La rumana Simona Halep, exnúmero 1 mundial de tenis, declaró el viernes que “pelearía hasta el final” para demostrar que no tomó de manera consciente una sustancia prohibida, después de haber sido suspendida provisionalmente por dopaje.

Una muestra proporcionada por la tenista de 31 años durante el pasado US Open a finales de agosto mostró rastros de Roxadustat, medicamento que estimula la producción de glóbulos rojos y que se usa en el tratamiento de pacientes con problemas de riñón, declaró la Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA) en un comunicado.

La jugadora rumana, actualmente número 9 del mundo, reaccionó inmediatamente en redes sociales, estimando que el resultado positivo era “el mayor susto de su vida”.

“A lo largo de toda mi carrera, la idea de hacer trampas nunca se me ha pasado por la cabeza ni una vez, porque es totalmente contraria a todos los valores en los que he sido educada”, continuó.

“Pelearé hasta el final para probar que nunca he tomado deliberadamente una sustancia prohibida, y estoy segura de que tarde o temprano la verdad estallará”, continuó.

A finales de agosto, la ganadora de Roland Garros en 2018 y de Wimbledon en 2019 fue eliminada en la primera ronda del US Open por la ucraniana Daria Snigur, salida de la fase clasificatoria.

El 15 de septiembre, después de una operación de la nariz, anunció en Twitter que su temporada había terminado y que no jugaría antes de 2023.