Dos exfuncionarios del Partido de la Revolución Democrática (PRD) fueron asesinados durante la madrugada del miércoles en Chilpancingo, Guerrero.

Óscar Garibay, exregidor perredista y el exdirector del Instituto de la Juventud del municipio, Iván Zaith fueron ejecutados a balazos por sujetos armados mientras cenaban en la taquería “Los Dos Carnales”, ambos eran dueños del negocio.

Por su parte, Alberto Catalán Bastidas, líder estatal del PRD exigió la renuncia de la alcaldesa de Chilpancingo, la morenista, Norma Otilia Hernández, a quien previamente se le expuso en una reunión con un líder del grupo criminal “Los Ardillos”.

Durante una conferencia de prensa, el dirigente aseguró que la presidenta municipal es la “principal generadora de violencia” pues señaló que posee vínculos con los grupos delictivos.

Asimismo, Catalán Bastidas afirmó que no existe coordinación entre los gabinetes de seguridad estatales para resolver la violencia que azota al municipio, la cual calificó como “grave”.

Garibay y Zaith fueron parte de la administración municipal durante la presidencia de Antonio Gaspar Beltrán, también miembro del PRD.