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FILANTROPÍA/ Armonización global en los informes de sostenibilidad

Por Felipe Vega, fundador y director general de CECANI Latinoamérica, empresa de capacitación de asociaciones civiles y otras figuras no lucrativas

Las empresas se ven cada vez más obligadas a informar sobre sus esfuerzos de sostenibilidad. Sin embargo, hay poca armonización entre las muchas organizaciones que establecen estándares de sostenibilidad.

Hervé Stolowy y Luc Paugam, maestros de contabilidad de HEC Paris, se propusieron crear una imagen del estado actual de los estándares de informes de sostenibilidad y lo que realmente significan.

Encontraron tres hallazgos clave: Falta de armonización de las normas, objetivos diversos y convergencia en la divulgación de emisiones de carbono.

Ahora, cada vez más, los inversores, accionistas y otras partes interesadas de la empresa recurren a los informes de sostenibilidad como una forma de comprender mejor el éxito de una empresa.

Tales informes de sostenibilidad divulgan cómo una empresa integra los factores relacionados con los criterios ESG y qué hace para mejorarlo.

Estos informes son una forma de revelar cómo una empresa integra factores relacionados con el Medio Ambiente, lo Social y la Gobernanza (ESG), y reportar qué hace para mejorar su impacto en esas dimensiones.

Como medida del éxito empresarial, va más allá de los estándares claros de los informes financieros tradicionales. Ahora, dada la ausencia de definiciones estandarizadas de lo que es «sostenible», la influencia potencial de diferentes motivaciones políticas difiere entre los distintos países.

También debe considerarse la participación de múltiples entidades en el establecimiento de normas. Entonces ¿se pueden armonizar los informes de sostenibilidad?

En 2005, Europa adoptó las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF), que condujo a la convergencia en torno a un conjunto unificado de normas de información financiera.

Sin embargo, cuando se trata de informes de sostenibilidad, parece que el establecimiento de normas puede no ser tan sencillo. Nos propusimos investigar los obstáculos que se interponen en el camino de la convergencia de la sostenibilidad.

  1. Definiciones de sostenibilidad. Existe un alto grado de heterogeneidad en las definiciones de los conceptos de sostenibilidad. Las definiciones de los factores que contribuyen a estos conceptos también varían.
  2. Un número sin precedentes de organizaciones normativas. Existen 17 organizaciones involucradas en la elaboración de informes de sostenibilidad en todo el mundo. Comprenden organizaciones sin fines de lucro, consorcios empresariales, organizaciones benéficas e iniciativas de las Naciones Unidas. Huelga decir que lograr que se pongan de acuerdo sobre factores y definiciones y los implementen es mucho más difícil que lograr que tres organizaciones converjan en estándares.
  3. Diferentes requerimientos. Existe una diversidad de requisitos de presentación de informes en las principales organizaciones de normalización.

A nivel internacional, la Fundación IFRS ha creado el ISSB (International Sustainability Standards Board). En Europa, las Normas Europeas de Información sobre Sostenibilidad (ESRS) son establecidas por el Sustainability Reporting Board (JUR), un comité del Grupo Consultivo Europeo de Información Financiera (EFRAG).

Las empresas que cotizan en bolsa en Estados Unidos siguen los requisitos de la Comisión de Bolsa y Valores, que inició las discusiones sobre las divulgaciones financieras relacionadas con el clima.

Los requisitos de presentación de informes no están estandarizados en estos organismos, y las empresas adoptan diferentes formas de informar debido a la diversidad en los requisitos de presentación de informes.

  1. Diversidad de objetivos. Las organizaciones tienen diferentes objetivos generales y parecen estar en desacuerdo sobre cuál debería ser el enfoque de los informes de sostenibilidad. En concreto, Europa adopta un enfoque de «doble materialidad», centrándose en el impacto financiero y social de la sostenibilidad. Por el contrario, el enfoque de la ISSB (o la SEC) es el de la «materialidad única», lo que significa que se centra únicamente en el impacto financiero de las cuestiones de sostenibilidad.

En resumen, los obstáculos para la convergencia global de los informes de sostenibilidad son sustanciales y múltiples. Involucran opiniones, factores sociales y motivaciones políticas y es difícil ver alguna forma de armonización en el futuro cercano.

