Para quienes piensen que el caso del pleito por la herencia de la Señorita Socorrito Romero Sánchez, sólo le interesa a sus familiares y a los usurpadores que pretenden adueñarse de la herencia. Nada más equivocado que tal afirmación simplista.

Se ha perdido la cuenta de los delitos cometidos por la Garci-Crespo en el caso de la Señorita Socorrito Romero, la hija más querida de los tehuacanenses. Gracias a la trascendencia de estos ilícitos, el caso ha tomado proporciones mayúsculas.

El abuso de poder de la tía monina, como la ha llamado recientemente la fila de detractores que se ha ganado tras su mala fama, ha generado consecuencias de proporciones mayúsculas.

Lo realmente importante es la gravedad del abuso del puesto público que la Monina ha propinado a la figura de Socorrito Romero Sánchez, la Señora Estela Romero, sus hijos Miguel y Alfonso, la imagen y prosperidad del Grupo Financiero Socorro Romero y los trabajadores que ahí laboran.

La disfuncional funcionaria ha atentado contra los derechos humanos de todos los involucrados citados. Ignorar la última voluntad de la Señorita es la primera violación humana. La segunda son los perjuicios contra la verdadera heredera, Doña Estela. Sus hijos, los Romero Celis, también se han visto moral y económicamente afectados con la persecución de la que han sido objeto.

Mientras la empresa ha sufrido de intromisiones de la diputada en su calidad de funcionaria del Estado. Auditorías ilegales y desaparición de documentos administrativos, son parte de las consecuencias de esta arbitrariedad.

Sin contar con los perjuicios a la imagen de la empresa y la pérdida de solidez y credibilidad empresarial en el rubro de negocios, ocasionados por el conflicto entre los bandos. Si la empresa se afecta, la economía regional también tambalea. Es enorme la importancia de Grupo Socorro Romero para el desarrollo económico estatal.

Gracias a que la diputada ha sido solapada por el gobierno poblano, el caso está en proceso de llegar a las cortes internacionales en materia de derechos humanos. Alistan ya la demanda que pueda impartir justicia imparcial en el caso. Están a punto de terminar los privilegios de la Garci-Crespo. Prepárese, diputada, a cada cual le llega su hora