Por Elizabeth Ambriz Olavarria, Presidenta de la Sociedad Mexicana de Autores de las Artes Plásticas (SOMAAP).
La Propiedad Intelectual a nivel mundial peligra.
Entre los asuntos que dominan la agenda global aparece el control del comercio internacional de bienes falsificados, que cuenta con un elemento adicional: el crecimiento explosivo de las plataformas de comercio electrónico. La piratería amenaza con incrementar los mercados ilegales en forma descontrolada.
En este contexto, la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual y la Organización Mundial del Comercio, enfrentan grandes retos para frenar los ilícitos de clonación y ventas ilegales.
A la par, el boom tecnológico adquiere un relevante rol en la materia, concretamente con la inteligencia artificial y los NFT´s o tokens digitales y el metaverso, que impactarán todos los cimientos de la Propiedad Intelectual. Así, deberán ser revisados y mejorados. El futuro ya está aquí.
A la par, la protección del conocimiento y las expresiones culturales tradicionales deberán, ya, dejar la esfera académica para presentarse en las legislaciones internas. No se trata de una tarea menor: Después de tres décadas de discusiones, aún no se clarifican conceptos ni éstos aparecen en leyes y resoluciones judiciales.
En si, en propiedad intelectual a nivel global presentamos muchos baches de conceptualización e interpretación y, por ende, en materia legal.
Ahora, bajo este panorama de incertidumbres surge un hecho insólito y altamente preocupante: la determinación del gobierno ruso de suspender los derechos de titulares extranjeros en su territorio. Tal expropiación implica que los derechos de patentes y de autor son· rehenes de guerra”.
Los derechos intelectuales no son un asunto que pueda desdeñarse en ningún ámbito. En medio de la pandemia de Covid-19, la aparición de vacunas permitió frenar en gran medida la mortandad derivada de este virus. Sin embargo, para gran parte de la población en todo el mundo, aún no se asimila que las vacunas implicaron uso de avanzadas tecnologías y se debería retribuir por las patentes empleadas.
Este es un ejemplo fehaciente de la “gratuidad”, de ese sentido equívoco y errado de que la propiedad intelectual y de autor pueden pasarse por alto. El azoro ante el costo de vacunas y el empleo desmedido de imágenes , fotos y obras de arte en Internet, dan cuenta de un gran vacío en la cultura de propiedad intelectual.
Ante un gran panorama de retos, en México se tiene una nueva ley de propiedad industrial y la publicación de su reglamento.
En la parte autoral, entre tanto, se requiere verificar el funcionamiento y alcance del nuevo registro en línea y verificar la ley de protección del patrimonio cultural de pueblos indígenas y robustecer la lucha contra la piratería.
Urge perfeccionar el sistema para la protección y recompensa del derecho intelectual. Es lo que dota de creatividad y riqueza a los pueblos.