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ABANICO/ IA: por favor no escribas

Por Ivette Estrada

Las letras quedaron sin alma, personalidad ni autenticidad. No es un veredicto fatalista e infundado, es lo que encontramos en Internet, en la voz de las marcas, en la estropeada carrera de los influencers de cartón.

Cada vez encontramos más contenido masivo pero superficial, donde el 89 % de los textos profesionales siguen las mismas plantillas genéricas. Hoy este contenido automatizado inunda internet con textos superficiales y sin alma.

Hoy las publicaciones corporativas repiten fórmulas vacías, los newsletters reciclan consejos genéricos y las «historias de éxito» suenan fabricadas en serie.

¿Cómo encontramos este contenido «degradado»? Las pistas son claras: iniciar con frases motivacionales genéricas, enlistar consejos obvios sin contexto real, carencia de experiencias personales o datos específicos y un tono corporativo uniforme, sin personalidad distintiva.

Y ante esto emerge una respuesta automática: los lectores ignoran las publicaciones artificiales. Se rehúsan a consumir el contenido instantáneo creado en tres segundos por una máquina.

Las métricas del deterioro son contundentes:

  • Engagement: -70 % en contenido detectado como IA pura
  • Tiempo de lectura: 15 segundos promedio (vs. 2,5 minutos en contenido auténtico)
  • Conversión: 0,3 % en CTAs genéricos vs 4,2 % en CTAs personalizados
  • Share rate: 0,5 % para contenido automatizado vs 8 % para historias personales

Para las marcas esto representa:

  • Pérdida de autoridad: las audiencias cuestionan la expertise real
  • Commoditización: la marca se vuelve intercambiable
  • ROI negativo: más contenido = menos resultados
  • Daño reputacional: percepción de «marca perezosa»

Así, las herramientas de IA democratizaron la creación masiva: cualquier marca puede publicar 50 artículos semanales sin esfuerzo humano. Pero el problema real es que los algoritmos de redes sociales penalizan contenido sin interacción genuina.

Entonces los textos «técnicamente correctos» carecen de elementos humanos esenciales: contexto cultural, humor local, experiencias verificables.

Hoy LinkedIn, newsletters y blogs corporativos en LATAM sufren saturación extrema de contenido clonado.

Emerge entonces la gran paradoja: las marcas producen 10x más contenido pero generan 5x menos conexión emocional.

La escasez actual no es de contenido, sino de autenticidad verificable.

En un océano de contenido idéntico, la autenticidad verificable se convierte en tu diferenciador principal. Las audiencias latinoamericanas valoran especialmente las historias locales con contexto cultural específico.

La competencia, entonces, ya no es por volumen sino por conexión. Las métricas cambiaron: importa menos cuánto publicas y más cuánto confían en ti. Un solo post vulnerable sobre un fracaso real genera más autoridad que 20 artículos genéricos sobre «mejores prácticas».

La invitación es clara: por favor volvamos a escribir nosotros, y si se antoja imposible, al menos debemos “curar” lo que escribe la IA. Las letras no deben desaparecer, es imposible que se despojen de la humanidad con las que estuvieron imbuidas a lo largo de los siglos…

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ABANICO/ Autodiseño, trayectoria personal y rumbo

Por Ivette Estrada

Siempre imaginamos la proyección profesional como una línea recta ascendente. Todo planificado, sin virajes ni sorpresas. Hoy encontramos que el paradigma modelo no existe. A lo largo de la vida profesional encontraremos Zigzagueos, recovecos, vuelvas, uno u otro retroceso….nada está definido.

En un entorno profesional marcado por la incertidumbre, el auge de la inteligencia artificial y el derrumbe de los modelos de carrera tradicionales, construir una trayectoria con sentido exige mucho más que talento. Trazar la ruta implica autoconocimiento, determinación y acción.

Se acabaron las rutas predefinidas. Ya no entras en una empresa a los 22 y sales jubilado a los 65. Ahora vivimos cambios constantes: nuevas profesiones, sectores que desaparecen, tecnologías que revolucionan todo… Ante esto debemos adoptar otra mentalidad. Ya no se trata de planificar un camino recto, sino de aprender a moverse con soltura por un entorno cambiante, lleno de giros y decisiones. Implica autoliderazgo.

