El expresidente de Bolivia Evo Morales (2006-2019) insistió este domingo en que será candidato en las elecciones generales de 2025 con sigla «prestada» o «regalada» si no funcionan las acciones jurídicas activadas por sus abogados para recuperar el liderazgo del gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS).

«Nosotros vamos a participar en las elecciones nacionales con el MAS si ganamos esta batalla jurídica, si reconocen las normas. Y si no igual, será con sigla prestada, será regalada, eso no es problema«, sostuvo Morales en su programa dominical en la radio cocalera Kawsachun Coca.

El exmandatario aseguró que «el tema de la sigla» para participar en las elecciones generales «no es problema» e instó a sus seguidores a «que no se preocupen de eso«, pero sí a trabajar por «seguir fortaleciendo la unidad» en el oficialismo.

Morales recordó que en la década de 1990 participó en las elecciones con una sigla política «prestada» porque, según dijo, «por instrucción de la Embajada de Estados Unidos» el entonces órgano electoral no aprobó la personalidad jurídica de su partido, hasta que en 1997 el izquierdista David Áñez Pedraza les regaló la sigla del MAS.

El político consideró que «la historia se repite» y acusó a Estados Unidos de estar «usando al Gobierno» de Luis Arce, del que está distanciado, y a la «derecha para eliminar al instrumento político más grande de la historia» de Bolivia.

El exlíder oficialista insistió en que si Arce busca la reelección con el MAS, no obtendrá más del 3 % requerido por ley para que el partido conserve su personalidad jurídica y la sigla desaparecerá.

Morales aseguró que algunos de sus seguidores le dijeron que quieren «renunciar masivamente» al partido después de que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) reconociera como nuevo presidente del oficialismo al dirigente campesino Grover García, afín al Gobierno.

El exmandatario les pidió que esperen a una reunión que tendrá este lunes «a puertas cerradas» para «analizar profundamente» la situación y ver los caminos que se seguirán.

El TSE reconoció hace unos días un congreso realizado en mayo por la facción del MAS afín a Arce que eligió como nuevo presidente del partido a García en cumplimiento de un fallo de dos magistrados del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), despojando a Morales del liderazgo oficialista después de casi tres décadas.

Los mismos magistrados emitieron recientemente una sentencia que indica que las autoridades electas en los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial pueden ejercer solamente por dos periodos, continuos o discontinuos, lo que afecta las intenciones de Morales de ser candidato nuevamente.

Morales ha asegurado varias veces que está habilitado para ser candidato en 2025, lo que rechaza el Gobierno.

El exgobernante insistió este domingo en que los actos del TCP son «nulos de pleno derecho» al considerar ilegal la decisión de los magistrados de prorrogar su mandato y el de los jueces de otras altas cortes bolivianas, que debía acabar a principios de 2024, a falta de las elecciones judiciales que no se pudieron efectuar en 2023.

Arce y Morales están distanciados desde finales de 2021 por diferencias en la administración del Estado, la necesidad de renovar la dirección del MAS y la definición de la candidatura oficialista para 2025.