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FILANTROPÍA/ Consumo biotecnológico, oportunidad para las ONG

Por Felipe Vega, Fundador y director general de CECANI Latinoamérica, empresa de capacitación para asociaciones civiles y otras figuras no lucrativas.

La innovación alimentaria representa un “campo fértil” en la educación a los consumidores potenciales y las figuras no lucrativas pueden generar cambios significativos en la incipiente industria.

Los ingredientes elaborados con biotecnología podrían desempeñar un papel importante en el futuro de los alimentos. En los últimos cinco años, se invirtieron cuatro mil millones de dólares para desarrollar nuevos ingredientes que van desde proteínas de micelio hasta huevos sin animales. Estos ingredientes pueden funcionar como las proteínas convencionales, pero no contienen animales y pueden ser más sostenibles.

Es decir, los nuevos ingredientes ofrecen el potencial de descarbonizar el sistema alimentario, permitir la seguridad alimentaria regional y mundial y responder a la creciente demanda de los consumidores flexitarianos. Sin embargo, debido a que estos productos son nuevos, hay una visión limitada de cómo los perciben los consumidores, lo que implica una gran oportunidad alfabetizadora por parte de la sociedad civil organizada.

Existen en el mercado los siguientes productos:

Productos bioidénticos libres de animales (proteína láctea, colágeno y huevos). Son biológicamente idénticos a las proteínas animales y se elaboran mediante fermentación de precisión.

Proteínas de biomasa (prebióticas, cultivadas, postbióticas, fermentadas, microbianas y alimentadas con gas). Estas proteínas se derivan de microorganismos y, por lo general, son nuevas para el consumo humano.

Proteínas fúngicas (proteína nutritiva de hongos, proteína micelio y micoproteína). Estos se derivan de organismos del reino de los hongos, la mayoría de las veces como organismos unicelulares comestibles.

También proteínas de origen vegetal (almendra, avena, garbanzo, soja, guisante y cebada) que ya están establecidas en el mercado.

La terminología familiar y las declaraciones nutricionales bien entendidas sobre los posibles impactos en la salud (como «fuente buena o completa de proteínas») son las más convincentes, seguidas de cerca por las declaraciones que comunican el impacto ambiental (como «producido de manera sostenible»).

Sin embargo, el lenguaje vegetariano y vegano, aunque se entiende bien, no impulsa significativamente el consumo de estos productos. Al mismo tiempo, el lenguaje sobre los métodos de producción ( «bioingeniería» o «hecho con biotecnología») no se entiende bien y no impulsa el consumo.

¿Qué impide el consumo de estos productos? La falta de conciencia o preguntas sobre la producción («cómo se hace») representa la principal barrera seguida de las preocupaciones sobre el sabor, la naturalidad y el precio.

Asimismo, los consumidores con ingresos de más de $100,000 dólares por año, declararon tener mayores dudas sobre los efectos a largo plazo en la salud.

En la educación del consumidor hay grandes deficiencias. Las partes interesadas de la industria alimentaria pueden considerar invertir en la educación del consumidor a medida que los nuevos ingredientes comiencen a llegar al mercado. Las asociaciones civiles tienen un gran campo por explorar.

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FILANTROPÍA/ Nueva visión de la caridad

Por Felipe Vega, fundador y director general de CECANI Latinoamérica, empresa de capacitación de asociaciones civiles y otras figuras no filantrópicas.

Algunas personas dicen que no se ayuda a los pobres dándoles dinero, sino dándoles oportunidades para ganarlo. Esto está detrás de las campañas periódicas para limitar las prestaciones sociales para fomentar el trabajo. Pero, ¿es una limosna necesariamente diferente de una dádiva?

En la época victoriana, era común distinguir entre los pobres «merecedores» integrada por ancianos, huérfanos y discapacitados y los pobres que no lo merecían, como los sanos que podían trabajar y a los que se les daba suficiente ayuda para sobrevivir, pero a un nivel bajo para animarlos a conseguir trabajo.

El lenguaje cambió, pero no la distinción entre los pobres que merecen ayuda y los que no.

El tema de la redistribución de la riqueza tiende a generar conflictos y, ocasionalmente, romper amistades, a menos que exista una donación caritativa. Cuando los que tienen dan libremente a los que no, la mayoría de la gente lo ve como un motivo de celebración, no de queja.