Es decir, dejar de mirar hacia fuera y empezar a mirar hacia dentro. Si antes la vocación era elegir lo conveniente, ahora es momento de replantear la vida que esperamos tener.

En este diseño, cuanto más avanza la tecnología, más valiosas se vuelven las competencias que solo los humanos podemos ofrecer como la empatía, creatividad genuina, sentido ético, intuición, liderazgo…todo lo que no puede replicar un algoritmo. Entonces, lo que diferencia a un profesional de otro es su adaptación al cambio, pero también su capacidad de aprender y liderar…

Los conocimientos técnicos ya no son trascendentales. Lo que marcará la diferencia es nuestra capacidad de conectar, comunicar, tomar decisiones complejas con criterio humano. Por eso no se debe competir con la máquina en lo que hace mejor. Se debe desarrollar todo que te hace único como ser humano. En la era de la IA, uno determina su propósito, el para qué e incluso autogestionar el liderazgo.

El nuevo liderazgo es más humano, implica hacerlo desde la autenticidad, cercanía e inspiración. Hoy, un buen líder no es quien da órdenes, sino quien genera contextos de confianza, impulsa la autonomía y da sentido al trabajo colectivo. Las nuevas generaciones no siguen jerarquías, siguen ejemplos. Y eso exige un tipo de liderazgo mucho más consciente.

Ahora, tener un propósito no garantiza el éxito inmediato, pero sí que las decisiones tengan sentido. Aunque alguien acumule muchos títulos y experiencia, debe saber para qué hace lo que hace. Debe crearse una herramienta de dirección

Decidir no es elegir lo perfecto, sino lo alineado contigo en ese momento. En mis formaciones suelo trabajar mucho el concepto de “acción coherente”: da un paso, pequeño si hace falta, pero que te acerque a quien quieres ser. No necesitas saber toda la ruta para avanzar. Requieres claridad en el próximo metro y valentía para recorrerlo. Sólo eso.

 

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ABANICO/ En la cárcel mental

Por Ivette Estrada

Los cambios sociales y culturales explican la mayor incidencia de enfermedades mentales a nivel mundial, dice Jorge Alberto Piña Quevedo, psicoterapeuta.

“La vida moderna crea estilos de vida más solitarios, particularmente en las ciudades. Actualmente, hay un enfoque especial en el «YO» y el éxito personal debilita el apoyo comunitario y familiar. Además, se pasa menos tiempo en entornos naturales, lo que se relaciona con el aumento de la ansiedad y la tristeza”, dice el también autor de tres libros.

Jornadas de trabajo largas, precariedad económica y desequilibro emocional; además de constante exposición a noticias negativas y uso desmedido de las redes sociales generan fatiga mental y sentimientos de impotencia.

Depresión y ansiedad son multifactoriales y en ellas incide la falta de sueño por el uso excesivo de pantallas, particularmente en la noche, lo que interfiere en la calidad del sueño, un factor importantísimo en la salud mental.

Pero una causa no reconocida en el incremento de las enfermedades mentales como depresión y ansiedad tiene una raíz económica, una acuciante inseguridad aunada a desempleo. Es la sombra permanente de la que nadie parece hablar o relacionar directamente con los ascendentes índices de depresión y ansiedad.

En México, en 2020, la ansiedad se presentaba leve o moderada en 30% de la población, pero en 2025 la cifra ascendió de 30 a 35% y ya se contabiliza como severa mientras la depresión en 2020 era de 25% y ahora es de 32.5, de acuerdo a cifras oficiales.

Para Piña, la falta de acceso a servicios de salud mental también es un detonante importante “al igual que el miedo al futuro, y es que los desastres naturales y el cambio climático generan angustia colectiva”, refiere el también experto en fibromialgia o dolor musculoesquelético generalizado.

