En una tradición que ya lleva 14 años, un grupo de 35 voluntarios provenientes de la colonia Peralvillo y de Monterrey, Nuevo León, se dedica a ofrecer alimento a los miles de peregrinos que visitan a la Virgen de Guadalupe en su festividad. Este año, lograron repartir más de 35,000 tacos y otros alimentos en una carpa ubicada en la Calzada de Guadalupe, cerca del Eje 2 Norte.

Un menú hecho con fe y amor
Los voluntarios prepararon una amplia variedad de platillos, entre los que destacan:

Chicharrón en salsa roja
Molleja en pasilla
Enchiladas de mole
Huevo con chorizo
Costilla de puerco en salsa morita
Tortitas de pollo en salsa verde
Tostadas de pata

Además, ofrecieron agua de sabores como jamaica, melón, piña y sandía. Todo esto fue servido con dedicación desde las 6:00 de la mañana hasta las 11:00 de la noche.

Mario Villegas, uno de los organizadores, destacó que este esfuerzo implica una preparación de un año. Desde enero, los voluntarios comienzan a ahorrar y en junio realizan un balance para garantizar que puedan adquirir los insumos necesarios días antes del evento.

Solidaridad que alimenta el alma
Dinora Rodríguez, voluntaria, recordó cómo esta iniciativa comenzó con pequeñas cazuelas hace más de una década. Hoy, es un evento masivo que implica la preparación de aproximadamente 20 guisos y el uso de 750 kilos de tortillas, además de 4,000 tacos de tripa e hígado.

Los peregrinos agradecen este gesto. Mariano Hernández, uno de ellos, comentó: «Me parece muy bueno, para los que venimos caminando, un taquito cae bien».

Por su parte, Mario Villegas compartió que el verdadero premio es la satisfacción de ayudar: «Con una o dos personas que nos digan ‘Dios los bendiga’, valió la pena venir».

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