El aclamado cantautor español Joan Manuel Serrat, de 78 años, se despidió este viernes de México, donde estuvo exiliado, con un multitudinario concierto en el Zócalo de la Ciudad de México.

“Habrán oído decir que estamos celebrando un concierto de despedida (…) ¡No hagan caso, esto es una fiesta! Aparten cualquier atisbo de nostalgia y piensen que a partir de ahora todo es futuro”, dijo el cantante catalán al arrancar el concierto con el tema “Dale que dale”.

La multitud, que resistió el frío y la lluvia que empezó a caer a minutos de iniciar la música, coreó temas como “Señora” y “Hoy puede ser un gran día”, entre los más conocidos del cantante.

De firmes ideales progresistas, Serrat pertenece a una generación de artistas que luchó contra el régimen franquista, que lo exilió en México en 1975 tras criticar el fusilamiento de cinco opositores a la dictadura.

“Para mí es un gusto estar aquí en este Zócalo lindo y querido”, dijo Serrat a manera de agradecimiento a los mexicanos.

El cantante ha hecho suyas algunas de las causas de México, como cuando en 2006 ofreció un concierto en solidaridad de las familias de las mujeres asesinadas de Ciudad Juárez.

La gira de despedida “El vicio de cantar 1965-2022” inició en octubre del año pasado en Nueva York, aún lo llevará a Venezuela, Ecuador, Argentina, Chile, Perú, después a varias ciudades españolas y concluirá el próximo 23 de diciembre en su natal Barcelona.

“Me estoy desplazando del escenario pero no me despido de vivir (…) no quiero un funeral, quiero una fiesta”, dijo a la televisora Milenio en una entrevista previa al concierto en Ciudad de México.

El artista catalán se reunió el jueves con el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien lo definió este viernes en su conferencia matutina como “un ser humano excepcional, sensible, con mucho talento, con sentido del humor”.

Serrat es uno de los artistas más reconocidos de la música en español, declarado en 2014 Persona del Año por los Grammy Latino.