Independientemente de que ahora más personas buscan ayuda y se atreven a hablar de su malestar, con lo que las cifras de registros aumentan, los casos de depresión y ansiedad son la respuesta colectiva a “un mundo hiperconectado que a la vez está emocionalmente fragmentado”, dice Piña Quevedo.

Vivimos entonces una paradoja: al mismo tiempo que sobrecargamos nuestro sistema nervioso, nos desconectamos de los demás y de nuestro entorno natural.

Esto se evidenció durante la pandemia del COVID-19, cuando se cortaron los vínculos humanos básicos. “El distanciamiento físico y la cuarentena afectaron profundamente a personas que ya lidiaban con ansiedad, depresión y sociedad. Para muchos, el hogar se volvió una jaula, particularmente en contextos de violencia doméstica y/o hacinamiento”.

Así, “el suicidio en la gente joven es un grito ante un mundo sin sentido” mientras en las personas mayores lo que se pierde es el sentido de la vida que ya se tenía. El retiro laboral, muerte de seres queridos, soledad y enfermedad física hacen que una persona mayor sienta que ya no tiene propósito…

Jorge Alberto Piña Quevedo ofrece estas soluciones:

Botiquín contra la ansiedad.

– Inhalar profundamente por la nariz en cuatro tiempos; sostén el aire seis tiempos y exhala de manera suave por la boca en cuatro tiempos otra vez. Conviene hacerlo al menos un par de minutos.

-Caminar lentamente y observa cada paso. Si lo prefieres estírate como acabando de despertar.

– Anclaje sensorial o mirar cinco objetos que tengas a la vista, tocar cuatro cosas que puedas, escucha tres sonidos en el entorno, percibir nítidamente dos olores, comer una cosa que puedas saborear

Consejos generales para prevenir las enfermedades mentales.

– Dormir bien, sin pantallas al menos media hora antes. Entre siete y nueve horas.

– Construir y conservar vínculos seguros.

– Atender las emociones y no suprimirlas

– Ejercitarse de manera regular.

– Dedicar tiempo a lo que nos gusta.

– Procurar tener una vida organizada. No rígida pero sí con estructura.

– Moderar el uso de las redes sociales y la tecnología.

– Buscar la forma de expresar tu mundo interno a través de alguna expresión creativa.

 

SEMBLANZA:

Jorge Alberto Piña Quevedo

Maestro en Psicoterapia Ericksoniana

Maestro en Clínica y Salud Mental.

Niveles I y II de EMDR

Entrenado en Psicoterapia Junguiana en México, en Chicago y en Küsnatch, Suiza del año 1995 al 2008.

Desde hace más de 20 años se dedica a la psicoterapia de Adultos, adultos jóvenes y parejas, pero además ha utilizado una buena parte de su tiempo a la investigación psicológica y fisiológica de la Fibromialgia.

Ha escrito tres libros:

«El silencio de Leah», que es el relato de un caso hasta su resolución.

«Me extraño a mí mismo», que es una invitación a la exploración e integración de todas nuestras partes para ser completos. Tal vez como dijo el Dr. Jung, no mejores, pero sí más completos.

«Fibromialgia. Cuando el cerebro te engaña». Que es su propuesta del origen del padecimiento y la exposición de su tratamiento.

Acerca de la fibromialgia tuvo la oportunidad de presentar su tesis de maestría titulada: «Fybromialgia. Parallel between Myth and Illness» en la Universidad de Essex a la que fue invitado por la facultad de psicología de esa institución en el año 2001 y posteriormente, en Chicago durante la Convención Internacional de Psicoterapia en el año 2005.

 

 

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ABANICO/ El poder de las redes

Por Ivette Estrada

Las redes no solo conectan personas: Multiplican posibilidades. Con ellas emergen alianzas, visibilidad, mentoría, patrocinio… y hasta inspiración inesperada.

Para ampliar y diversificar las redes sociales de forma estratégica, se necesita:

Definir el propósito y audiencia. Esto implica analizar el tipo de conexiones que se buscan, si se trata de aliados, mentores, patrocinadores o colaboradores. También determinar los temas a visibilizar. Aquí aparece un gran abanico de opciones: transparencia fiscal, innovación social, liderazgo ético….

