Por Alan Ramírez Flores, CEO de Coperva

El papel desempeñado por los directores financieros (CFO) evoluciona rápidamente. Expande su alcance y requiere nuevas capacidades y mayor colaboración con sus pares de C-suite.

Actualmente, muchas empresas restructuran sus modelos de negocio, y los líderes financieros exploran cómo acelerar el cambio. Son las puntas de lanza para empresas más ágiles y resilientes. No se trata de un involucramiento tradicional acotado en los costes de la transformación de una gestión. Tiene una gran relevancia en la digitalización y en las distintas áreas que ésta involucra.

Por ejemplo, los ESG o gobierno ambiental, social y corporativo, tienen un gran peso en las organizaciones actuales y un peso crucial en distintos indicadores financieros como el ROI. ESG ya resulta crucial para los inversores, y esto va más allá de los informes, se convierte en el eje central de la conversión de políticas, actuaciones y decisiones de la gestión corporativa.

En esta gran espiral de cambios se ve una demanda creciente de directores financieros con una formación integral, en la que sobresalen el dominio de la ciencia de datos y la ingeniería. Asimismo, la intersección entre las finanzas y la estrategia es más relevante que nunca, y aparece en el ciclo presupuestario.

Por otra parte, la planificación y el análisis financiero son ahora muy relevantes para la habilitación de decisiones.

Los equipos de finanzas deben utilizar las herramientas y capacidades adecuadas para la medición y el seguimiento de las señales de alerta del negocio.

Estamos en un gran momento de cambio de los CFO. Vemos cada vez más la bifurcación de la función financiera. Una es la especialización extrema y al otro laso del espectro están los roles de habilitación de decisiones. Otras funciones como adquisiciones, TI y bienes raíces a veces tienen sus propios líderes que reportan al CFO.

En sí, desde 2018 aumenta sustancialmente la automatización de procesos robóticos y el análisis financiero avanzado.

Ahora, el impacto de la digitalización en los procesos básicos, como la gestión de cuentas por pagar y por cobrar, ya resulta común. En cambio, los procesos para los que la tecnología es cada vez más relevante son los que miran hacia el futuro, como la previsión de la demanda o la planificación del flujo de caja. La gestión de escenarios, de inventarios y de riesgos son muy importantes a corto plazo.

Vale considerar que una función de finanzas digitales requiere nuevas habilidades y talento, por lo que una de las actividades más importantes para los CFO ahora es determinar Cómo reclutas, capacitas y retienes el talento digital que puede ayudarte a impulsar el viaje de la digitalización.

Además, para que la digitalización funcione, deben existir dos requisitos previos clave: la estandarización de procesos para la automatización y una visión clara de cómo se capturarán los beneficios de la automatización.

El nuevo enfoque del director financiero es convertirse en un socio estratégico de negocio. No limitarse a ser el “hombre del dinero”, sino quien indaga tendencias y maximiza el potencial de cada área y puesto de trabajo de la organización. Es el indiscutible líder del cambio.