Por la conmemoración del Día Internacional contra la Corrupción este 9 de diciembre, la International Chamber of Commerce México (ICC México), destaca la necesidad de que las empresas renueven sus controles internos con el desarrollo de programas efectivos de Compliance, y pongan especial énfasis en la tecnología que los ayude a combatir este fenómeno tan dañino que, como hemos aprendido, distorsiona los mercados y causa daños irreparables al Estado de Derecho y a las Instituciones Democráticas de los países.

De acuerdo con el Índice de Estado de Derecho del World Justice Project (Rule of Law Index de World Justice Project), que mide 8 factores entre los que se encuentra la Ausencia de Corrupción, México se encuentra ubicado en la posición 115 de 140 reportados, pero en 2018 se encontraba en el lugar 92, en 2019 bajó al 99, en 2020 ocupó la posición 104 y el año pasado la 113.

A lo largo de las últimas dos décadas, la ICC México ha realizado una contribución permanente al dotar a las empresas de instrumentos para poder entender, mitigar y combatir los riesgos relacionados con la corrupción, como son la Cláusula ICC contra la Corrupción, el Manual ICC: Combate a la Corrupción y muchos otros.

Continuamos hoy en día con esta labor que incluye, de manera destacada, el desarrollo de instrumentos para la protección de los llamados “whistleblowers”, desde las ICC Whistleblowing Guidelines, y de esta forma contribuir a que las empresas, la sociedad civil y el Gobierno, en conjunto, tengan un espacio de análisis, discusión y reflexión que nos permita enfocarnos en los distintos aspectos del problema planteado por la corrupción, y llegar juntos a soluciones convenientes para todos.

Para la Comisión Anticorrupción de ICC México, este fenómeno es sumamente dañino para las empresas, para los consumidores y para los países, motivo por el que el Día Internacional contra la Corrupción, nos sirve para refrendar nuestro interés por crear conciencia de la importancia que este tema tiene para el Sector Privado, y del papel fundamental que juegan las empresas en la tarea de impulsar programas efectivos que ayuden a combatir la corrupción.

Herramientas como las ICC Whistleblowing Guidelines son de gran relevancia, ya que los empleados son los primeros en reconocer posibles irregularidades o riesgos de daños, son fuentes valiosas de información y se encuentran bien situados para ayudar a resolver un problema potencial antes de que éste cause daños a la empresa y a la sociedad.

Es por ello, que los Lineamientos de la ICC establecen que no existe una solución única para todos, y que el Sistema de Gestión de Denuncias debe formar parte del entorno cultural y la gobernanza de la empresa.