Esta acción previa es necesaria para construir una red coherente y alineada con nuestro propósito.

El segundo paso es diversifica plataformas y espacios. Debe considerarse esto:

LinkedIn: ideal para posicionarse como experto y conectar con líderes.

Twitter/X: útil para seguir conversaciones sectoriales y participar en debates.

Womenalia o Xing: redes profesionales con enfoque en liderazgo femenino o europeo.

Telegram o Substack: para crear comunidad en torno a ideas propias.

También conviene analizar la participación en eventos híbridos: conferencias, webinars, círculos de lectura o cafés virtuales.

Por supuesto no se necesita participar en todas las redes, sino las que convengan a tus intereses.

¿No se tienen suficientes contactos? Conviene activar las conexiones “dormidas”. Es decir, reconectar colegas, exjefes, profesoras, aliados de proyectos pasados, compartir una actualización genuina sobre el trabajo que actualmente se realiza y preguntar por el suyo.

Ofrece valor antes de pedir algo: un artículo, una invitación, una idea.

Es importante crear contenido con intención. Por ejemplo, publicar reflexiones, aprendizajes o herramientas como checklist o infografías, participa en conversaciones relevantes: comentar, compartir y preguntar.

Mostrar una voz ética, cálida, estructurada. Esto atrae a quienes comparten nuestros valores.

Por otra parte, debe considerarse presentar personas entre sí cuando veas sinergias. Esto te posiciona como nodo confiable y generoso en la red.

Un consejo crucial es ser estratégica con el tiempo. Esto es, dedica 15–30 minutos semanales a cultivar nuestra red: comentar, escribir, conectar.

Es muy útil usar herramientas como calendarios editoriales o recordatorios de seguimiento.

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ABANICO/ El patrocinador

Por Ivette Estrada

Para catapultar la carrera profesional se popularizan los mentores mientras los patrocinadores aparecen como figuras lejanas, llenas de secrecía y misterio. Son personajes llenos de poder.

Un patrocinador ideal ocupa una posición de liderazgo o tiene acceso a espacios de decisión, su respaldo tiene peso porque es respetado en su entorno, no solo detecta potencial, sino que lo impulsa activamente y sabe cuándo y cómo intervenir para maximizar tu visibilidad.

Tiene un poderoso don: puede conectarnos con personas clave en momentos clave.

A diferencia del mentor, el patrocinador no se enfoca en tu desarrollo interno, sino en posicionarte externamente.

Encontrar un patrocinador sigue un camino menos directo que con la mentoría. Requiere estrategia, visibilidad y reciprocidad.

Es recomendable participar en proyectos de alto impacto, tomar la palabra en reuniones, compartir logros.

Identifica figuras con poder e influencia. Esto implica observar quién toma decisiones, a quién escuchan e, incluso, quién recomienda a otros. Resulta imprescindible, asimismo, construir relaciones de confianza. No se trata de pedir, sino de conectar. Ser consistente, profesional y auténtico.

Es imprescindible entregar resultados, ser confiable y aportar ideas. El patrocinador necesita razones para apostar por alguien.

Y cuando llegue el momento, conviene pedir algo concreto: una recomendación, presentación u oportunidad.

Debe observarse que el patrocinio es una alianza. Entonces se agradece, informa, reconoce. Se trabaja en que sea una relación recíproca y benéfico para ambos.

Ahora, no podemos hablar de patrocinio sin considerar el nexo multiplex. Es una relación entre dos personas (o nodos) que abarca múltiples tipos de vínculos simultáneamente. Es decir, no se trata de una sola conexión, sino de varias capas de relación entre los mismos actores.

Por ejemplo, una persona puede ser colega, mentor y amiga al mismo tiempo. O bien, alguien puede ser tu patrocinador y miembro de tu junta directiva.

Estas relaciones multiplexas son más ricas, más resilientes y suelen tener mayor impacto en el desarrollo profesional y organizacional.