Pero las limosnas cayeron en tal descrédito que el propio Papa Francisco sintió la necesidad de defenderlas. «La ayuda siempre es la correcta. Pero, ¿qué pasa si le doy a un mendigo unos cuantos dólares y él los gasta en una copa de vino? Si una copa de vino es la única felicidad que tiene en la vida, está bien».

La noción de que las limosnas podrían ser contraproducentes para fines caritativos no es una opinión peculiar hoy en día, aunque la lógica que la sustenta tiene una cosecha bastante reciente. En Occidente, hasta hace unos pocos cientos de años, ayudar a los menos afortunados era un proceso bastante sencillo.

“…Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me acogisteis; desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; estuve en la cárcel, y vinisteis a mí”

Más allá de las comodidades proporcionadas por el contacto humano, la ayuda que se puede proporcionar a los «últimos» entre nosotros es dar limosna, ofrecer dinero u otra ayuda directamente a los pobres. Esta asistencia es el más antiguo de los ejercicios filantrópicos. El hecho de que ya no sea el más venerable dice mucho sobre cómo la ética de la caridad ha cambiado con el tiempo.

Hoy, realmente, tratamos de justificar la inequidad con una noción velada de que algunos no tienen el merecimiento para tener una vida mejor y digna. Esto es el sustento de prácticas perniciosas como el populismo, que acoge a los más pobres como dignos de compasión y ayuda paternalista, pero no ahonda en prácticas para dignificar su vida.

Es decir, se opta por programas sociales indiscriminados y opacos con fines electorales, pero no se transparentan acciones y beneficiarios que si realizan las figuras no filantrópicas.

Es necesario que la filantropía se profesionalice en aras de ayuda verdadera para los menos favorecidos. No es crearles dependencia o simbiosis, no es la ayuda que se le da a los perros cuando se les tira un mendrugo. Es ofrecer ayuda, si, pero también dignidad y esperanza.

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FILANTROPÍA/ Tendencias en el servicio al cliente

Por Felipe Vega, fundador y director general de CECANI Latinoamérica, empresa de capacitación de asociaciones civiles y otras figuras no lucrativas.
En el cumplimiento de la normativa, la tecnología jugará un rol crucial con soluciones prácticas y eficaces que ya existen en el mercado. Muchas de ellas permiten automatizar procesos de respuesta, personalizar la experiencia y gestionar la información de los clientes.
Así, la tecnología de punta le permitirá a las asociaciones civiles mejorar en competitividad y cumplir con la nueva normativa: plazos de respuesta, personalizar la experiencia al cliente, gestión unificada de la información del beneficiario y mejora continua del servicio.
En cada una de estas actividades se enfatiza la importancia de la automatización de procesos. También implica notables oportunidades para agregar valor en las Organizaciones No Gubernamentales.
Por ejemplo, la ley establece que las consultas, quejas, reclamaciones o incidencias deben ser resueltas en un plazo máximo de 15 días hábiles, con un tiempo aún más corto para servicios básicos. Es decir, se necesita una ágil gestión de las solicitudes entrantes, todo un reto si esta gestión se basa en procesos manuales.
La IA y la IA generativa son claves para impulsar la automatización de los procesos de respuesta en este ámbito porque los agentes pueden recibir recomendaciones automáticas de respuestas para diferentes tipos de consultas o reclamaciones y gestionar un mayor volumen de solicitudes en menos tiempo.
Para personalizar la experiencia del cliente, por otra parte, es crucial en nuestra era. La digitalización, especialmente a través de la Inteligencia Artificial (IA), juega un papel fundamental a la hora de ofrecer recomendaciones personalizadas e interacciones más naturales a través del análisis del historial, preferencias y comportamientos del usuario o con el uso de los tan reconocidos chatbots basados en IA generativa y conversacional, como ChatGPT.
Además, la capacidad de análisis propia de los modelos de IA permite evaluar la satisfacción del cliente a través del sentimiento percibido por sus respuestas o segmentarlos para personalizar la estrategia de la empresa en torno al servicio prestado a sus clientes.
Por otra parte, se necesita acceder a información completa y actualizada de los usuarios para brindar un servicio excepcional. Se requiere acceder fácilmente a toda la información relevante para resolver incidencias, incluyendo historiales de interacciones, preferencias, transacciones pasadas y cualquier otra información relevante.
Finalmente, la digitalización proporciona acceso rápido a una enorme base de datos de conocimiento, lo que agiliza la resolución de incidencias y facilita la creación de KPIs para medir el desempeño.
En suma: la implementación de soluciones tecnológicas avanzadas que cubran todos estos aspectos, es fundamental para satisfacer las expectativas del cliente moderno y asegurarnos su fidelización.

