El puerto de Acapulco, Guerrero, se prepara para un segundo diciembre con dificultades en el turismo tras el golpe de 13 meses y medio del huracán «Otis» y hace tres meses de «John», dos de los huracanes más devastadores de la historia reciente del país, donde los daños aún no se reparan por completo.

Sin saber si habrá más programas de reconstrucción tras «John», que dejó casi 30 muertos en todo el país tras azotar el 23 de septiembre, trabajadores de las playas de Puerto Marqués, Revolcadero y el Malecón temen que, por segunda vez, peligren las vacaciones decembrinas, que suelen ser las mejores del año.

Las autoridades estiman que, para finales de 2024, en el puerto habrá una oferta de 14 mil habitaciones turísticas, menor a las más de 20 mil que había antes del huracán «Otis», que dejó casi 70 muertos el 25 de octubre de 2023, cuando rompió el récord de intensificación para un ciclón en México.

Y es que las tres zonas turísticas mencionadas siguen destruidas, y tan solo en el caso de Puerto Marqués 16 restaurantes deben demolerse, aunque algunos de ellos ya se ampararon para que las autoridades no lo hagan.

En Revolcadero, el acceso a la playa está en ruinas, mientras que más de 200 locales comerciales y 18 restaurantes no pueden trabajar porque no hay acceso a la franja de arena y los turistas se retiran del lugar.

MÁS DE MIL GENTES VIVEN DE LA PLAYA

El restaurantero Víctor Manuel Díaz aseguró a EFE que de su negocio dependen 10 familias de los trabajadores, como camareros, cocineros y ayudantes de cocina, mientras que entre todos los vendedores de playa, comerciantes ambulantes, servicios acuáticos y demás, hay más de mil personas las que viven de la playa.

Díaz manifestó que el lugar «está solo porque las personas están perdiendo las esperanzas, parece un pueblo fantasma, está todo cerrado y no hay dinero.

«Esto es desesperante, inclusive otra gente ha buscado trabajo por otro lado, muchos están emigrando para Estados Unidos y no tiene caso que nuestra presidenta (Claudia Sheinbaum) no nos haga caso, toda la gente se está yendo, es la solución que hay ahorita, porque aquí no vemos ni para cuando”, lamentó.

AÚN EN RECONSTRUCCIÓN

Los huracanes «Otis» y «John», que sorprendieron al golpear con una fuerza que no estaba pronosticada, han impactado la economía turística de Acapulco, donde casi nueve de cada diez habitantes reciben algún ingreso del turismo, según el gobierno municipal.

La presidenta de los restauranteros de playa Revolcadero, Ofelia Niño Pineda, afirmó a EFE que es crítica la situación económica, además que los apoyos del censo que levantó el Gobierno ya se acabaron, por lo que ahora solo buscan trabajar.

“Nuestra situación es crítica, nuestro futuro ahorita no sabemos cómo (será) porque no tenemos manera de trabajar, queremos y tenemos playa, pero lo que no tenemos es el paso», señaló.

El secretario de turismo del estado de Guerrero, Simón Quiñones Orozco, comentó a los medios que ya hay un programa de rehabilitación de la zona turística del puerto, que en enero presentará la presidenta Sheinbaum, por lo que ahora dialogan con los trabajadores de playa y restauranteros.

“Es un plan integral, necesitamos intervenir varias dependencias de gobierno municipal, estatal y federal para hacer todo un plan de reconstrucción, el planteamiento que ellos nos hicieron de manera inicial fue poder reubicarlos de manera temporal para que puedan ofertar sus productos o comidas para esta temporada», explicó.