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En el Día de Muertos es necesario recordar que el miedo al olvido es otra forma de morir

  • La memoria y sus recuerdos son lo más valioso que atesoramos a lo largo de nuestra vida, de ahí la importancia de tratar de preservarlos a lo largo de nuestra existencia. La prevención es la respuesta.

Si algo pone de manifiesto la cultura popular actual es, en efecto, el miedo al olvido, que es otra forma de morir, como bien nos lo recuerda Coco (2017), la entrañable película de Disney-Pixar. Y ahora, en el marco del Día de Muertos, es más claro que nunca que la mayor parte de la gente tiene miedo de perder sus recuerdos, y claro, de ser olvidada.

“Sin duda, la pérdida de la memoria es uno de nuestros más grandes temores, particularmente cuando uno tiene 40 años o más. Al inicio, el deterioro cognitivo es leve, con pequeños olvidos, pero cuando uno avanza en edad, por lo general se presentan pérdidas cognitivas más significativas, aunque al inicio esta leve condición no interfiere de manera más evidente con la realización de las actividades diarias”, resalta el doctor Mauricio Veloso, médico internista de Biolife.

Las “huellas” de la edad, están directamente relacionas con la oxidación que vamos sufriendo conforme avanzamos en la vida. Como sabemos, el gran enemigo de la memoria es la demencia, cuya manifestación leve es el deterioro cognitivo y la forma patológica más conocida es el temido Alzheimer, que se considera la nueva epidemia del siglo XXI. En la actualidad, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en el mundo hay alrededor de 55 millones de personas en el mundo con este padecimiento, cifra que se duplicará cada 20 años. A decir de Alzheimer’s Disease International, para 2030 haya 65.7 millones de casos, y poco más de 115 millones, para 2050.

Se estima que en México alrededor de 900 mil personas padecen Alzheimer, pero esta cifra podría elevarse a un millón debido a que una cantidad importante de casos no se reportan en los sistemas de salud, según María del Carmen Cárdenas Aguayo, titular del Laboratorio de Reprogramación Celular y Enfermedades Crónico-Degenerativas del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México.

De esta manera, el Alzheimer es la demencia de mayor prevalencia en el ámbito global y, de hecho, afecta más a la población femenina que a los varones. De cada 100 individuos con este padecimiento, 60 son mujeres, lo que en algunos casos los especialistas atribuyen tanto a la mayor esperanza de vida de las féminas, como a los estrógenos.

La edad es visible y evidente para todos, sin embargo, cada organismo es diferente, por lo cual a veces nos sorprendemos, para bien o para mal, cuando nos enteramos de cuántos años tiene una persona, pues a veces puede parecernos “avejentado/a”, o bien, una o un “traga-años”, lo que significa que se ve más joven de su edad biológica.

 

¿Por qué no todo mundo luce igual si tienen el mismo número de años?

La respuesta es simple: el estilo de vida. Para muestra, un botón: en la Ciudad de México vive María del Pilar, una señora de 76 años a quien todos le dicen que no aparenta la edad que tiene, lo cual es totalmente cierto. Esta señora es mamá de tres hijos y tiene siete nietos.

¿Cuál es su secreto? Que es una persona que “se cuida mucho”, pues se alimenta de manera saludable, se hidrata con agua simple todo el día y bebe tés también, convive frecuentemente con familiares y amigas y es una persona activa en general. Ha dejado de hacer caminata por un problema en sus rodillas, pero en general, está bastante bien de salud. Sin embargo, la principal razón de que luzca más joven es que “se retiró” de la vida laboral a los 43 años –cuando su esposo falleció- y, desde entonces, dejó de tener estrés, traslados, etcétera. Se dedicó a cuidar a dos de sus nietos y, en general, ha llevado una vida tranquila y eso es fundamental.

Pero además de ello, esta señora de la tercera edad, quien vive en el sur de la capital mexicana, se toma a diario sus vitaminas y minerales, lo que sin duda también le ayuda. Sabemos que hoy en día avances científicos como la nanotecnología han posibilitado el desarrollo del suplemento Omega 5 Nanoemulsionado -cuyo nombre comercial es GranaGard-, que se obtiene de la granada con tecnología israelí de vanguardia, que coadyuva en la protección de la memoria, dado que actúa como un neuroprotector, además de que ralentiza el envejecimiento prematuro al proteger las neuronas.