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FILANTROPÍA/ La fuerza en tiempos de desafíos

Por Felipe Vega, fundador y director general de CECANO Latinoamérica, empresa de capacitación para asociaciones civiles y otras figuras no filantrópicas

Dicen que antes las grandes irrupciones las personas muestran “de que están hechos”. Es decir, si tienen la fuerza y convicción para enfrentar los embates y salir fortalecidos de las crisis. Algunos le denominan a este poder “coraje”.

Aunque el ritmo del cambio puede paralizar a algunos ejecutivos, debe asumirse mayor dinamismo para tomar riesgos y enfrentar el fracaso.

No son tiempos de dubitación, lentitud o tibieza. Se requiere un liderazgo dinámico, dispuesto a innovar y probar nuevas maneras de abordar una realidad altamente convulsa y cambiante.

Hoy, más que nunca, los líderes empresariales deben tener la confianza y  fortaleza para tomar una decisión cuando no hay una respuesta y los márgenes entre lo correcto o equívoco se desdibujan.

Jugar a lo seguro, pasar desapercibidos y no se arriesgarse es una fórmula de gestión anodina que puede funcionar cuando “existen aguas tranquilas”. Pero ante lo imprevisible y convuldo esa posición es errada y conlleva al fracaso a cualquier líder y a su organización. Vivimos una era en la que la cautela está proscrita.

Las organizaciones lucrativas y las que no lo son, buscan líderes que den grandes cambios y, si tropiezan, descubran qué salió mal y lo vuelvan a intentar.

Por eso, las empresas miran con reticencias las hojas de vida que muestran ascensos suves de éxitos constantes. Los tradicionalistas, mesurados y convencionales no son ideales en tiempos convulsos.

Hoy se imponen los líderes con decisión, arriesgados y de reacciones rápidas. Hoy se requieren buscadores innatos de oportunidades e innovación. Los llamados protectores de marca, los que siempre dicen “no”, en nuestra era están proscritos.

Cuando el mundo de los negocios era más estable y predecible, el enfoque conservador y de cautela funcionó. Hoy ya no es suficiente. Se requiere tomar decisiones, tener un punto de vista, actuar. La inmovilidad sólo implica quedar atrás rápidamente.

Necesitamos “coraje” para desafiar, innovar, emprender y actuar. Como siempre, las figuras no lucrativas son pioneras en esta tendencia que prevalecerá en todo tipo de industrias en los próximos años.

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FILANTROPÍA/ El reto de la cooperación mundial

Por Felipe Vega, fundador y director general de CECANI Latinoamérica, empresa de capacitación para las asociaciones civiles y otras figuras no lucrativas.

La cooperación mundial es fundamental para mejorar la vida de las personas. Para generarla existen cinco pilares o estructuras que inciden directamente en las empresas lucrativas y sociales. Conocerlas permitirá tomar mejores decisiones.

El pilar de comercio y capital. Se manifiesta a través de los flujos de comercio, capital y personas. Es prioritario, entonces, reconstruir las conexiones económicas necesarias para promover el crecimiento, fomentar la diversidad, proporcionar resiliencia y mejorar las economías nacionales.

El pilar de la innovación y tecnología. Examina los elementos de la cooperación mundial que aceleran la innovación y crean un progreso tecnológico beneficioso.

Los líderes empresariales mundiales tendrán que abordar dos áreas críticas de cooperación: la primera es comprometerse a una mayor colaboración transfronteriza a través de la investigación y el desarrollo fundacionales.

La segunda esfera es armonizar y simplificar la reglamentación mundial de las tecnologías de vanguardia como la IA.

El pilar 3 se refiere al clima y capital natural. Analiza el impacto de la cooperación en la reducción de las emisiones, la preservación del capital natural y la preparación para los posibles efectos del cambio climático.

Las acciones clave para los líderes incluyen acelerar la descarbonización de los activos y las cadenas de valor existentes, incluso mientras implementan soluciones positivas para la naturaleza. También asumir que la innovación y la reducción de los costos trabajan hacia nuevos negocios ecológicos y positivos para la naturaleza. En el cambio climático el sector financiero puede desempeñar un papel importante por el déficit de financiación acumulada de 41 billones de dólares hasta 2030.

