A pesar de las acusaciones del Gobierno de México, los fabricantes de armas en Estados Unidos rechazaron ser considerados cómplices de la delincuencia organizada, a pesar de saber que un porcentaje de sus productos forman parte de una cadena de tráfico ilícito que afecta la seguridad en nuestro país.

De acuerdo a un escrito al que tuvo acceso el diario El Universal, las ocho empresas demandadas por México respondieron la acusación del gobierno mexicano y pidieron a un juez de Massachusetts que desestimara el caso.

En el documento puede leerse que “las compañías que venden legalmente sus productos no son cómplices criminales solamente porque supuestamente ‘saben’ que un pequeño porcentaje de sus productos será utilizado para fines ilícitos en algún punto de la cadena de distribución”.

Los fabricantes de armas consideraron que México no tiene derecho a demandarlas por los daños ocasionados por las malas prácticas tras la venta de sus productos que llegan al crimen organizado y negaron que sea su responsabilidad, revela la publicación de El Universal.