 

Los enemigos de todos: estrés, mala alimentación y vida sedentaria

Lo cierto es que los problemas de memoria son más comunes de lo que solemos aceptar y cada vez empezamos a verlo en población más joven, lo cual se atribuye al estrés derivado del estilo de vida actual y, por supuesto, a la mala alimentación y vida sedentaria.

De ahí la importancia de la prevención desde una temprana edad, consumiendo antioxidantes, porque todos, desde que nacemos, nos oxidamos todos los días, al igual que una manzana luego de ser mordida. Al ser un compuesto natural, derivado del aceite de la semilla de granada, el Omega 5 Nanoemulsionado puede ser consumido de forma continua y permanente, ya que no genera adicción.

“El Omega 5 Nanoemulsionado, es un excelente complemento que garantiza que sus células se encuentren protegidas y disminuya el proceso de oxidación. Y al ser un complemento nutricional, no medicamento, éste no se contrapone con ninguno de sus tratamientos; al contrario, aumenta la efectividad del tratamiento médico, con mayor beneficio en pacientes con Alzheimer”, concluye el doctor Veloso.

No debemos olvidar que si actuamos hoy en la prevención de enfermedades como el Alzheimer -con buena alimentación, hidratación correcta y ejercicio diario-, protegeremos nuestra memoria, y con ella, nuestros recuerdos, que al final son los que nos dan identidad y nos confirman quiénes somos.

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La obesidad puede conducir a padecer enfermedades mentales, como Alzheimer y demencia

  • Un reciente estudio arroja que la reducción en la incidencia de diabetes, hipertensión y obesidad (síndrome conocido como diabesidad) impactará en hombres y mujeres de edad avanzada al disminuir significativamente el riesgo de padecer Alzheimer[1].

N. Carlos López Lozano, Enlace Médico Biolife

No es ningún secreto que México ostenta el nada presumible segundo lugar mundial en obesidad, solo después de Estados Unidos, con todo lo que eso significa en términos de salud. De 1988 a 2016, el problema de obesidad creció un 290.5% y, en la actualidad, ocupa el 25% del presupuesto en salud en enfermedades relacionadas a obesidad[2].

Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México es el país de América Latina que tiene la mayor tasa de sobrepeso y obesidad entre su población, lo cual provoca, a su vez, toda una serie de padecimientos. Al respecto, expertos en salud pública aseguran un incremento inevitable de la prevalencia del sobrepeso y la obesidad, sobre todo ahora en la época post pandemia.

Así es, la prevalencia de sobrepeso y obesidad en México es un problema sin precedentes con efectos catastróficos. De hecho, la OCDE estima que para 2030, 40% de los adultos mexicanos tendrá obesidad. Y en 2050, que ya está a la vuelta de la esquina, esta situación llegará a ser un problema serio para el 88 y 92% de hombres y mujeres[3].

 

La obesidad incrementa el riesgo de padecer enfermedades mentales

Se estima que la reducción de un 1% en el índice de masa corporal (IMC), podría evitar el gasto de millones de pesos anuales en medicamentos para padecimientos relacionados con la obesidad[4], además de que un paciente con obesidad pierde en promedio 3.5 años de vida laboral[5] y por cada 15 kilogramos de exceso de peso aumenta la probabilidad de muerte prematura en 30%[6]; además, aquellos sujetos que padecen obesidad central tendrán un riesgo incrementado de padecer Alzheimer, en 300%, y demencia, en 500%, en edades avanzadas[7], con lo cual nuestro país, sin más, está condenado al olvido.

Como sabemos, la obesidad y el sobrepeso están ligados, de manera indisoluble, a un cúmulo de enfermedades asociadas, como es la hipertensión arterial y la diabetes mellitus, entre otras más. Con esta situación, el gasto en salud es inconmensurable, tanto a nivel personal, como para el sistema de salud, el cual está quebrado mucho antes de la pandemia. Por tanto, lo mejor es prevenir las enfermedades asociadas a la obesidad, pues además de las mencionadas antes no podemos obviar las mentales, tipo Alzheimer.

