La Fiscalía General de la Ciudad de México descartó que la muerte de dos mujeres, ocurridas en las alcaldías Iztapalapa y Tláhuac, respectivamente, se traten de suicidios, ya que se detectó que las escenas del crimen fueron alteradas.

En conferencia, la fiscal Ernestina Godoy explicó que en el primer caso, un hombre identificado como Jesús “N”, quien fue detenido por policías de investigación tras presentar pruebas de su probable participación en la muerte de su concubina, una mujer de 32 años, en la alcaldía Iztapalapa.

Inicialmente, la víctima fue encontrada con un suéter rodeando su cuello; sin embargo, la prenda no coincide con el objeto que le causó la lesión y posterior muerte.

Jesús “N” refirió que con esa prenda había encontrado a su concubina, explicó Godoy Ramos, quien destacó que este sujeto fue vinculado a proceso por el delito de feminicidio.

Sobre el segundo caso, la fiscal explicó que se acusó a Alejandro “N” de asesinar en 2018 a su pareja sentimental, una mujer de 34 años, en la alcaldía Tláhuac.

“La investigación señaló que posterior a la agresión, Alejandro “N”, alteró el lugar de los hechos y por la vía oral, introdujo alcohol a la víctima, con la finalidad de simular que se trató de un suicidio. Sin embargo, la Fiscalía logró acreditar que la mujer se encontraba en un continuo estado de violencia, tanto física, como moral y patrimonial”, precisó.

Ernestina Godoy dijo que en ambos casos se aplicó la perspectiva de género, lo cual dio un alto valor probatorio al contexto de la violencia, que as víctimas vivían en su relación de pareja.

Detalló que en los dos feminicidios, se revisaron de nuevo los dictámenes, tanto de la necropsia como de las mecánicas de lesiones y de hechos. Señaló que se corroboró que los objetos que presuntamente provocaron la muerte de las víctimas no correspondían con las lesiones que presentaban en sus cuerpos, “con lo que se intentó simular el suicidio”.

“Tras diversas reuniones con peritos de la propia Fiscalía y del Instituto de Ciencias Forenses, y en algunos casos, de otras dependencias, hemos podido y pudimos corroborar que los agentes constrictores, es decir los objetos que usaron para provocarles la muerte, ubicados en el lugar de los hechos, no correspondían con las lesiones que presentaban en sus cuerpos, con lo que se intentó simular el suicidio. “Además, ampliamos los peritajes en criminalística, con lo que se comprobó que la maniobra que se realizó fue homicida, es decir, que otra persona las privó de la vida”, explicó.

Rodrigo “N” fue sentenciado a nueve años y tres meses de prisión, por el delito de violencia familiar, tras agredir de manera física y verbal a su concubina, así como insultar y amenazar a los padres de la víctima, en noviembre de 2018 en la alcaldía Iztapalapa.

Godoy añadió que, del dos y el 15 de abril, fueron llevadas a proceso 52 personas, acusadas de diversos delitos contra mujeres, tras el cumplimiento de 22 órdenes de aprehensión, así como 30 detenciones en flagrancia. De estas, 23 fueron imputadas por violencia familiar, 15 por abuso sexual, nueve por violación, dos por intimidad sexual, dos más por feminicidio y uno por trata de personas.