El narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera presentó una solicitud al juez Brian Cogan, a cargo de su caso, para permitir que su esposa, Emma Coronel Aispuro, y sus dos hijas lo visiten en la prisión de máxima seguridad en Florence, Colorado.

En una carta dirigida al juez y obtenida por el diario Milenio, Guzmán argumenta que la presencia de su familia ya no representa riesgos de seguridad ni amenazas al caso criminal.

En su carta, El Chapo menciona que su esposa cumplirá su arraigo hasta el 13 de septiembre de 2023 y después podrá viajar por todo el país debido a las condiciones de su probatoria.

Alega que su esposa y sus hijas son los únicos familiares que pueden visitarlo, ya que su madre y hermanas no cuentan con visas estadounidenses.

El capo recalca que el caso en su contra ha concluido y no hay audiencias programadas, lo que elimina cualquier potencial riesgo de la visita de Coronel. Sin embargo, menciona que los fiscales se habían opuesto anteriormente a estas visitas, argumentando que podrían influir en los testigos.

Guzmán Loera detalla que sus hijas, debido a sus estudios en México, solo podrían visitarlo dos o tres veces al año durante las vacaciones, mientras que su esposa tendría mayor libertad para hacerlo.

Actualmente, Joaquín Guzmán Loera cumple una sentencia de por vida en una de las prisiones de máxima seguridad en Colorado, Estados Unidos.

A pesar de la naturaleza confidencial de su detención, se sabe que su acceso a la luz natural es extremadamente limitado y ha manifestado que enfrenta dificultades para acceder a documentos legales en español y para recibir visitas de su abogada, Mariel Colón.