Max, “El héroe de Copoya”, es un perro de raza pitbull que atacó a un presunto ladrón cuando éste entró a la casa de sus dueños para robar.
De acuerdo con medios locales, el pasado 7 de octubre José “N” quiso atracar un domicilio que se ubica en la comunidad de Copoya en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; el hombre logró entrar, pero no contaba que dentro del domicilio se encontraba Max, quien de inmediato se abalanzó sobre el sujeto.
Fueron los gritos de auxilio de José “N” que alertaron a los vecinos sobre lo que estaba ocurriendo, por lo que decidieron alertar a las autoridades y a los servicios de emergencia.
Cuando la ayuda llegó, los paramédicos se percataron que además de presentar lesiones, el sujeto también tenía un brazo parcialmente desprendido, por lo cual decidieron trasladarlo de urgencia al hospital.
Alfredo Ruiz Coutiño Director de Protección y Riesgos Sanitarios del Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez, indicó que Max no sería sacrificado ya que el hombre fue lesionado cuando ingresó sin autorización a la casa donde reside el lomito.
Esto sucedió después de que la familia del presunto ladrón exigiera que Max fuera sacrificado y es que no solo ellos consideraron que el perro fuese sacrificado, también algunos vecinos y, hasta, internautas rechazaron el actuar del canino.
En tanto, el refugio de animales Benito’s House inició una campaña para defender al lomito, argumentando que lo único que hizo fue defender su casa.
Dicha petición fue firmada por todos los amantes de los peludos donde incluso Paulina Peña Pretelini, hija del expresidente Enrique Peña Nieto, compartió en sus historias de Instagram un mensaje en el que apoyó la petición de que Max no fuese sacrificado.
Después de que las autoridades decidieran no darle la sentencia de muerte a Max, los usuarios en redes sociales recomendaron a los dueños del peludo, tapar los huecos que hay en la puerta puesto que, podrían tomar represalias contra la familia e incluso puedan envenenar a Max el lomito.