El embalaje -también conocido como packaging- tiene como objetivo principal proteger el producto de cualquier daño que pueda sufrir durante todo el recorrido hasta el punto de entrega en tienda, o con el usuario final. Hasta hace unos años, pequeños y grandes negocios consideraban que el desempeño del producto era más importante que la apariencia del empaque, pero con el paso del tiempo han descubierto que el packaging puede jugar un rol importante en el éxito de la venta de un producto y ya es considerado como una poderosa herramienta del marketing; derivado del branding y el impacto en la experiencia de compra que pueda generar,

El packaging, tanto en la venta offline como online es una herramienta crucial. En el caso de una tienda física, será el primer acercamiento del cliente al producto; los artículos compiten por la atención del cliente potencial y, a partir de lo que observe, la persona decidirá comprar o no.

En las ventas en línea el proceso es distinto. El primer acercamiento del cliente con el producto será visual pues su contacto será mediante una imagen o video en una tienda online, un marketplace o alguna red social. En este caso, el packaging tendrá un rol primordial en la fase de logística para que el producto llegue al domicilio indicado, y será el primer contacto físico que tendrá el cliente al recibirlo.

‘‘Contar con un buen packaging estimula a clientes potenciales y a nuevos usuarios a captar el producto y podrá ayudar a fidelizarlos, incrementar ventas, generar reconocimiento de marca y afianzar el posicionamiento de la misma; no está de más decir que el producto y el empaque deben de ir de la mano para sostener la idea general que la empresa quiere transmitir’’ comentó Gerzayn Gutiérrez, Head of Brand & Communications en Tiendanube México.

Ahora que el packaging se ha convertido en la carta de presentación del producto, Tiendanube, la plataforma de comercio electrónico que ha digitalizado a más de 100,000 tiendas en América Latina, te comparte 3 factores importantes al momento de pensar si es buena idea o no invertir en cómo luce tu producto en primera instancia.

1.            Atracción

Algunos emprendimientos o grandes empresas llevan a cabo estudios de mercado sobre color, diseño y tipos de packaging con la finalidad de que sus productos sean más atractivos para la audiencia al que va dirigido. Cómo luce un producto puede ser lo que determine la compra o no del cliente.

2.            Promoción

El packaging te ayuda a obtener información acerca del producto. Esta información puede ayudar a incrementar las ventas ya que permite que los clientes potenciales obtengan la información necesaria para realizar la decisión de compra. La información contenida en un empaque puede hacer que el lector compre el producto sin haber tenido que hablar con el vendedor o buscar reseñas sobre este mismo.

3.            Diferenciación

Un buen empaque puede ser un diferenciador de una marca a otra ya que puede personalizarse para tener en nombre, logo y la identidad visual de una empresa, lo cual ayudará a que poco a poco lo vayan reconociendo y se empiece a posicionar una marca en la mente del consumidor clave. Un punto importante es cuidar cuando se quiere hacer un cambio del empaque del producto, pues puede alterar la percepción del cliente hacia la marca, o incluso si es muy drástico puede hacer que el cliente lo desconozca; pero si es un cambio bien realizado, y justificado, puede ser positivo ya que el consumidor puede encontrar alguna mejora.

Estos tres factores pueden marcar una diferencia clave entre usar el packaging a favor de la marca o que se vea como un simple empaque. Sin embargo, cuidar estos detalles puede marcar una diferencia entre cerrar la venta o no. En Tiendanube estamos convencidos que este primer contacto físico con el producto puede ser un diferenciador al momento de buscar crear una experiencia única de compra.