En las campañas políticas que están por empezar, la inteligencia artificial puede ser utilizada de manera vil y vulgar para el robo de identidad e intentar confundir, engañar y defraudar a miles de personas, advirtió Ricardo Monreal.

Las deepfakes se generan con aplicaciones que adulteran audio, imagen y escenarios de una persona o un evento, explicó en un texto difundido en redes sociales.

Expuso que las fake news o noticias falsas son asunto del pasado. Lo nuevo son las deepfakes o mentiras profundas, subrayó.

El ex gobernador de Zacatecas destacó que para esas maniobras cibernéticas se apoyan en los recursos de la inteligencia artificial que, bien llevada, es un instrumento útil en el aprendizaje, la enseñanza y la educación, pero mal utilizada se convierte en una perversión, una manipulación y un engaño monumental, resaltó.

Opinó que un campo en donde las deepfakes han encontrado cobijo y crecido como la espuma es la política. Cayeron como anillo al dedo para un nuevo tipo de guerra sucia: la digital.

Monreal Ávila refirió que, en Estados Unidos, por ejemplo, han lanzado deepfakes contra el expresidente Obama y el candidato Trump, así como contra otros personajes de la vida pública.

En México, abundó, el pasado fin de semana circuló una contra Marcelo Ebrard; se trató de un audio con su voz en el que llamaba a sumarse a un partido y a una aspirante de la oposición. El equipo del excanciller salió a desmentirlo.

El senador con licencia estimó que seguramente vendrán más deepfakes, a medida que avancen las campañas políticas en nuestro país, por lo que habremos de estar listos para no irnos con la finta, para no caer en el engaño, dijo.

Manifestó que además de esa modalidad de recursos ultrafalsos, la guerra sucia digital que se avecina utiliza otros que debemos poder reconocer.

Por ejemplo, señaló Ricardo Monreal, el algoritmo del odio y el algoritmo del miedo, que consisten en identificar, retroalimentar y expandir todos aquellos sentimientos de rechazo, discriminación y extinción que se expresan en las conversaciones en las redes, a fin de que las y los candidatos hablen sobre estas amenazas y obtengan las simpatías de potenciales electores.

Esto, aunado a granjas de bots, guerra de guerrillas entre cuentas orgánicas y erupciones en cadena de fake news, recursos que habremos de ver en la elección más grande y polarizada, o politizada, de nuestra historia, sentenció.

Pidió que, en tiempos de deepfakes o falsedades profundas, es necesario validar la información antes que lamentar.