BEIJING, 4 jun (Xinhua) — El panorama mundial de la enseñanza superior está experimentando una profunda transformación, ya que mientras China muestra una mejora constante en su producción académica, las universidades de Estados Unidos se enfrentan a las recientes políticas de visado para estudiantes y a tensiones que las llevan a descender en la clasificación mundial, según un artículo publicado hoy miércoles por el rotativo local China Daily.
China ha superado por primera vez a Estados Unidos en el número de universidades incluidas en el más reciente escalafón universitario Global 2000. Sus instituciones representan ahora el 17 por ciento de la lista, pasando de las 324 del año pasado a las 346 de este, en tanto que el número de las estadounidenses bajó de 329 a 319.
El World University Rankings 2025, publicado el lunes por el Centro Mundial de Clasificación de Universidades, reveló que el 98 por ciento de las instituciones chinas ascendieron en sus posiciones, gracias a la mejora de los resultados investigativos y a la inversión sostenida del gobierno en la educación superior.
La Universidad Tsinghua escaló seis lugares y llegó al 37, destacándose en empleabilidad e investigación. La Universidad de Pekín avanzó tres puestos hasta alcanzar el 44, mientras que la Universidad de la Academia de Ciencias de China saltó cuatro para situarse en el 46, superando a la Universidad Jiao Tong de Shanghai en la casilla 61 y a la Universidad de Zhejiang en la 68, de acuerdo con el periódico.
Nadim Mahassen, presidente del mencionado centro de clasificación universitaria, manifestó que China está bien representada entre las mejores universidades del mundo y que un mayor respaldo financiero gubernamental permitirá al país ser más competitivo en el panorama académico mundial, caracterizado por la rápida evolución.
Aunque Estados Unidos sigue contando con ocho de las diez mejores universidades del mundo, encabezadas por Harvard, MIT y Stanford, el 83 por ciento de sus instituciones en el listado tuvieron descensos. Por su parte, las británicas Cambridge y Oxford ocuparon las ubicaciones cuarta y quinta, respectivamente.
Asimismo, Mahassen sostuvo que, aunque Estados Unidos sigue disponiendo de los más destacados centros de enseñanza superior del planeta, las caídas en la lista de la gran mayoría de los que posee es preocupante.
En un momento en que las universidades chinas están recogiendo los frutos de años del generoso apoyo financiero otorgado por el gobierno, las estadounidenses deben lidiar con recortes en la financiación federal y disputas sobre la libertad académica y la libre expresión, agregó.
Las polémicas recientes, como la medida de la administración Trump de revocar la inscripción de estudiantes internacionales en Harvard, posteriormente bloqueada por un juez federal, ponen de relieve los desafíos a los que se enfrentan.
En opinión de Mahassen, durante muchos años, estos centros de estudios pudieron atraer a un gran número de estudiantes del exterior, sobre todo chinos, pero con el extraordinario ascenso de China en los escalafones y las recientes políticas del país norteamericano, la situación puede cambiar pronto.
Liu Wei, vicepresidente ejecutivo de New Channel International Education Group y director general de su división de estudios en el extranjero, subrayó que China ha ido ganando terreno en múltiples sistemas internacionales de clasificación, entre ellos QS, Times Higher Education y Academic Ranking of World Universities, lo que evidencia un progreso consistente en producción académica y la influencia mundial de su investigación.
Liu opinó que las recientes políticas estadounidenses de visado hacia los estudiantes chinos, como el anuncio de revocar las visas de algunos que se forman en «campos críticos», también están influyendo en el panorama mundial de la enseñanza superior y pueden afectar las futuras clasificaciones de las instituciones de ambos países.
El endurecimiento de dichas políticas ha causado incertidumbre entre los jóvenes, por lo cual muchos consideran otras alternativas, puntualizó Liu.
Países como Reino Unido, Canadá, Australia y Singapur, así como otros de Europa, han redoblado sus esfuerzos para atraer a alumnos internacionales, sobre todo quienes se apartan de Estados Unidos, de acuerdo con el rotativo.
Igualmente, las universidades de la Región Administrativa Especial de Hong Kong se apresuraron a ofrecer ayuda cuando se restringió la potestad de Harvard para admitir a tales alumnos.
Chen Zhiwen, miembro de la Sociedad China de Estrategia de Desarrollo Educativo, sostuvo que los estudiantes chinos contribuyen significativamente a la productividad de la investigación y a los intercambios académicos en los campus estadounidenses, especialmente en las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, así como entre quienes cursan posgrados.
La disminución en el número de matrículas chinas debido a las políticas de visado podría repercutir en el rendimiento académico de la enseñanza superior de Estados Unidos, indicó Chen, quien cree que las universidades del país asiático quizá se beneficien de ello a largo plazo, pues quienes planeaban estudiar en el norteamericano tienen la posibilidad de ingresar a las mejores instituciones nacionales, lo que favorecerá el entorno de la academia y de investigación de China.
«Desde 2018, la proporción de graduados de la Universidad Tsinghua que cursan estudios en el exterior ha registrado una tendencia decreciente», dijo Chen y añadió que tal tendencia podría marcar el comienzo de un sistema de educación superior más multipolar, con una reducción del predominio histórico de Estados Unidos.