Expertos del FMI estiman que México “está bien posicionado” en un contexto global “turbulento”, pero debería bajar la inflación y efectuar ajustes en la petrolera estatal Pemex, según una evaluación publicada este viernes.

México “está bien posicionado para navegar este entorno potencialmente turbulento, dada la prudencia en la política macroeconómica y los sólidos marcos de política fiscal y monetaria”, señala el personal técnico del Fondo.

Sin embargo, las cicatrices de la pandemia y el entorno global más difícil, podrían agravar el bajo crecimiento y la alta desigualdad en el país, añaden.

México se enfrenta a un entorno desafiante con un aumento de la inflación global y la suya propia (8.7%), aunque se prevé que “se estabilice en la segunda mitad de 2022 y luego disminuya gradualmente”.

Los riesgos para las perspectivas de crecimiento se inclinan a la baja y los de la inflación al alza.

Los expertos elogian el “enfoque proactivo” del Banco de México (Banxico), que lleva once incrementos consecutivos de tasas de interés para combatir la inflación, pero estiman que bajar los precios “requerirá algunos aumentos adicionales”.

En la revisión se estima que el gobierno puede mejorar la política fiscal actuando sobre el sector petrolero.

“Cambios en el régimen interno de precios de los combustibles mejorarían la flexibilidad fiscal”, afirman.

“Un traspaso mayor de los cambios en los precios mundiales de los combustibles a los precios minoristas nacionales, crearía espacio fiscal en el presupuesto (para gastos, ndlr) cuando los precios del petróleo son altos”, y ese dinero podría destinarse a programas de seguridad social para ayudar a los más afectados por la crisis, recomienda el organismo crediticio.

Además, si se ajustara más la estrategia comercial de la estatal petrolera Pemex, se “aislaría el presupuesto del riesgo de tener que absorber pérdidas si los precios del petróleo cayeran sustancialmente”.

Los ajustes podrían incluir “una mayor participación del sector privado (en el sector) o la venta de activos secundarios, que podrían utilizarse para reducir la carga de la deuda de Pemex”.

Una política energética “más predecible y más abierta” a la participación del sector privado impulsaría la competitividad y la inversión, opinan los técnicos.

El reporte, que elogia el sistema financiero del país, pide “más esfuerzos” en la lucha contra la corrupción, una reforma de la política tributaria y más gasto en educación, salud y protección social.