Por segundo domingo consecutivo, la Iglesia católica consideró que «nada justifica la campaña difamatoria en contra del Instituto Nacional Electoral (INE)» ni tampoco se comprende la iniciativa en esta materia propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Además, remarcó que ese cambio constitucional «pretende debilitar» la autonomía del árbitro comicial «y cambiar su estructura poniendo en riesgo nuestra incipiente democracia y las libertades que hemos conquistado como nación mexicana».

En su editorial del semanario «Desde la fe», la Arquidiócesis de México dijo que «hay instituciones en el ordenamiento constitucional que son fundamentales para el desarrollo de la nación (…) son instituciones del Estado Mexicano y no del gobierno mexicano».

Indicó que desde hace más de 25 años, el INE goza de autonomía ante el gobierno y está protegido por el Estado mexicano y que gracias a esta institución el país ha avanzando en su vida democrática «no solo tiene una alta aceptación ciudadana, sino también un merecido prestigio internacional».

La reforma electoral, propuesta por López Obrador, causa polémica porque crearía el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC) para sustituir al INE, órgano autónomo que surgió para quitar el control de las elecciones a la autoridad.

También eliminaría 200 diputados y 32 senadores, reduciría el financiamiento de los partidos políticos y redefiniría el concepto de «propaganda» para que el gobierno se pronuncie durante las elecciones, disposiciones criticadas porque pueden favorecer al actual partido en el poder.

APOYAN A OPOSICIÓN

El órgano católico señaló en su nota que ante esta iniciativa de reforma en material electoral «se han pronunciado con todos los partidos de oposición que ya preparan el debate en el Congreso para defender al INE.

De la misma forma, apuntó, se han manifestado las voces de la sociedad civil organizada en todos los ámbitos de la sociedad, además de la intervención de la Conferencia del Episcopado Mexicano que expresó su «franca preocupación» en un mensaje considerando que esta iniciativa constituye «un agravio a la vida democrática del país».

Precisamente este domingo, decenas de organizaciones civiles se movilizarán en más de 25 ciudades del país para defender INE en la llamada «Marcha por la Democracia» y que tiene como lema «El INE No se toca».

Ante ello, la Iglesia católica dijo que «es la hora de los ciudadanos» y que «no basta con las declaraciones de grupos organizados y de instituciones en general».

Pidió reconocer también la importancia de la expresión pública de millones de ciudadanos que se manifiestan de manera libre y pacífica.

«Salir a las calles, reunirse en las plazas, marchar por los pueblos y ciudades es hacer visible al principal protagonista: el ciudadano», finalizó.