/COMUNICAE/ El 81.8% del territorio nacional experimenta algún nivel de escasez de agua. Esta fue la conclusión del Monitor de Sequía de México, elaborado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Durante los próximos meses, la tendencia se agravará ante la falta de lluvias en la mayor parte del país
La crisis del agua en México ha llevado a considerar la desalinización como una solución tentadora, pero no la única ni la más inmediata. Aunque esta tecnología parece prometedora, sus implicaciones deben ser analizadas cuidadosamente antes de apostar por ella como la única solución. Según Conagua, en 2022, la disponibilidad del agua de mar en México hace que la desalinización sea una alternativa viable, sin embargo, su alta demanda energética, costos operativos y ubicación plantean dudas sobre su eficacia como única solución.

El impacto ambiental de la desalinización también debe ser considerado. Aunque puede proporcionar agua potable adicional, el tratamiento de agua de rechazo (salmuera) puede tener efectos adversos en los ecosistemas marinos si no se maneja adecuadamente. Además, la alta demanda energética de las plantas desalinizadoras sugiere interrogantes sobre su sostenibilidad a largo plazo, especialmente en un contexto global de transición hacia fuentes de energía más limpias y renovables.

En México, existen 15 plantas desaladoras operativas, la mayoría destinadas al abastecimiento de agua en desarrollos turísticos, procesos industriales y agricultura. ¿Qué otras soluciones podrían contribuir a abordar la crisis hídrica en México y Latinoamérica?

Mejora de la infraestructura y gestión eficiente del agua para garantizar un suministro continuo de agua potable, especialmente en comunidades rurales que actualmente carecen de acceso adecuado.
Planificación urbana más efectiva para abordar el crecimiento desproporcionado de las ciudades y la saturación de servicios públicos como el agua.
Promoción de plantas de tratamiento de efluentes industriales y aguas residuales más efectivas para preservar las fuentes de agua fresca.

Es fundamental implementar un mayor control de calidad y fiscalización proactiva de las descargas de efluentes industriales para garantizar un impacto mínimo en el medio ambiente. Además, es necesario sensibilizar a la población sobre la importancia de reducir el consumo de agua y adoptar hábitos sostenibles.

«Las autoridades deben mejorar su gestión y mantenimiento en los sistemas de tratamiento y redes de distribución, además de incentivar el desarrollo de fuentes alternativas de agua. La Industria debe buscar opciones de autosuficiencia hídrica, ya sea a través del reúso directo o indirecto de agua, la desalación o una combinación de todas las anteriores y las Comunidades deben ser conscientes de la magnitud del problema de escasez de agua y optimizar los hábitos de consumo de agua», dice Juan Pablo Rodríguez, director comercial de Veolia Water Technologies & Solutions.

Según el Barómetro de la Transformación Ecológica, México se encuentra entre los 10 países más vulnerables en ecología e impacto climático. El 81.8% del territorio nacional experimenta algún nivel de escasez de agua, según el Monitor de Sequía de México.

Empresas como Veolia Water Technologies & Solutions han liderado iniciativas para ayudar a industrias y multinacionales en México y América Latina a implementar la reutilización del agua y alcanzar metas de seguridad hídrica. En 2023, estas iniciativas generaron ahorros estimados en cerca de 80 millones de metros cúbicos de agua, demostrando la viabilidad y eficacia de soluciones tecnológicas innovadoras en este campo.

Fuente Comunicae