resultado de la COP3, fue uno de los resultados más significativos de las reuniones de la COP. En 2012, el acuerdo se extendió hasta 2020.

El Acuerdo de París, también conocido como los Acuerdos Climáticos de París, es un tratado internacional negociado en 2015 en la COP21. En París, los participantes acordaron limitar el aumento de las temperaturas globales a 2 °C, al tiempo que proseguían los esfuerzos para mantenerse dentro de 1,5 °C. Según el acuerdo, cada país debe rastrear, registrar e informar sobre sus emisiones de carbono y sus esfuerzos para reducirlas y compensarlas.

Hay pasos que los líderes pueden tomar para acelerar el progreso y crear valor en la transición a cero emisiones netas. Una acción es potenciar las tecnologías climáticas y adoptar nuevos negocios verdes, así como crear innovaciones que puedan ayudar a que la transición sea más asequible.

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FILANTROPÍA/ Negocios en zona de guerra

Por Felipe Vega, fundador y director general de CECANI LATAM, empresa de capacitación de asociaciones civiles y otras figuras no lucrativas

En la búsqueda de causas que representar y apoyar, emergen también posibilidades de negocio.

Un reciente permite desmitificar que hacer negocios en zonas atrapadas en ciclos de violencia y pobreza extrema carece de oportunidades y está lleno de riesgo. Las empresas que se expanden a estas «regiones de primera línea» pueden ayudar a crear estabilidad y aumentar las oportunidades. En los entornos difíciles, las empresas pueden operar y mejorar la vida de las personas.

Contrario a lo que normalmente asumimos es que las líneas del frente están repletas de posibilidades económicas. Hay 1.400 millones de personas que viven en primera línea y generan más de 20 billones de dólares en actividad económica cada año. Representan la próxima gran frontera de las oportunidades de negocio globales.

Entre las ventajas competitivas de las líneas del frente aparecen tierras, recursos naturales subdesarrollados y mano de obra trabajadora y de bajo costo. Al adoptar un modelo de negocio simplificado, asociarse localmente y participar en un proceso disciplinado, se pueden reducir costos, mitigar riesgos y trabajar de manera rentable en estas áreas.

A medida que los líderes empresariales piensan en acceder a oportunidades en entornos de primera línea, deben mapear toda la cadena de valor, desde las materias primas iniciales hasta los clientes finales.

A través de entrevistas y recopilación de datos, este proceso disciplinado descubrirá oportunidades y barreras. Ese paso realmente se basa en asociarse ampliamente con actores locales que se encuentran en esa geografía.

Estos no son necesariamente sus socios comerciales tradicionales: pueden ser Organizaciones No Gubernamentales, miembros de la comunidad y funcionarios del gobierno local. Sin embargo, se necesitan diversas fuentes de información para determinar en quién confiar para tomar mejores decisiones empresariales.

En última instancia, el corazón de la solución es centrarse en las partes de la cadena de valor en las que realmente se tiene una ventaja competitiva. Esto porque se tienen activos, relaciones o capacidades privilegiadas. Luego asociarse en el resto de las actividades empresariales. Estos son realmente los primeros pasos para identificar y acceder a las oportunidades en primera línea.

Ahora, no debe olvidarse que uno de los desafíos de los entornos de primera línea es la anarquía, inestabilidad y potencial de conflicto o violencia

Lo que se debe hacer es incrustar el negocio tan profundamente en la comunidad local que la comunidad local comience a percibir el negocio y el éxito del negocio como propios. Entonces protegerán el negocio de cualquier tipo de amenaza. Lo hace al contratar y obtener suministros localmente, y trabajar con líderes locales respetados. Ver la seguridad como un costo variable en lugar de un costo fijo realmente abre oportunidades.

Experimentar las líneas del frente implica la capacidad de escuchar, aprender, usar todos los sentidos y quedarse el tiempo suficiente para percibir la vida real…

Si, la filantropía nos permite asombrosos descubrimientos…