El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, desmintió cualquier intervención en el proceso electoral pasado, tras las acusaciones de la excandidata presidencial Xóchitl Gálvez, al tiempo que subrayó su compromiso con la democracia y diferenciándose de sus adversarios políticos.

“No soy igual que ellos, yo soy demócrata, ellos son partidarios de la oligarquía, no de la democracia. Son como sepulcros blanqueados, muy hipócritas. En sentido estricto no son demócratas, ellos no quieren al pueblo, aunque vengan del pueblo, se voltean al pueblo, se vuelven ladinos”, declaró López Obrador.

Además, el presidente expresó su apoyo a la propuesta de reforma de Gálvez Ruiz, que busca tipificar y sancionar como traición a la patria cualquier conducta del titular del Ejecutivo que viole la ley electoral.

“Está muy bien, ya está en la Constitución que el presidente pueda ser juzgado por cualquier delito”, afirmó el mandatario.

Recordó que durante su administración se implementó una reforma constitucional que permite juzgar al Presidente sin necesidad de fuero.

López Obrador también criticó a sus adversarios por utilizar la palabra “democrática” de manera inapropiada, acusándolos de ser clasistas, racistas y discriminadores.

El comentario se produjo en referencia a la iniciativa presentada por Gálvez el miércoles en el Congreso, que propone juzgar al Presidente y a futuros mandatarios por “traición a la patria” si interfieren en las elecciones, como se alegó que ocurrió el pasado 2 de junio.

La senadora del Partido Acción Nacional (PAN), Xóchitl Gálvez, propuso adicionar el artículo 123-Bis al Código Penal Federal, introduciendo nuevas sanciones para el jefe del Ejecutivo federal en caso de vulnerar los principios electorales.