“Ése es el absurdo al que nos enfrentamos, el uso de la ley para degradar al cristianismo y, en el fondo, reprimir la libertad religiosa y de pensamiento que empujan a la fe a nueva época de las catacumbas”, afirma la Iglesia ante los embates por el financiamiento de manifestaciones de fe y el alma religiosa de la gente en Chocholá.

Pobladores de Chocholá sufren en pleno siglo XX y de la era digital “una moderna persecución religiosa al estilo Kanan Derechos humanos”, donde según dicen no es contra la fe y la religión, sino más bien por el origen de los recursos, al estilo de las ONG´s que reciben recursos de gobiernos y organizaciones extranjeras, y ahora aplican y cuestionan  de esa forma al pueblo de Chocholá.

A dos años y unos días del mes de diciembre, cuando se viven las festividades del nacimiento de Cristo y de Año Nuevo, el pueblo de Chocholá defiende su fe y tradiciones, encarnadas en la cultura popular, que dan origen a una religiosidad que vertebra al pueblo sencillo y fiel.

La gente da testimonio  de que a  través de la religiosidad popular es como el pueblo se evangeliza, se organiza y lucha continuamente, y de que se ha defendido hasta con su vida de quienes quieren arrebatar parte del alma de un pueblo, y es lo que ahora sufre el municipio de Chocholá ante el atentado contra su fe, religiosidad popular y tradiciones, pues pretenden imponer la ley para prohibir lo que en más de dos mil años han festejado en el mundo católicos y no católicos: el nacimiento de Cristo, y de diferentes maneras, según sus costumbres, se manifiestan.

Llama la atención que ahora la organización Kanan Derechos Humanos cuestione los recursos que se destinan para que el pueblo viva su fe y religiosidad popular, en una celebración que ha perdurado más de dos mil años. Por lo visto tendrán que recurrir a auditar los miles de años que se han celebrado las navidades con nacimientos en tantos países, estados, gobiernos y municipios. Es por eso que ahora Kanan está entrampado y se victimiza después de sus acciones legaloides agrediendo y ofendiendo a todo un pueblo, donde también han denunciado que el amparo interpuesto por Kanan es un abuso y pareciera tener intereses políticos o formas de protagonismo que afectan a todo un pueblo.

Cabe precisar que la religiosidad popular pone en relación las expresiones populares de la fe y los misterios centrales de la vida cristiana, y el alma de la fe de los pueblos en todo el mundo.

Cada porción del Pueblo de Dios, al traducir en su vida el don divino según su genio propio, da testimonio de la fe recibida y la enriquece con nuevas expresiones que son elocuentes. Lo ha afirmado el Papa Francisco.

Kanan Derechos Humanos ahora esta entrampado; se victimiza, busca “quien la pague”. Se contradice con su misión al asegurar tener enfoques integrales para el fortalecimiento de actores sociales y la consolidación del respeto por la dignidad humana … Hay que preguntar entonces si el pueblo agredido carece entonces de dignidad humana; dónde esta la Dignidad del pueblo que es quien resulta afectado.

Y según dicen en Kanan Derechos Humanos, “queremos transformar las estructuras de desigualdad, para el respeto y garantía de los derechos humanos de las personas. Promovemos y defendemos los derechos… y entonces a quienes ataca y demanda no tienen derechos humanos. Sabemos que los derechos humanos son universales y toda persona los tiene y por nada ni nadie deben ser violentados y menos por una organización civil que dice defender los “derechos humanos de la gente y de un pueblo”.

Desde el 2020, Chocholá sufre y qué necesidad tenía su gente de que por unos cuantos ahora quieran arrebatarle lo que es su fe, su religiosidad y tradiciones que han vivido desde sus ancestros. La asociación civil yucateca Kanan Derechos Humanos interpuso en diciembre de 2020 un juicio de amparo contra el municipio de Chocholá por la colocación de adornos alusivos a la Navidad y el Nacimiento de Jesucristo en espacios públicos significativos, lo que a su consideración vulnera el Estado laico y discrimina a los que no son católicos.

Embates por el financiamiento de manifestaciones de fe y el alma religiosa de la gente en Chocholá.
Nacimiento de Cristo.

Ahora ante lo evidente del amparo Kanan Derechos Humanos se victimiza y dice recibir amenazas por amparo sobre nacimientos en Chocholá, ante lo cual analistas denuncian que estas posturas son adelantarse a atajar el sentir de “un pueblo agredido”; y tratan de manipular con un doble discurso. Dicen que no buscan que se prohíban las manifestaciones religiosas, pero en el fondo, al no tener recursos donde la gente del pueblo no tiene dinero, por consecuencia no podrá manifestar su fe ni realizar sus festividades religiosas…

Kanan Derechos Humanos tomó esta actitud y postura luego de que el pasado 9 de noviembre la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) pospuso la discusión sobre nacimientos en el espacio público en Chocholá, por su carácter religioso. La asociación de Kanan Derechos Humanos concientiza que esto no significa la prohibición de manifestaciones religiosas y denuncia que han recibido amenazas. “Consideramos importante informar, puesto que la falta de claridad ha conllevado a las diversas amenazas de daño físico, acoso y hostigamiento a distintas personas, incluyendo a nuestra organización, por lo que consideramos hacerlo”.

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Cabe destacar que toda acción tiene una reacción y fue lo que generó violencia, hostilidad a un pueblo, y ahora Kanan denuncia que son en su contra. Saben muy bien que su actuar contra todo Chocholá es la hostilidad que iniciaron, y como dijo AMLO, el presidente de la República, “el pueblo no es tonto”; el pueblo es sabio y ya no se deja. Por eso Chocholá se defiende y realmente es el pueblo el que está amenazado, hostilizado y acosado.

La Iglesia Católica por su parte defiende que por fe y justicia a los pobres les dejen colocar nacimientos en espacios públicos tras queja ciudadana en Chocholá, Yucatán.

En su editorial, el Centro Católico Multimedial (CCM) afirmó que las ideas detrás del amparo sentencia infieren una idea torcida y obtusa en cuanto al significado de un símbolo como violatorio del derecho a la libre personalidad.

Alegó que este rechazo responde a un auge reciente de la idea de que los símbolos son agraviantes, mencionando como ejemplo el retirar de las escuelas los crucifijos por considerar que la educación debe ser ajena a “fanatismos religiosos” supuestamente alienantes.

“Ese es el absurdo al que nos enfrentamos, el uso de la ley para degradar al cristianismo y, en el fondo, reprimir la libertad religiosa y de pensamiento que empujan a la fe a nueva época de las catacumbas”.

Reconocen lo complejo del tema y atentar contra la religiosidad y fe de un pueblo.