Al hablar del tema de prevención, se podría considerar la ingesta de omegas, en especial el Omega 5 Nanoemulsionado -cuyo nombre comercial es GranaGard-, el cual ha demostrado a nivel científico tener efectos benéficos para proteger el cerebro y todas sus funciones.

 

El Omega 5 Nanoemulsionado aumenta la efectividad del tratamiento médico

Al respecto, Carlos López Lozano, enlace médico de BioLife, empresa distribuidora del Omega 5 con nanotecnología en México, expresa que “GranaGard es, sin duda, un excelente complemento que coadyuva a proteger las células y, por tanto, a disminuir el proceso de oxidación y ayuda a prevenir enfermedades”.

Además, al ser un complemento nutricional, no un fármaco, no se interpone con ningún tratamiento; por el contrario, el Omega 5 Nanoemulsionado aumenta la efectividad del tratamiento médico, el cual beneficia a los pacientes con obesidad, diabetes, Alzheimer y Párkinson, esclerosis múltiple, entre otras enfermedades.

 

México, un país condenado al olvido

En este contexto, un reciente estudio arrojó que la reducción en la incidencia de diabetes, hipertensión y obesidad (síndrome conocido como diabesidad) impactará en hombres y mujeres de edad avanzada al disminuir significativamente el riesgo de padecer Alzheimer[8].

Si la sociedad, en conjunto con los profesionales de la salud, no enfrenta la epidemia de la obesidad como lo que es, un serio problema de salud pública, el exceso de peso seguirá repercutiendo en enfermedades como diabetes, hipertensión y cáncer entre otras, las cuales irán en aumento, al igual que la incidencia de Alzheimer y demencia. Por tanto, es urgente atender el problema de frente, pues de otra manera, estaremos condenando a la población al olvido por los suyos.

[1] Lin PJ, Yang Z, Fillit HM, Cohen JT, Neumann PJ. Unintended benefits: The potential economic impact of addressing risk factors to prevent Alzheimer’s disease. Health Aff. 2014;33(4):547–54.

[2] Shamah-Levi T, Cuevas-Nasu L, Dommarco-Rivera J, Hernandez-Avila M. Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016. (ENSANUT MC 2016). Inst Nac Salud Pública [Internet]. 2016;2016(Ensanut):151. Available from: http://promocion.salud.gob.mx/dgps/descargas1/doctos_2016/ensanut_mc_2016-310oct.pdf

[3] Rtveladze K, Marsh T, Barquera S, Sanchez Romero LM ari., Levy D, Melendez G, et al. Obesity prevalence in Mexico: impact on health and economic burden. Public Health Nutr. 2014;17(1):233–9.

[4] Barrientos-Gutiérrez T, Zepeda-Tello R, Rodríguez ER, Colchero-Aragonés A, Rojas-Martínez R, Lazcano-Ponce E, et al. Expected population weight and diabetes impact of the 1-peso-per-litre tax to sugar sweetened beverages in Mexico. PLoS One. 2017;12(5):1–15.

[5] Murillo-Zamora E, García-Ceballos R, Delgado-Enciso I, Garza-Guajardo R, Barboza-Quintana O, Rodríguez-Sánchez IP, et al. Regional-Level estimation of expected years of life lost attributable to overweight and obesity among Mexican adults. Glob Health Action. 2016;9:1–8.

[6] Sassi F. Obesity and the Econo Mics of Prevention : Fit Not Fat-Mexico key facts. Oecd [Internet]. 2010;8. Available from: https://www.oecd.org/els/health-systems/46044572.pdf

[7] Whitmer R, Gunderson E, Quesenberry C, Zhou J, Yaffe K. Body Mass Index in Midlife and Risk of Alzheimer Disease and Vascular Dementia. Curr Alzheimer Res. 2007;4(2):103–9.

[8] Lin PJ, Yang Z, Fillit HM, Cohen JT, Neumann PJ. Unintended benefits: The potential economic impact of addressing risk factors to prevent Alzheimer’s disease. Health Aff. 2014;33(4):547–54.