Son nexos importantes porque al compartir más de un tipo de vínculo, se fortalece la relación. La información, el apoyo y las oportunidades circulan con mayor facilidad.

Los nexos multiplex tienden a generar comunidades más sólidas y colaborativas y en contextos como el liderazgo, la mentoría o el patrocinio, tener relaciones multiplex puede amplificar el alcance y la efectividad de nuestras acciones.

 

 

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ABANICO/ Felicidad en el trabajo

Por Ivette Estrada

La salud comienza a percibirse como una realidad holística en la que los cuerpos físico, mental, emocional y espiritual se concatenan y estructuran el bienestar/felicidad que adquiere alcances inimaginados.

Su incidencia va más allá de la productividad: conforma una red en la que aparecen la innovación, imaginación, pasiones y misión. Se convierte en una herramienta estratégica de desempeño, autogestión, crecimiento y lealtad. Es el ingrediente perfecto para el crecimiento personal y empresarial.

Rosalinda Ballesteros, directora del Instituto del Propósito y Bienestar Integral de Tecmilenio, dice que el bienestar es fundamental porque representa un factor estratégico para el éxito y la sostenibilidad de las empresas.

“Invertir en una estrategia de bienestar 360° mejora la productividad, compromiso y lealtad de los colaboradores. También reduce costos”.

El bienestar en los trabajadores tiene un impacto directo y medible en los resultados del negocio como el aumento del 37% en las ventas, mejora del 31% en la productividad,  incremento del 55% en la creatividad de los equipos y reducción del 19% en los errores de producción, comenta la directiva.

-¿Cuáles son los principales consejos o tips que recomiendan para alcanzar la felicidad?

  • Balance vida-trabajo: Fomentar la flexibilidad con horarios híbridos y trabajo remoto. El 73% de las empresas participantes ya ofrece estos esquemas.
  • Estilos de vida saludables: Implementar programas de bienestar físico y mental, incluyendo apoyo psicológico.
  • Equidad y transparencia: Garantizar procesos de promoción justos y accesibles para todos.
  • Plan de carrera: Crear planes de desarrollo personalizados con mentoría y capacitación continua.
  • Escucha activa: Realizar encuestas periódicas (una práctica del 80% de los participantes) para alinear las iniciativas de bienestar con las necesidades reales del personal.

Asimismo, es recomendable que los líderes generen:

  • Conversaciones cercanas: Indagar sobre las necesidades de bienestar del equipo y brindar apoyo genuino.
  • Gestión de cargas de trabajo: Cuidar el balance del equipo para prevenir el estrés.
  • Generar confianza: Mantener cercanía con el equipo, establecer acuerdos y darles seguimiento.
  • Mentoría continua: Utilizar la comunicación efectiva y la escucha asertiva para generar un bienestar genuino.
  • Conectar con el propósito: Ayudar a los colaboradores a entender cómo su trabajo se alinea con sus aspiraciones personales.

Y si, la felicidad en el trabajo se convierte en el factor silente de éxito en las organizaciones.

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Entretelones de la multidisciplinariedad

Por Ivette Estrada

Con doctorados y maestrías en derecho, filosofía, teología, economía, antropología e historia, el mexicano Eber Omar Betanzos, Titular de la Unidad Técnica de la Auditoría Superior de la Federación, personifica la multidisciplinariedad que las grandes multinacionales buscan en sus equipos de trabajo.

La sabiduría es una fórmula que aúna amor con conocimientos, un concepto que se guarda en el inconfesado cajón de las utopías y de repente, el funcionario público lo patentiza en su trabajo y vida.

El maestro en estudios humanísticos, políticas públicas, teoría crítica y derechos humanos que realizó un postdoctorado en gobernanza pública, asegura que en el servicio público todo se reduce al talento, tiempo y oportunidad.

“El tiempo es el que nos permite la maduración personal y profesional para ejercer el poder público, que es una responsabilidad. El talento se genera con la formación académica y la educación desde el hogar. Mientras, la oportunidad emerge cuando alguien cree en ti, como en mi caso el extinto Ministro Mariano Azuela y la jurista Delia Gómez”.

