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El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) se convertirá en uno de los aeropuertos más caros de América Latina y el Caribe ante el aumento en sus servicios aeroportuarios de aterrizaje, plataforma, pernocta, revisión de pasajeros y equipaje de mano (ERPE), advirtió la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA).

La entidad responsable de 160 compañías del ecosistema del transporte aéreo expresó su rechazo ante el inminente incremento del 77%, ya que esto impactará de manera negativa en el aeropuerto capitalino.

Explicaron que el rubro correspondiente al aterrizaje, despegue y navegación es el segundo cargo más pesado dentro de los costos operativos para las aerolíneas mexicanas, sólo después del combustible.

“El incremento en los costos operativos llevaría a que se trasladen esos costos a los pasajeros, resultando en un medio de transporte menos asequible para la población que no solo necesita transportarse por turismo”, puntualizó.

Durante 2022 y en los primeros tres trimestres del año en curso, pese al crecimiento del transporte aéreo mexicano, los gastos de navegación, aterrizaje y despegue representaron el 14% de los gastos operativos.

Con dicho aumento representará el 17% de los gastos, esto si lo demás costos operativos permanecen estables y no presentar variaciones significativas.

También explicaron que el aumento va en contravía de las recomendaciones de la Organización Internacional de Aviación Civil (OACI), entre las cuales exhorta a los Estados a seguir cuatro principios básicos para establecer las tarifas:

  • No discriminación
  • Relación con costos operativos
  • Transparencia
  • Consulta con usuarios

Detallaron que hasta el momento no se tiene claridad de cómo el incremento del 77% está relacionado con los costos de la operación, debido a que no han precisado cómo se obtuvo el cálculo de las cifras ni la contabilidad.

Ante ello hicieron un llamado a que se revise dicha política impositiva, así como escuchar la voz de los usuarios, la cual recordaron es fundamental para la implementación de políticas apropiadas.