Reconocer y aceptar las diferencias entre las personas, admitir que hay distintos estilos de aprendizaje y de enseñanza y asumir que nos encontramos en un entorno intercultural y multicultural, son factores importantes para adaptarnos con éxito a la nueva normalidad derivada de la pandemia.

Señaló lo anterior Jesús N. González Reyes, Psicólogo Clínico, Maestro en Psicooncología y Doctor de Desarrollo Humano, catedrático del Módulo “Todos somos diferentes. Inteligencias múltiples” del Diplomado Renascer, Desarrollo de Habilidades en la Nueva Normalidad.

Las condiciones de vida que tenemos hoy, sea en el entorno educativo o laboral, hacen necesario aprender estrategias para entender y aceptar que hay diferencias entre las personas, diferentes estilos de aprendizaje y enseñanza y distintos tipos de inteligencia, además de reconocer que estamos inmersos en un ámbito intercultural y multicultural.

En el contexto actual, es muy importante reconocer que no hay estilos únicos de aprendizaje ni inteligencias puras, “puesto que unos van entrelazados con otras”. A partir de que surgió la pandemia y durante el tiempo que llevamos en esta nueva normalidad, los estilos de aprendizaje se han ido modificando, por lo que necesitamos adquirir nuevas habilidades y exacerbar las que ya tenemos.

Pero sobre todo, “hay que modificar las habilidades que ya se tienen para adaptarlas a las nuevas medidas sanitarias, a las nuevas medidas de higiene y a las nuevas formas de aprender y de enseñar, por ejemplo en el marco del conocimiento y uso de las nuevas tecnologías de información, que hacen que ahora seamos más autónomos y autodidactas”, añadió Jesús N. González Reyes.

Si bien es cierto, explicó, que años antes de la pandemia ya contábamos con avanzadas tecnologías de la información, lo cierto es que a partir de la pandemia y durante ésta se han potencializado. Así, contextualmente, es muy importante que se comprenda que en este ambiente intercultural y multicultural todos somos diferentes y que, por ello, es menester respetar las diferentes formas de aprender y de enseñar de los demás, para evitar conflictos interpersonales y sociales, que a su vez podrían desencadenar problemas afectivos y emocionales.

Cuando nosotros ampliamos algo que puede ser tan sencillo como un estilo de aprendizaje, y lo trasladamos al ámbito de la existencia, entendemos que es de suma importancia para tener una vida plena y equilibrada, que favorezca el bienestar del ser humano.

También debemos reconocer que, aunque es diferente tener una relación física y tener una relación afectiva, a raíz de la pandemia los vínculos afectivos se dan en cualquier tipo de forma. “Yo puedo tener una relación a distancia y es un vínculo sano, un vínculo de afecto. Así que en las diferencias que todos los seres humanos tenemos y entendemos, vamos a encontrar las formas sanas de vincularnos, de respeto para relacionarnos y con eso poder llegar a una relación de equilibrio, de homeostasis”.