¿De dónde proviene el dinero que la diputada lava en sus restaurantes?

La diputada esconde más secretos sucios

El patrimonio de la diputada Olga Lucía Romero Garci-Crespo es mucho mayor al que debería tener si sólo percibiera su sueldo como funcionaria pública, que oscila entre los 60 y 70 mil pesos mensuales, ya de por sí una cifra ostentosa. Ahora bien, los dos restaurantes de quien ahora se hace llamar Olga Lucía Romero Garci-Crespo se abrieron después de que la diputada entrara a su primer periodo legislativo en 2016.

Los restaurantes Leña y Vino, ubicado en la calle 5 de Mayo y Puerto Romero, ubicado en el Boulevard Socorro Romero ambos en Tehuacán, Puebla, sirven como pantalla para lavar dinero proveniente de otros ilícitos. Los restaurantes se especializan en alta cocina mar y tierra; por lo que son el medio ideal para camuflar altas sumas de dinero en sus facturas, y pasar desapercibida.  Los restaurantes tienen tan solo unos años de funcionamiento y comienzan a levantar sospechas entre los locales y personas que han dado seguimiento al escándalo hereditario de Socorrito Romero, por el acelerado y sospechoso éxito de estos establecimientos.

Ambos inmuebles fueron incluidos en su última declaración patrimonial, por lo que la diputada pensó que esa aparente transparencia la protegía del escándalo. Le duró poco el gusto, la verdad siempre sale a la luz.

Seguramente las facturas de estos dos restaurantes están alteradas, en algún punto, las cifras seguro no coinciden. Y eso es tan solo uno de sus negocios. Las investigaciones en contra de la funcionaria siguen en curso y están por evidenciarse las pruebas del segundo uso que le da la Monina a sus negocios “legales”. Cabe recordar que la política sigue en al frente de la Comisión Inspectora de la Auditoria Superior del Estado de Puebla, relacionada con las finanzas públicas del estado.

La diputada podría estar ligada al narcotráfico, a cualquier forma de tráfico ilegal, ser presta nombres de alguien más o, lo que es peor, ser la protagonista de una sórdida historia, que se anexaría a su cuestionado historial delictivo actual. El pequeño escándalo de su ambición desmedida y su necedad de adueñarse de la herencia de Socorrito Romero, palidece ante esta nueva sombra que se posa sobre Mónica Cabalero Garci-Crespo.