Desde hace algún tiempo viene tomando cada vez más fuerza el concepto de “casa sustentable”, el cual hace alusión a un enfoque de construcción que busca reducir el impacto que las edificaciones generan en el ambiente a lo largo de su ciclo de vida. Además, este tipo de viviendas también representan una estrategia ecológica frente a los efectos del cambio climático; por tal motivo, es importante conocer cómo podemos poner en marcha un proyecto con este enfoque, sobre todo para quienes tienen pensado construir una casa con este tipo de características.

  1. Soluciones basadas en la naturaleza. Un aspecto fundamental al plantear el diseño de una vivienda sustentable es conocer a profundidad la localización donde se levantará la obra y su tipo de clima. Por ejemplo, si se trata de una zona soleada, es recomendable construir ventanas en espacios estratégicos para aprovechar las horas de luz natural, lo cual se traducirá como ahorro energético. Si te trata de una zona con constantes precipitaciones de agua se puede optar por sistemas de captación pluvial, con los que es posible aprovechar el recurso hídrico dentro de su ciclo regular, una estrategia que la FAO reconoce ampliamente.

Existen soluciones aptas tanto para la ciudad o zonas rurales como los sistemas de captación y almacenamiento, pues, además de que no generan gasto adicional por consumo de energía eléctrica, brindan una alternativa segura y viable que provee a las viviendas de agua para el consumo humano. Por último, es importante que al momento de diseñar la construcción se tenga como premisa la integración con la naturaleza, respetando así su flora y fauna.

  1. Ciclo de vida de los materiales. Para que un material de construcción sea considerado sustentable es necesario considerar el camino que ha recorrido dicho material hasta ser utilizado como insumo para una construcción. Esto implica los procesos de explotación, transformación y transporte de los recursos. Las principales características de este tipo de materiales son las siguientes: son duraderos, minimizan el uso de recursos no renovables, consumen poca energía durante su ciclo de vida y pueden recuperarse o reutilizarse al final de su vida útil.
  2. Uso eficiente de la energía. La eficiencia energética es un aspecto que está muy ligado al diseño y la integración con la naturaleza, ya que es posible obtener energía de fuentes naturales. Por ejemplo, puede aprovecharse la energía que el sol brinda, captándola a través de paneles fotovoltaicos u otras tecnologías. Sin embargo, además de diversificar las fuentes de donde proviene, la eficiencia en este sentido también hace alusión a los hábitos de los habitantes del hogar, así como al uso de electrodomésticos y focos fabricados para disminuir el consumo energético.
  3. Cuidado del líquido vital más importante.  Para que una vivienda pueda reducir su huella ecológica es crucial cómo se gestiona el agua en ella, sobre todo cuando la construcción se planea en localidades que no cuentan con servicio de drenaje en red, ya que las aguas residuales domésticas pueden contaminar los mantos freáticos. En este caso, existen sistemas de saneamiento llamados biodigestores, cuya función es realizar un tratamiento primario de las aguas negras y grises provenientes del hogar, lo cual evita la contaminación de cuerpos de agua naturales. Incluso, existen ciertas tecnologías que no requieren mantenimiento externo ni de ninguna adición de químicos para el tratamiento del agua y, para su funcionamiento, tampoco requiere de energía eléctrica, tal es el caso de los biodigestores autolimpiables de Rotoplas, con los que se puede cubrir las necesidades no solo de una casa, sino de una comunidad, debido a la capacidad de almacenamiento que va desde 5 hasta 60 personas.
  4. Gestión integral de residuos. Reducción, recuperación, reciclaje y revalorización son las “4R” que caracterizan a este proceso. El último aspecto es de suma importancia pues dota del enfoque de sustentabilidad a toda la cadena de valor del residuo, transformándolo en un producto comercializable. En el caso del biodigestor también es útil para la gestión de los residuos orgánicos, ya que el proceso biológico con el que funciona genera fertilizante que puede utilizarse para aumentar los nutrientes del suelo, sobre todo en caso de contar con cultivos.

Por último, es importante recordar que el funcionamiento de una casa depende de la forma en que es habitada, eso significa que, a la par de la construcción, los hábitos de quienes viven en ella deben partir del mismo enfoque de sustentabilidad. Esto significa incorporar a la rutina diaria acciones generales para cuidar los recursos del hogar y, con ello, repercutir de forma positiva en el medio ambiente. Invertir en la construcción de una casa sustentable es también dar el paso para tener una vida más sostenible.