El cuarto pilar es de salud y bienestar. Se centra en el impacto de la cooperación mundial para permitir que las personas de todo el mundo vivan más y mejor.

Las asociaciones internacionales desempeñarán un papel integral en la coordinación y profundización de la investigación básica sobre una variedad de condiciones de salud. Asimismo, se necesita una cooperación sostenida y continua para hacer frente a la proliferación de las drogas sintéticas en todo el mundo.

Dado el aumento generalizado de la población que envejece, es fundamental coordinar entre los sectores público y privado para encontrar enfoques que involucren y aumenten la participación de las poblaciones que envejecen, de modo que vivan no solo más tiempo, sino que tengan vidas más plenas.

El pilar 5: paz y seguridad. Examina el impacto de la cooperación mundial en la prevención y resolución de conflictos.

Dadas estas tendencias desafiantes, los sectores público y privado pueden concentrar sus energías en dos áreas importantes: apoyar a las poblaciones vulnerables y encontrar nuevos mecanismos de colaboración para responder al desafío cambiante de los ciberataques. Es evidente que hay muchas otras iniciativas que podrían mejorar la cooperación en materia de paz y seguridad. Estos son los más inmediatos y procesables para la mayoría de los líderes del sector privado.

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FILANTROPÍA/ La reputación se construye

Por Felipe Vega, fundador y director de CECANI Latinoamérica, empresa de capacitación de asociaciones civiles y otras figuras no lucrativas
La credibilidad empresarial importa hoy más que nunca. Y las Organizaciones NO Gubernamentales (ONG) tienen un rol esencial en la construcción de credibilidad empresarial. Son las aliadas perfectas.
Los líderes empresariales aseguran que, ante el ostensible deterioro de la credibilidad empresarial, será la acción, no el giro, lo que construya una sólida reputación corporativa.
Así, las organizaciones deben mejorar su capacidad de escucha para que sean suficientemente conscientes de los problemas que surgen, revitalizar su comprensión y sus relaciones con las partes interesadas fundamentales e ir más allá de las relaciones públicas tradicionales. Esto mediante la activación de una red de partidarios que puedan influir en los públicos clave.
Existen acciones cruciales:
Comprender a las partes interesadas y sus preocupaciones. En primer lugar, las empresas deben comprender profundamente los problemas de reputación que importan a sus grupos de interés y del grado en que sus productos, servicios, operaciones, cadenas de suministro y otras actividades afectan a esos problemas. Una empresa que intenta mejorar su reputación medioambiental, por ejemplo, necesita documentar, catalogar y evaluar sus esfuerzos de sostenibilidad y luego compararlos con los de sus competidores y los estándares de la industria.
Ahora, la reputación se basa en percepciones, por lo que el análisis de los problemas no es suficiente.
Las empresas también deben saber si cumplen con las expectativas de las partes interesadas clave, aquellas que están en la mejor posición para influir en las ventas y el crecimiento. Para identificar estos centros de influencia, las empresas deben lanzar una amplia red, escudriñar no solo a las partes interesadas tradicionales como consumidores, empleados, accionistas y reguladores, sino también a las indirectas, como las ONG y los medios de comunicación.
Las reputaciones se construyen sobre una base no solo de comunicaciones, sino también de hechos. Así, las partes interesadas pueden ver a través de las relaciones públicas que no están respaldadas por una actividad comercial real y consistente
El marketing formal y las relaciones públicas desempeñan un papel importante en la gestión de la reputación de una empresa, pero cuando responde a amenazas graves, debe utilizar muchos otros medios para difundir rápidamente mensajes positivos sobre sus actividades.
En general, los terceros creíbles que hablan en nombre de la empresa pueden aumentar su reputación de manera más efectiva que su propio departamento de relaciones públicas o marketing.
Aprovechar el apoyo de base existente, a través de blogs, calcomanías en los parachoques y sitios web interactivos, por ejemplo, es un método. Otra es que las personas de alto nivel refuercen los mensajes estratégicos clave. Las asociaciones entre la empresa y las ONG pueden ser importantes por su credibilidad. Una red de relaciones positivas con terceros creíbles como periodistas y ONG también puede ayudar a la empresa a dar a conocer su versión de los hechos.
Cada vez más, el diálogo bidireccional es fundamental.