Su interés por diferentes ramas del conocimiento parte de su historia personal. El padre de Omar Eber Betanzos fue maestro normalista de su natal Oaxaca, un trabajo caracterizado por ser multigrado y multidisciplinario.

Ahí se generó mi interés por muchas asignaturas y cosas. Cuando comencé a trabajar, mi primer sueldo era de diez mil pesos, comencé a comprar libros de distintas material y a estudiar formalmente desde los 25 años. Hoy tengo 46”.

_ ¿Sus padres que dicen de sus logros académicos?

_Tengo su apoyo, como todos mis hermanos. Todo ocurre de manera muy natural.

Y natural y sencillas son su afabilidad y palabras con las que comparte recuerdos y puntos de vista.

_“Cuando inicio algo lo termino, como ocurre con los libros que leo”, sentencia con voz serena.

_¿ Por qué su interés en la teología?

_Por la profunda fe que se profesaba en mi pueblo, una religiosidad en torno a la que giraba todo. El sacerdote era una figura presente y relevante. Entonces quise descubrir que estaba atrás de la sacralidad. Ese conocimiento me enseñó algo importante, a respetar los credos de los demás”.

Y en una era donde las ciencias exactas aparecen como columna vertebral del conocimiento, el papel que juega el humanismo resulta trascendental, porque para Betanzos el conocimiento tiene un solo norte: la dignidad humana, la sociedad humanista.

“México debe invertir en ciencia y tecnología, pero no debe soslayar el rumbo social. Los grandes descubrimientos representan los hitos de las revoluciones científicas, pero a lo largo de la historia se muestra que junto a ellos aparecen grandes ejércitos de pobres que requieren más oportunidades. Es la vertiente social”.

Sobre el pensamiento crítico, Betanzos lo configura como una realidad optimista que nos permite transformar las comunidades. “No se trata de una hermeneútica ideológica sino de una posición armónica. No debe de extrañar, entonces, que obras como el drenaje en la Ciudad de México, resultó crucial en esa geografía por su incidencia en la salubridad, más grande y trascendental que otras obras”.

Quien no impone sus puntos de vista y asume que las soluciones siempre son multifactoriales, cree que todas las vertientes del conocimiento deben aplicarse y desarrollarse para solucionar los grandes problemas sociales.

Para Betanzos, la grandeza de un país se establece con territorio, pero también con una población educada.

En países donde existe baja eficiencia en la educación terminal, deben impulsarse modelos económicos que provean la generación de empleos y concatenar los estudios a habilidades de los tiempos presentes. No tratar de establecer matrículas universitarias, sino a instaurar cursos cortos que les permitan ingresos y empleabilidad”.

En un momento en el que algunos países, como México, realizan el ensamblaje último en la cadena fabril, la innovación queda proscrita en el día a día y se posterga invertir en carreras y asignaturas del futuro. “Se carece de incentivos para ello”, comenta el Doctor que asevera que la computación cuántica, exploración espacial y la sustentabilidad son algunas de las carreras se privilegiarán en los próximos años.

El consejo que otorga el Doctor Betanzas a niños y jóvenes mexicanos es que prosigan sus estudios sin importar el modelo que sigan, tanto si se trata de un sistema público o privado.

“Es posible transformar la realidad de lo que uno vive”. Y para ello es fundamental la gratitud con los padres que nos permiten soñar, nuestros mentores que brindan oportunidades y los amigos que nos acompañan, incluso en el momento de nuestra muerte”.

Y sus palabras dejan un hondo ¡eureka!, la posibilidad de transitar realidades acotadas e incluso difíciles, de encontrar oportunidades de expresión y vida, y que el conocimiento, finalmente, sólo tiene valor en la medida en que genera ideas y transforma, no es acumulación ni egocentrismo, es humanidad que vibra, comparte y sirve.

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ABANICO/ Cultura como criba de la innovación

Por Ivette Estrada

El emprendimiento incide en la innovación y el crecimiento empresarial. Sin embargo, existen países y localidades donde aparece “naturalmente” y geografías donde su inmersión es reticente y escasa.

