El, Péndulo de la Política

Por Jesús Maqueda Salinas

Los conflictos entre el servicio de taxis tradicional y los conductores de las nuevas plataformas de servicio de transporte no son nuevos y se han presentado prácticamente en todas las regiones del país. Tampoco los que hemos visto en redes sociales han sido los más violentos, pues ya en el pasado agresiones de este tipo se han visto en la Ciudad de México y recientemente en Cancún, sólo por mencionar algunos.

Se ha optado por cobrar cierto impuesto a estas plataformas que son usadas por los ciudadanos como aplicaciones que se pueden bajar de los teléfonos inteligentes, pero lo cierto es que con cierta frecuencia se pueden localizar estos enfrentamientos en cualquier parte del país. También es cierto que existen muchos intereses de por medio, algunos verdaderamente pesados, que han dejado en cierta indefinición al tema.

Esta misma semana, fue destacada en medios de comunicación de Pachuca, la opinión de una parte del gremio de taxistas de Pachuca que fijan su postura como contraria a la llegada de estas aplicaciones. La polémica no es nueva y cada lapso vuelve a ser actual y se aprecian las diferentes posturas de los diferentes sectores de la población.

Se entiende que los conductores de los taxis tradicionales defiendan sus fuentes de ingresos, pero paralelamente, ¿qué hacen para mejorar un servicio calificado como ineficiente desde hace muchos años, cuando menos en Pachuca? Existen testimonios de los intentos de la autoridad que en su momento trataron de actualizar este servicio cuando menos en la zona metropolitana de Pachuca, pero el pésimo servicio da cuenta de esos fracasos.

Parece que la llegada de la plataforma Uber a Pachuca no es posible cuando menos en el mediano plazo, pero se ha extendido entre la población la posibilidad de llamar a plataformas semiclandestinas en donde es posible contratar el servicio, como opción al uso de taxis de los llamados taxis metropolitanos y a juzgar por las declaraciones en medios, ya han causado cierto velo de amenaza por parte de los “ruleteros” formales.

Pachuca no merece otro problema para sumar a le des fortuna de una administración por demás gris. Con seguridad habrá trasfondos en este tema, pero se debe tener en cuenta el factor seguridad a la hora de abordar un vehículo de alquiler. La cosa no está para menos, es cierto. Pero también es verdad que además de las declaraciones que seguramente irán subiendo de tono en el futuro, los taxistas de Pachuca podrían poner atención a los detalles mínimos de un buen servicio, como lo es el buen trato y el cuidado personal.

El tema da para mucho, pero si en verdad se busca la empatía popular para enfrentar la posible llegada de aplicaciones de transporte en el futuro, los concesionarios de los taxis y los conductores deben anteponer a cualquier interés al usuario, con todo el esfuerzo que ello representa, sólo así despertarán interés a su causa. Y por favor, que la violencia no sea el camino que se elija para dirimir estos conflictos, por el bien del pueblo.

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