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FILANTROPÍA/ Los emprendedores sociales

Por Felipe Vega, fundador y director general de CECANI Latinoamérica, empresa de divulgación y capacitación de asociaciones civiles y otras figuras no lucrativas

El perfil de los integrantes de una fundación, asociación civil o empresas con sentido social en general tienen estas características:

Soluciones Innovadoras. Suelen desarrollar nuevas soluciones creativas para abordar problemas sociales, piensan fuera de lo convencional y crean enfoques novedosos que generan un impacto social significativo.

Impulsados por la Misión. Están motivados principalmente por el deseo de ayudar a otros y mejorar el mundo, más que por obtener ganancias económicas.

Visionarios: Tienen una visión clara de lo que quieren lograr y del cambio que desean ver en el mundo.

Ingenio. A menudo trabajan con recursos limitados y son hábiles para aprovechar al máximo lo que tienen a su disposición.

Persistencia. Poseen un alto nivel de persistencia y determinación para superar los desafíos y obstáculos que enfrentan en su camino hacia el cambio social.

Liderazgo. Son líderes efectivos que inspiran a sus equipos, partes interesadas y a la comunidad en general para que apoyen su visión y misión.

Ética. Operan con un fuerte sentido de ética e integridad, priorizan el valor social sobre las ganancias económicas y toman decisiones que beneficien a la sociedad en su conjunto.

Tolerancia al riesgo: Están dispuestos a asumir riesgos calculados para alcanzar sus objetivos sociales. Saben que el cambio conlleva incertidumbre y desafíos.

Adaptabilidad. Tienen la capacidad de adaptarse a circunstancias cambiantes y ajustar sus estrategias para lograr su misión.

Empatía. Comprenden y se solidarizan con las personas a las que intentan ayudar, lo que guía su enfoque para resolver problemas sociales de manera efectiva y sensible.

Colaborativos. Reconocen la importancia de la colaboración y establecen asociaciones con otras organizaciones, comunidades y partes interesadas para maximizar su impacto.

Conciencia Financiera. Aunque su objetivo principal no es obtener ganancias, necesitan comprender conceptos financieros para garantizar la sostenibilidad y el impacto de su iniciativa.

Orientación al aprendizaje. Están abiertos a aprender y adquirir nuevos conocimientos y habilidades que los ayuden a alcanzar su misión social.

Alfabetización Digital. En el mundo interconectado de hoy, ser alfabetizado digitalmente es crucial para los emprendedores sociales, ya que les permite comunicarse, interactuar y medir el impacto de sus proyectos de manera más efectiva.

Automotivación. Dada la naturaleza desafiante del emprendimiento social, los individuos en este campo son altamente autónomos, con una motivación intrínseca que los mantiene enfocados en su misión incluso en ausencia de recompensas inmediatas.

 

 

 

 

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FILANTROPÍA/ Ayudas inusitadas

Por Felipe Vega, Fundador y director general de CECANI Latinoamérica, divulgadora y capacitadora de asociaciones civiles y otras figuras no lucrativas.

A menudo medimos el impacto de la filantropía corporativa sólo con el número de beneficiarios de un programa en particular. Sin embargo, también puede ayudar a las empresas a reducir el riesgo empresarial, abrir nuevos mercados, involucrar a los empleados, construir la marca, reducir costos, avanzar en la tecnología y ofrecer rendimientos competitivos.

La filantropía corporativa, la empresa social, suele percibirse como la responsabilidad social corporativa (RSC) integral u holística, en los que las empresas buscan “hacer el bien al hacer todo bien” e involucrar en sus beneficios a todas las partes interesadas.

Sin embargo, defino la filantropía corporativa como una fase de descubrimiento en la inversión en un tema social. Animo a las empresas a ver las inversiones filantrópicas como incubadoras de ideas prometedoras y como un mecanismo orgánico para comprender las necesidades tanto de la comunidad como de las empresas.

Al igual que la investigación y el desarrollo, la filantropía permite a las empresas realizar inversiones bien pensadas en sectores en los que el perfil de rentabilidad suele ser más especulativo.

La filantropía también puede ayudar a las empresas en el frente del desarrollo de los empleados.

En las empresas integrantes de Fortune 500, el 59 por ciento aumentó su filantropía en los últimos cinco años También descubrimos que las contribuciones en especie crecieron considerablemente en los últimos años. Como porcentaje del total de donaciones corporativas, las contribuciones no monetarias crecieron en conjunto del 57 por ciento en 2007 al 69 por ciento en 2012.