¿En qué tierras flore el emprendimiento? Todo nos remite a las normas sociales.

Los factores culturales determinan el grado de innovación y formación de nuevas empresas. Se basa en el concepto de estrechez-laxitud cultural donde se determina el grado en que las sociedades tienen normas flexibles que toleran la ruptura de las reglas y la expresión individual.

Así, las sociedades con normas sociales más laxas tienden a fomentar tasas más altas de emprendimiento y fomentar la toma de riesgos individuales e innovación». Es lo que priva en países como Estados Unidos y partes de Escandinavia.

La relajación cultural, incide en las actitudes sociales hacia el emprendimiento y la formación de nuevas empresas. Entonces las sociedades que apoyan la expresión individual y asumen riesgos suelen estar mejor posicionadas para impulsar la innovación y generar nuevas empresas e intraemprendimiento.

Las normas sociales más laxas, de manera simultánea, inciden en mayor proclividad a la creación, innovación y generación de soluciones desde la perspectiva individual.

En contraparte, los estados con normas culturales más estrictas, donde se prioriza la estabilidad y conformidad, tienden a ver niveles más bajos de innovación y actividad de startups.

Es verdad que el desarrollo económico, regulaciones gubernamentales y políticas son cruciales para catapultar o no la creación de startups, pero rara vez se asume el rol protagónico que ejercen las normas sociales informales en la configuración de los ecosistemas empresariales y en nuestra propia capacidad de idear soluciones y plantear esquemas de negocio a partir de ello.

Ante la rigidez cultural que actúa como una barrera para la innovación y la formación de nuevas empresas ¿qué podemos hacer?

Generar incubadoras y aceleradoras de startups, pueden crear microculturas de apoyo en entornos más restrictivos. Al crear espacios que celebran la experimentación y la innovación, estos programas ayudan a los fundadores a navegar e incluso superar las normas sociales restrictivas.

Es necesario crear un clima de respeto a las ideas de los otros, abrir márgenes de tolerancia a los errores y premiar las iniciativas. A nivel personal, el salto a la innovación puede comenzar a generarse desde una sencilla premisa: “que tal si …”. Actúa como un desbloqueo del miedo a fallar o equivocarse. Y es un permiso tácito a generar rutas nuevas.

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ABANICO/ Emprendimiento, la asignatura pendiente

“Lo que quieras ver en el mundo, créalo tú”

Por Ivette Estrada

Aunque el emprendimiento se asocia significativamente a una mejor empleabilidad y solo 40 de cada 100 profesionistas en México logran obtener un empleo relacionado con su formación universitaria, no existe un programa holístico y formal que catapulte las startups en todas las universidades del país.

Y aunque el 40% de los estudiantes manifiesta interés en generar un negocio relacionado con su formación profesional, no todos cultivan una mentalidad emprendedora, y muchas tienen que ver con educación, cultura, personalidad y contexto económico.

Las razones del “no” son por la educación tradicional que prioriza la estabilidad laboral sobre la creación de negocios, miedo al fracaso o mantener una zona de confort.

Sin embargo, hay varias estrategias para fomentar el emprendimiento entre recién graduados y mejorar su inserción laboral, como educación emprendedora, mentoría y redes de apoyo, acceso a financiamiento y desarrollo de habilidades clave como fomentar la creatividad, resiliencia y capacidad de gestión para enfrentar los desafíos del emprendimiento.

Conviene entonces difundir casos de éxito y oportunidades para inspirar a más jóvenes a emprender para reducir el desempleo y la informalidad en muchas economías, especialmente aquellas con mercados laborales poco desarrollados o altamente competitivos.

Emprender implica generar empleos, profesionalizar el trabajo informal, diversificar el mercado laboral, adaptarse a cambios económicos, responder a nuevos imperativos sociales y económicos y generar desarrollo social.

Ahora, un taller de generación de negocios adaptado a los estudios profesionales de los participantes podría ser una excelente forma de conectar la teoría con la práctica.

