El director de Barker Hughes para México y Latinoamérica, Bob Pérez, aseguró que tras revisar los contratos que tienen con Petróleos Mexicanos (Pemex) no encontraron ningún conflicto de interés.

Esto luego de que Keith Schilling, ex empleado de la empresa, rentara una casa en Houston, Texas, a Carolyn Adams, esposa de José Ramón López Beltrán, hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador.

En conferencia de prensa, el director de Barker Hughes indicó que desde que se dio a conocer este tema, la empresa contrató al grupo R. McConnell, quien realizó una revisión para determinar si existía algún conflicto de interés entre las partes.

Los abogados concluyeron ayer la investigación sobre Pemex y Baker Hughes, es un grupo con más de 50 años de experiencia con las leyes mexicanas y las prácticas de Pemex”, dijo.

También explicó que Schilling, dueño de la llamada “casa gris”, nunca participó en actividades relacionadas con México durante el tiempo en el que trabajo en la firma.

Baker Hughes no es dueña de la casa, no tenemos influencia sobre la casa, sobre qué decisiones se tomaron de la casa y no sabíamos de sus trámites de rentar la casa, no es nuestra obligación investigar sobre su vida privada de los empleados”, añadió.

Agregó que no se encontró ninguna conexión entre la casa y la empresa, incluso Schilling no tenía conocimiento de que Carolyn Adams tenía una relación con el hijo de López Obrador.