Por último, la educación se convirtió en el principal receptor de las donaciones programáticas. La empresa típica en nuestra encuesta asignó el 29 por ciento de su presupuesto de donaciones a escuelas K-12 e instituciones de educación superior.

En total, las empresas miembros de las Campañas para Eliminar la Pobreza Infantil (CECP) donaron más de 14 mil millones a causas benéficas el año pasado. Esto porque las empresas entienden que la filantropía es parte de una estrategia más amplia de recuperación económica, tanto para ellas como para las comunidades en las que invierten.

Por supuesto, la filantropía no es la única estrategia para que las empresas desempeñen un papel significativo en la ciudadanía corporativa. Los líderes empresariales deben utilizar todas las herramientas de su cartera de RSE para ayudar a crear valor económico que pueda ayudar a abordar los problemas sociales relevantes.

La filantropía, finalmente, es una excelente manera de aprender sobre las comunidades y sus necesidades. También para probar nuevas estrategias comerciales. La clave es aportar una buena visión empresarial y disciplina al proceso.

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FILANTROPÍA/ Oportunidades verdes

Por Felipe Vega, fundador y director general de CECANI Latinoamérica.
El cuidado medioambiental incrementa su importancia en las empresas y la sociedad civil organizada.
Las soluciones de tecnología climática como el acero ecológico, la eliminación de carbono de la atmósfera y nuevas formas de producir y almacenar energía renovable, por ejemplos, ofrecen crecimiento a escala masiva.
Pero a diferencia de las empresas de alta tecnología con pocos activos, las empresas de tecnología climática requieren inversiones sustanciales por adelantado y un tiempo considerable para crecer, lo que significa que no son aptas para el capital de riesgo tradicional o el capital privado.
Sin embargo, las empresas de tecnología climática también tienen ventajas sin precedentes y las soluciones ya funcionan. También representan un nicho importante para la filantropía, concretamente en divulgación y capacitación.
Actualmente se estima que hasta el 90 por ciento de las emisiones de referencia provocadas por el hombre para 2050 podrían reducirse con las tecnologías climáticas existentes. El diez por ciento del potencial de reducción proviene de tecnologías climáticas que ya están comercialmente maduras.
Sin embargo, aproximadamente el 45 por ciento de las reducciones requeridas provendrán de tecnologías emergentes que aún no se implementan a escala, como las turbinas eólicas flotantes y los combustibles electrónicos.
Si bien el conocimiento general del proceso de producción de combustibles sostenibles existe desde hace décadas, la producción se implementará a escala hasta el 2025. La divulgación sobre estos temas es un campo de acción muy importante para las Organizaciones No Gubernamentales, que deberán concientizar que los inversores en proyectos tradicionales, acostumbrados a niveles de deuda de alrededor del 80 por ciento, pueden rehuir estas inversiones a largo plazo, dado que proyectos como la energía solar y eólica ya ofrecen un flujo de ingresos constante.
Por otra parte, algunas tecnologías climáticas intensivas en capital carecen de modelos comerciales probados. Esto abre otros campos de acción a las sociedades filantrópicas y otras figuras no lucrativas en el campo de la investigación y generación de alianzas estratégicas que permitan un modelo comercial sostenible.
Además, existe un amplio campo en la educación empresarial, pues el punto de equilibrio no está a la vista de inmediato, lo que puede generar discusiones sobre financiación. Por ejemplo, el tiempo promedio de la Serie A a la Serie D para los mercados digitales es de tres años. En cambio, las tecnologías climáticas basadas en los conocimientos actuales tardarán unos siete años en alcanzar su escala.
Las soluciones intensivas en capital son soluciones reales, no teóricas; La mayoría de las tecnologías necesarias para alcanzar las cero emisiones netas ya están maduras. Existen algunos riesgos tecnológicos, por supuesto, pero hacer que estos desafíos sean transparentes es en realidad un paso positivo para disipar las preocupaciones de los inversores.
Si bien la tecnología climática ahora enfrenta desafíos más pronunciados que la alta tecnología, en particular las cantidades de capital necesarias y el horizonte más largo para lograr escala, también disfruta el tremendo impulso regulatorio para la sostenibilidad. Eso puede marcar la diferencia a la hora de acceder a grandes cantidades de capital.