Podría estructurarse de esta manera:

Identificación de oportunidades. Implica analizar cómo cada profesión puede generar soluciones innovadoras en su sector.

Modelos de negocio aplicables. Es explorar esquemas de emprendimiento dentro de cada disciplina mediante el formato de consultorías, productos, servicios, plataformas digitales…

Desarrollo de propuesta de valor. Implica aprender a diferenciarse y aportar soluciones únicas basadas en la especialidad de cada participante.

Estrategias financieras y legales. Conocer costos, fuentes de financiamiento, estructuras legales y herramientas financieras.

Marketing y posicionamiento. La capacitación debe centrarse en branding, redes sociales, captación de clientes y presencia digital.

Si el emprendimiento se incorporara de manera sistémica en la educación universitaria, sin importar la carrera, las materias clave podrían incluir pensamiento crítico y resolución de problemas, creatividad e innovación, administración y modelos de negocio, habilidades de negociación y liderazgo, marketing y comunicación, tecnología y digitalización.

También finanzas y gestión de recursos así como ética y responsabilidad social.

 

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ABANICO/ Deepfakes al desnudo

Por Ivette Estrada

La tecnología basada en inteligencia artificial que permite modificar imágenes y videos de manera hiperrealista, que sustituye rostros o crea escenas falsas, se llama deepfake.

El camuflaje, máscara o “engaño” se empleó desde siempre en la cinematografía, educación o entretenimiento. Sin embargo, ahora reviste intereses oscuros en la construcción -o pulverización- de la reputación.

Esto no es nuevo. Antes de la inteligencia artificial, ya existían formas de alterar la percepción de la realidad mediante diversas técnicas como la edición fotográfica manual, montajes cinematográficos, propaganda y manipulación mediática e incluso el ilusionismo y la magia.

Stalin borraba a sus enemigos de las fotografías oficiales, National Geographic alteró imágenes de las pirámides de Giza para que estuvieran más cerca entre si y se acomodaran mejor en su portada mientras el rostro de Abraham Lincoln se traspuso al cuerpo del político estadounidense John C. Calhoun.

De los nuevos usos del truqueo de imágenes y videos pueden dar cuenta los votantes eslovacos, que escucharon el audio falso de un candidato que hablaba de manipular las votaciones y aumentar el precio de la cerveza.

Hoy el límite entre realidad y virtualidad parecen diluirse. ¿Qué es verdad y mentira? La pregunta es exagerada: La idea de que Internet está inundado de imágenes y videos falsos difíciles de detectar simplemente no es cierta. Los deepfakes de vídeo convincentes son muy difíciles de hacer. Requieren una inmensa cantidad de tiempo, recursos y habilidad.

No se limita a colocar un algoritmo a un video. Incluso para un deepfake de solo voz, se tendría que comenzar con el conjunto de clips (muestra breve de sonido) que no tengan ruido de fondo y que se hablen en el tono correcto para generar un deepfake convincente.

Entonces, si los deepfakes perfectos requieren tanto esfuerzo para crearse, no existirán infinidad de medios sintéticos indistinguibles de la realidad.

Y aquí surge una herramienta no imaginada para develar al deepfake: intuición. Si, aunque suene paradójico en medio de la alta tecnología empleada en este momento, una capacidad eminentemente humana es la que nos “instruye” acerca de la veracidad o no de una imagen o un video.

El mero hecho de ver o escuchar los medios en línea de manera más atenta, permite aprovechar la propia intuición y reducir las posibilidades de creer a un deepfake.

El clérigo Thomas Fuller sintetizó este conocimiento intuitivo como “ver para creer, pero sentir es la verdad”.

Por otra parte, la alfabetización digital y enseñar a las personas a usar las herramientas de IA y  jugar con ellas, puede ayudarlas a comprender de qué son capaces las herramientas y dónde se quedan cortas, lo que hace que las personas detecten mejor las falsificaciones cuando surgen. Las corazonadas y conocimientos son quienes logran desnudar a las deepfakes.