El sentimiento de sufrimiento ante la pérdida de una mascota es equiparable al que se siente cuando se da el último adiós a algún integrante humano de nuestro núcleo familiar, pues nuestro animal de compañía se convierte en un miembro más desde el momento en que acordamos llevarlo a casa. Ya de por sí la despedida es un momento muy difícil de afrontar y aceptar, y se torna aún más dolorosa cuando el médico veterinario anuncia que a nuestra mascota no le queda mucho tiempo; paradójicamente, esto nos brinda una oportunidad única: nos da tiempo de decirle adiós, de ayudarle a sentirse amado y apreciado antes de partir.

“El contar en ese momento crucial con personal especializado, permite sobrellevar con tranquilidad esta experiencia y minimizar cualquier molestia o angustia”, asegura Adrián Rodríguez-Granada Madrid, General Manager de Pets in the Sky, agencia funeraria de mascotas.  En lugar de pasar el tiempo restante con tu mascota en un estado de duelo y tristeza, debemos hacer que el tiempo que le resta de vida sea lo más cómodo y maravilloso posible, tenemos la oportunidad de pasar sus últimos días en familia.

Para lograr lo anterior, es importante tener como aliado al médico veterinario, quien dará instrucciones precisas para tratar cualquier problema derivado de alguna enfermedad terminal, ya que puede causar molestias y un rápido deterioro físico. El especialista también puede aconsejarnos acerca de la calidad de vida de nuestro animal de compañía y, por ende, desarrollar opciones para ayudar a su bienestar.

Otro aspecto relevante es estar atentos a los cambios sutiles de comportamiento, es posible que algunos ejemplares no disfruten ser acariciados (cuando en tiempos mejores lo aceptaban entusiastas), también podría ser que duerman todo el tiempo, que tengan poca actividad o tal vez que disminuya su apetito. El observar estas alteraciones son determinantes para saber si la mascota se encuentra en un estado normal de confort y bienestar o está sufriendo.

Respecto a su calidad de vida, al ser parte de la familia (aunque siempre deseamos lo mejor) es importante observar, evaluar y decidir en estas situaciones cuál es la mejor opción para ellos. A veces, la progresión natural de sus enfermedades puede ser agotadora y previendo ese punto, es relevante el contar con un plan de previsión funerario para darle una despedida digna, emotiva y cálida.

Recapitulando lo anterior, el ambiente familiar, un adecuado acompañamiento médico y el contar con el asesoramiento de especialistas en cuanto llegue el momento de decir adiós, permitirán hacer más cómodos los últimos días de vida de nuestros animales de compañía; mientras que a nosotros nos ayudará a vivir el duelo en un ambiente amable y cordial, sin sobresaltos ni preocupaciones. Al final, ese último instante quedará latente como una huella en nuestro corazón.