PULSO

Eduardo Meraz

Tiene razón la chica de la cola de caballo: en las recientes semanas México vive momentos de estabilidad en todos los órdenes: el promedio de asesinatos se mantiene y al ritmo registrado alcanzará las cifras de hace un año, aunque el presidente totalmente Palacio Nacional diga que hubo aumento de homicidios los últimos dos días.

Como de costumbre, cuando se presenta un acontecimiento de violencia exagerada, además de la promesa de investigar a fondo, es el envío de más fuerzas del orden, sin que por ello los decesos disminuyan de manera significativa.

Desde el teatro en atril mañanero, los ataques y descalificaciones a periodistas, integrantes del poder judicial, adversarios; también es constante la violación a las normas y a la Constitución. Su inestabilidad emocional es permanente y siempre niega la existencia de corrupción en su gobierno.

También tiene razón la abanderada de Morena a la presidencia, Claudia Sheinbaum cuando sostiene no ha habido ni habrá gasolinazos. Lo que no dice son los “Pemexazos”, vía transferencia del dinero de los contribuyentes a la petrolera estatal, cuyo monto casi llega al billón de pesos en esta administración.

Asimismo, hay estabilidad en los sobrecostos de las obras emblemáticas y otras realizadas en el sexenio actual. Tanto el Tren Maya como la refinería de Dos Bocas prácticamente costarán el triple de lo originalmente presupuestado, pues de 10 mil millones de dólares estimados al inicio, terminarán representando una erogación cercana a los 30 mil millones de dólares.

Igualmente cierto es que en las adquisiciones de bienes y la construcción de obras, se preserva la política de llevarlas a cabo sin licitación, entregadas a contratistas cercanos a sus afectos, o bien a empresas fantasma, además de reservar la información, para impedir que los mexicanos sepan cómo se gastó su dinero.

El argumento de no endeudamiento ha sido reiterado, aun cuando en los hechos la habrá aumentado en forma desproporcionada. En sus primeros cinco años, la incremento la deuda pública en poco más de tres billones de pesos, y para 2024, año electoral, pretende aumentarla en otros dos billones.

Los actos de gobierno fallidos se han vuelto una constante innegable, al igual que las mentiras sobre los perjuicios causados al medio ambiente y a la salud de los compatriotas. Los claros ejemplos de no derribar un solo árbol para la construcción del Tren Maya y la creación y casi inmediata desaparición del Insabi así lo certifican.

El señor de los sepulcros, ocupante temporal del cercado y envallado Palacio Nacional mantiene estable su postura de no condolerse por el millón de muertos durante cinco años de su gobierno, como consecuencia de sus erráticas políticas en materia de seguridad y de salud.

La regularidad en sus “ponderaciones” -los otros datos- para tratar de demostrar una gestión eficiente, mantienen la misma estabilidad que la mediocre e ineficiente acción gubernamental, al brindar a la población servicios públicos de baja calidad cuando se tiene la fortuna de acceder a ellos.

Inalterable es, de igual manera, sus afanes de militarizar no sólo la seguridad pública, sino también la creación y expansión del “holding” verde olivo en actividades productivas.

Así, la estabilidad presumida por Claudia Sheinbaum, como diría el clásico, no es falsa, pero sí bastante exagerada, sobre todo si se toma en cuenta que las constantes del cuatroteísmo dejarán a México en ruinas.

He dicho.

 

EFECTO DOMINÓ

Cada vez se hace más evidente el interés de Estados Unidos porque México aumente sus esfuerzos para contener la migración y el tráfico de fentanilo. La cancelación de un fondo, parece ser el primer paso de una postura más firme del gobierno estadounidense.

 

[email protected]

@Edumermo