/COMUNICAE/ La automatización financiera se perfila como la herramienta clave para optimizar el cierre fiscal, gracias a su capacidad para reducir el tiempo de tareas manuales, reducir errores y, con esto, acelerar la entrega de resultados
En el apogeo de diciembre, los pasillos de las empresas mexicanas resuenan con la cercanía del cierre fiscal. Es la temporada donde las hojas de cálculo se vuelven más densas y las jornadas laborales se extienden. Sin embargo, la modernidad trae consigo una alianza formidable: la automatización y el cierre fiscal.
La automatización financiera se perfila como la herramienta clave para optimizar el cierre fiscal, gracias a su capacidad para reducir el tiempo de tareas manuales, reducir errores y, con esto, acelerar la entrega de resultados, además de beneficios adicionales como la visualización en tiempo real. Este proceso no solo beneficia a los departamentos contables y financieros, sino que también tiene un impacto positivo en toda la organización. Pues, la automatización puede disminuir los costos operativos hasta en un 30%.
La adopción de tecnologías de automatización resulta en una reducción del tiempo dedicado a tareas contables. Un caso práctico específico menciona que la automatización ayudó a ahorrar 45 horas a la semana en tareas de contabilidad, lo cual incluye la sustitución de un sistema de informes de gastos y hojas de tiempo basado en correo electrónico por un formulario estandarizado, eliminando así la necesidad de trabajo manual.
La precisión es otro beneficio cuantificable. Con la automatización, el margen de error en los reportes financieros se reduce drásticamente. Se conoce que la entrada manual de datos tiene una tasa de error del 1%, errores que se eliminan con informes financieros automatizados, asegurando así la precisión de los documentos.
Además, la automatización ofrece una integración en tiempo real de todas las transacciones financieras. Esto significa que los estados financieros reflejan la situación actual de la empresa, permitiendo una mejor toma de decisiones estratégicas. En un entorno económico tan volátil como el actual, contar con información precisa y al momento es invaluable.
La tecnología de automatización también promueve un entorno de trabajo colaborativo. Plataformas como la nube permiten que los equipos de trabajo accedan a la información necesaria desde cualquier lugar, facilitando la revisión y aprobación de documentos financieros de manera ágil y segura, algo esencial en tiempos de trabajo remoto.
No obstante, la adopción de la automatización no está exenta de desafíos. Requiere una inversión inicial y un cambio en la cultura organizacional. Las empresas deben estar dispuestas a capacitar a su personal en el uso de nuevas tecnologías y a adaptarse a nuevos procesos de trabajo.
En un contexto donde la eficiencia y la precisión son vitales para el éxito empresarial, plataformas innovadoras como Listo.mx emergen como aliados estratégicos para las corporaciones mexicanas. Ofreciendo una solución integral que permite digitalizar y centralizar la información financiera en un solo lugar, Listo.mx facilita una conexión directa con el SAT, asegurando el cumplimiento fiscal sin complicaciones. Además, su compatibilidad con diversos softwares de gestión empresarial garantiza una integración armónica y un flujo de trabajo sin interrupciones, consolidándose así como una opción confiable y de resultados convenientes para la modernización contable en México.
En conclusión, más que aliados, la automatización y el cierre fiscal se han convertido en mejores amigos para las empresas mexicanas. La automatización trae consigo un cúmulo de beneficios cuantificables que van desde la eficiencia en el procesamiento de datos hasta ahorros significativos en costos y tiempo. Estos avances permiten que las empresas no solo enfrenten el cierre fiscal con mayor confianza, sino que también se posicionen estratégicamente para el futuro. La evidencia es clara: invertir en automatización no es un lujo, sino una necesidad imperativa para mantenerse relevante y competitivo en la era digital.
Fuente Comunicae