Cuatro militares involucrados en la muerte de cinco jóvenes en Nuevo Laredo, Tamaulipas, fueron ingresados a la prisión del Campo Militar 1-A, cerca de la sede de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Los militares enfrentan acusaciones de desobediencia por parte de la Fiscalía de Justicia Militar.
Cabe destacar que los cuerpos de los jóvenes fallecidos dieron positivo en la prueba de radizonato de sodio, lo que indica que tuvieron contacto con armas de fuego.
Los fallecidos estaban presuntamente ligados a células del Cártel del Noreste, una escisión de Los Zetas, controlado por la familia Treviño Morales.
La Sedena afirmó que no habrá impunidad en este caso y que las investigaciones continúan en los fueros militar y civil.
Otros 16 elementos que no dispararon se encuentran en Nuevo Laredo y siguen trabajando.