Redacción

 

Un documento enviado a diputados federales de Morena revela como el candidato a la gubernatura de Jalisco por Movimiento Ciudadano, Pablo Lemus Navarro, ha creado una nueva estrategia comercial con los grandes corporativos llamada “Venta Triangular” y tiene por objeto “aprovechar las zonas oscuras” en el proceso para obtener mayores beneficios.
“Ocultar para ganar”, la califican auditores jaliscienses quien exponen que esta técnica de ventas, resalta porque que hoy en día es muy difícil identificar al verdadero comprador, dado que hasta más del 70 por ciento de la operación la manejan unidades tan abstractas y difusas como departamentos de compra, empresas intermediarias, instituciones financieras y, en general, cuerpos corporativos que ni se les puede poner una cara, ni son los verdaderos tomadores de decisiones.

“Todo ese entramado corporativo tiene un objetivo “esconder a la Unidad Autónoma de Decisión”, es decir a la persona que tiene el poder de compra para evitar que el agente comercial lo identifique y ataque sus debilidades”.

Este tipo de triangulación en las operaciones de ciertos actores que han brincado del sector comercial hacia los gobiernos. La infinidad de propiedades que le están apareciendo al gobernador de Nuevo León son un gran ejemplo.

Sin embargo, quizás el caso más emblemático del uso de esta engañosa herramienta QUE Involucra precisamente a Lemus Navarro, quien parece que ha utilizado la triangulación para evitar que se le identifique como la “Unidad Autónoma de Decisión” en una complicada trama que se siguió para desarrollar, irregularmente, tres edificios de cinco pisos en una de las zonas privilegiadas de Guadalajara.

“La razón que permite especular que detrás de ese enredo él se encuentra como el verdadero beneficiario es que participaron sus padres, una empresa fantasma, sus socios comerciales y la constructora consentida con contratos directos por los gobiernos municipales que ha encabezado”.

Se indica que la historia de esta estrategia de engaño, comenzó en 2015, apenas unos meses después, cuando la señora Amada navarro de Anda, mamá del entonces presidente municipal de Zapopan, adquirió un predio con valor de 6 millones 600 mil pesos en la colonia Providencia de la Perla Tapatía. Inexplicable resulta de dónde procedieron los recursos para esa compra, cuando la madre de Pablo Lemus reportaba al fisco ingresos por solo 52 mil pesos anuales.

Cuatro años más tarde, en 2019, la señora y dos de los predios vecinos, vendieron a una empresa denominada Compira SA de CV, que resulta haber sido una empresa fantasma, asentada en una calle de tierra, en una zona marginada, de la ciudad de León Guanajuato. Esa empresa, evidentemente, solo era una fachada porque en 2021 revendió los terrenos e inmediatamente entró en un proceso de liquidación.

El nuevo comprador es también una empresa ligada a Lemus Navarro, la Constructora Terla SA de CV. El punto de encuentro entre el político y la constructora tiene que ver con la cantidad de contratos que esta empresa y otras, vinculadas con su representante legal, Guillermo Lara Ochoa, recibieron contratos por asignación directa de los Ayuntamientos de Zapopan y de Guadalajara encabezados por Pablo Lemus que alcanzaron un monto de 250 millones de pesos.

Fue esa constructora la que finalmente desarrolló las 3 torres en esa zona exclusiva. Y la verdad, parece que buscaron el camino más complicado para hacer su negocio, la triangulación realizada acusa que algo se oculta detrás de ese entramado y, si se toma en cuenta que hay entre todos los actores involucrados un personaje en común, lo que se puede pensar en todos los casos es que en realidad se estaba escondiendo a Lemus como el gran tomador de las decisiones. Al tiempo sabremos para qué se construyó tanto engaño.