Corrupción es el verdadero cáncer de México, a través de los años ha plagado como una enfermedad sucia y mortal que carcome desde las esferas más bajas, hasta los grandes estratos, es gracias a la corrupción que personas como la Garci-Crespo siguen impunes y sin freno aparente, pagando favores políticos con las mujeres que obliga a prostituirse.
La vieja costumbre de los políticos que acostumbran a recibir favores sexuales a cambio de ciertos favoritismos, ha sido utilizada por la Garci-Crespo desde antes que llegara a la diputación federal; es más, se dice que fue gracias a esos favores que terminó de amarrar su curul, pero, sin duda, eso no sería posible si el árbol, no tuviera las ramas más torcidas de lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador se atreve a reconocer.
Quizá el intento revitalizante de Morena por “limpiar la casa”, fue sincero en un principio, pero hoy suena como un cuento de hadas que solo pasa en la imaginación del presidente y de sus funcionarios, quienes por un lado prometen y se jactan del apoyo al pueblo, como la señora presidenta de Morena, y al dar la vuelta, se dedican a prostituir mujeres, jugar apuestas y amenazar de muerte.
A cambio de ciertos “favores sencillos” como evasión de impuestos y otros más complejos como las acciones, fuera de la ley, que han manchado el juicio hereditario de la empresaria avícola Socorro Romero Sánchez, la política se asegura una relación de privilegios que, hasta el día de hoy, la mantiene en una posición de privilegio e impunidad.