Las principales bolsas mundiales volvieron a caer este lunes, tras las nuevas sanciones impuestas a Rusia por su ataque a Ucrania, entre temores a que se disparen los precios de la energía y refuercen la inflación actual.

Wall Street abrió en baja. El índice de referencia, el Dow Jones, perdía un 1.4 por ciento hacia las 15H30 GMT, el S&P se dejaba un 1 por ciento y el Nasdaq el 0.8 por ciento.

Hacia las 15H30 GMT, las plazas europeas estaban en rojo: Fráncfort perdía 2.05 por ciento, París 2.38 por ciento, Milán 2.96 por ciento, Madrid, 1.40 por ciento y Londres 1.48 por ciento. El índice europeo de referencia Eurostoxx 50 retrocedía 2.7 por ciento.

Los parqués asiáticos se mostraron más resistentes: Tokio subió 0.19 por ciento, Shanghái 0.32 por ciento, y Hong Kong perdió 0.24 por ciento.

Las materias primas se dispararon de nuevo, empezando por el petróleo, cuyo barril de WTI, principal referencia estadounidense, subía más de 4 por ciento, en torno a los 95 dólares.

La ofensiva rusa contra Ucrania, que resiste a los ataques, proseguía el lunes, al día siguiente de la amenaza nuclear del presidente Vladimir Putin, a la que los países europeos respondieron prometiendo suministrar armas a Kiev. La voluntad de Moscú de encontrar un “acuerdo” con Kiev no parecía por el momento suficiente para tranquilizar a los mercados.

Los países occidentales adoptaron duras sanciones financieras contra Moscú, especialmente la decisión de excluir a numerosos establecimientos bancarios rusos de la plataforma Swift, crucial para las finanzas mundiales.

Esta medida “no los bloquea, pero los hace caóticos y poco fiables”, explica Ipek Ozkardeskaya, analista del banco Swissquote, en alusión a los bancos rusos.

El Banco Central Europeo constató el lunes que la filial europea del banco ruso Sberbank está en “quiebra o en probable quiebra” debido a los “significativos” retiros de depósitos por el conflicto en Ucrania y las sanciones.

El acceso del banco central a los mercados de capital también se vio limitado, después de que la Comisión Europea afirmara que propondrá “paralizar” sus activos. Como consecuencia de ello, el rublo se desplomó este lunes más de 20 por ciento hacia las 08H50 GMT.

Esto significa que “ningún banco del G7 podrá comprar rublos rusos“, precisa Michael Hewson, analista de CMC Markets, quien teme “un enorme efecto inflacionista en Rusia”.

El banco central ruso anunció que subirá su tasa de interés de referencia en 10.5 puntos porcentuales, llevándola a 20 por ciento, para enfrentar las severas sanciones económicas.

Estas penalidades financieras contra Rusia podrían tener consecuencias en la inflación también fuera del país.

El conflicto es “susceptible de hacer aumentar de forma significativa los precios de la energía, lo que conllevaría efectos inflacionistas inmediatos y un freno importante en el crecimiento mundial”, considera Silvia Dall’Angelo, economista en Federated Hermes.

La energía se dispara

Los precios del petróleo recortaban ligeramente el aumento registrado poco antes con las bolsas asiáticas. El barril de crudo de WTI subía 3.74 por ciento a unos 95 dólares y el del Brent 2.75 por ciento a 100.62 dólares, bien instalado por encima de los 100 dólares, nivel que superó por primera vez desde 2014 la semana pasada.

En el mercado europeo del gas natural, el contrato de referencia aumentaba 12.26 por ciento.

“La retirada de algunos bancos rusos de Swift podría conllevar una perturbación del suministro en petróleo, ya que los compradores y vendedores intentan ver cómo organizarse en estas nuevas reglas”, apunta Andy Lipow, de Lipow Oil Associates en Houston.

Los precios de otras materias primas también registraban aumentos: el trigo subía 4.48 por ciento y el paladio, 3.39 por ciento.

Rusia y Ucrania son países esenciales para el suministro de petróleo, gas, trigo y otras materias primas.

Según la Unión Europea, alrededor de 70 por ciento del sector bancario ruso está actualmente excluido del sistema Swift.

Las acciones de varios bancos europeos se vieron impactadas por ello. Fue el caso de los bancos franceses BNP Paribas (-8.28 por ciento) y Société Générale (-11.5 por ciento), de los alemanes Commerzbank (-8.62 por ciento) y Deutsche Bank (-6.77 por ciento), o del italiano Unicredit (-12.29 por ciento).