El Real Madrid se dio un baño de multitudes este domingo para celebrar su decimocuarta Champions, culminado con un espectáculo de luz y sonido en el estadio Santiago Bernabéu, tras un recorrido por las calles de la capital española.

La fiesta en el feudo madridista fue la guinda a una tarde de celebraciones presididas por la Copa de Europa, que el capitán Marcelo portó en el Bernabéu.

El brasileño, que acaba contrato, se mostró visiblemente emocionado ante un estadio lleno que coreaba su nombre y tendía los brazos hacia él como rindiéndole pleitesía.

“Es un momento maravilloso de mi vida. Cierro un ciclo aquí, en el mejor club del mundo”, afirmó Marcelo, antes de añadir que “es también un momento de alegría porque hemos ganado una vez más el mejor campeonato del mundo”.

El brasileño acabo abrazado y manteado por todos sus compañeros, antes de cantar todos juntos el himno del Real Madrid y dar una vuelta de honor.

Los gritos de “así, así gana el Madrid” y “campeones” acompañaron las evoluciones del conjunto merengue, para cerrar las celebraciones que habían empezado con un recorrido por las calles de Madrid en medio de los miles de aficionados que saludaban el paso del autobús descubierto del equipo.

‘El Madrid es eterno’

La ‘Orejona‘ hacía de mascarón de proa del autobús merengue, desde el que los jugadores saludaban a los aficionados.

“Esta Copa será recordada como una de las más grandes de la historia de la Champions”, afirmó el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, al ofrecer la Copa en la sede del gobierno regional madrileño ante la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, hincha del equipo blanco.

“El Madrid es eterno y ahora a por la decimoquinta“, añadió el presidente merengue.

Este acto fue una de las escalas del recorrido del equipo, que también visitó la catedral de la Almudena, antes de dirigirse al ayuntamiento de Madrid, donde los capitanes capitanes del equipo Karim Benzema y Marcelo entraron juntos la Copa de Europa.

En medio de gestos de alegría y complicidad, fue recibida en el consistorio por el alcalde, José Luis Martínez Almeida.

“Habéis ganado 14 Copas de Europa, que se dice pronto. Qué difícil nos lo ponéis a los que no somos del Real Madrid”, bromeó el alcalde madrileño, hincha confeso del Atlético de Madrid, que aceptó la camiseta de regalo del equipo blanco, pero prefirió no ponérsela.

Marcelo viste a Cibeles

Desde el ayuntamiento, los jugadores se dirigieron a la fuente de Cibeles, el emblemático lugar de celebración de los madridistas, donde decenas de miles de personas recibieron a los jugadores.

“Sin vosotros no hubiéramos conseguido esta copa”, arengó Dani Carvajal a los hinchas reunidos en torno a una Cibeles vallada y separada de los aficionados por un perímetro policial.

Marcelo se encargó, como manda la tradición, de poner una bandera y una bufanda la diosa, ante el delirio de los miles de madridistas.

El brasileño levantó por última como merengue la Copa de Europa sobre la Cibeles.

El monumento ya había sido el centro de reunión de unos 400 mil aficionados, según la delegación del gobierno, en la noche del sábado para celebrar la consecución de la 14ª Copa de Europa del Real Madrid.

Tras la visita a Cibeles, los jugadores se dirigieron al Santiago Bernabéu jaleados por los aficionados a la largo de la Castellana, la principal arteria de la capital española.

En su feudo, el equipo será el centro de un gran espectáculo para clausurar una exitosa campaña, que además de la Champions, incluyó la 35ª Liga de los merengues y la Supercopa de España.