Delitos forenses son actividades ilegales que afectan a la integridad financiera de las organizaciones. Los delitos traen consecuencias a las organizaciones
En el entorno empresarial actual, donde la transparencia y el cumplimiento normativo son más cruciales que nunca, los delitos forenses se han convertido en una amenaza silenciosa pero devastadora para organizaciones de todos los tamaños. 

«Los delitos forenses, en el ámbito contable y financiero, hacen referencia a actividades ilegales que afectan la integridad financiera de las organizaciones. Estos delitos, muchas veces ocultos tras complejos entramados contables, son detectados y analizados mediante la contabilidad forense, una disciplina especializada que combina conocimientos contables, legales y de auditoría para investigar fraudes y otras irregularidades», asegura Juan Pacheco, Socio en De la Paz, Costemalle DFK. 

En De la Paz, Costemalle DFK, los especialistas han identificado que los delitos forenses más frecuentes en las organizaciones mexicanas son: 

Fraude contable, que se refiere a la alteración de registros financieros para beneficiar a directivos o accionistas. 
Malversación de fondos que establece el uso indebido de los recursos de la empresa por parte de empleados o ejecutivos. 
Corrupción y sobornos, son prácticas ilícitas para obtener contratos, licencias o favores dentro del sector público o privado. 
Lavado de dinero por medio del uso de estructuras empresariales para ocultar el origen ilícito de recursos financieros. 
Falsificación de documentos cuando manipulación o creación de documentos financieros para obtener beneficios o encubrir irregularidades. 

Es importante saber las consecuencias que cada decisión tendrá para la organización, estas pueden ser positivas o negativas. Algunas consecuencias del lavado de dinero son:  

Sanciones económicas a la empresa o sus ejecutivos. 
Responsabilidad penal. 
Costos legales y regulatorios. 
Daño en su reputación. 
Pérdida de confianza de clientes, socios, inversionistas y el mercado. 
Suspensión o inhabilitación temporal o definitiva. 
Restricciones para participar en contratos con gobiernos u otros proyectos. 
Acciones civiles derivadas. 
Gastos de remediación o reprocesamiento. 
Mayor escrutinio de auditores y reguladores, inclusive imposición de monitores externos 
Reducción de valor de mercado  

 

En De La Paz, Costemalle DFK asesoran a las empresas e inversionistas sobre ¿Cómo prevenir los delitos económicos en las empresas? 

Fortalecimiento del gobierno corporativo 
Promoción de una cultura organizacional ética 
Controles internos robustos 
Auditorías internas y revisiones transaccionales periódicas 
Canales de denuncia anónima 
Monitoreo y análisis de datos 
Capacitación continua a empleados y terceras partes 
Evaluación periódica de riesgos 
Revisión y actualización continua de controles 
Reacción firme ante incidentes internos 
Revisión de antecedentes de socios de negocios 
Documentación en políticas escritas claras y aplicables  

Los delitos forenses no solo representan pérdidas económicas directas, sino que también afectan gravemente la reputación corporativa, reducen la confianza de inversionistas y clientes, y pueden derivar en sanciones legales severas. Además, generan entornos laborales tóxicos y reducen la competitividad a largo plazo. 

Según el estudio de KPMG México, en 2024, el 45% de las empresas en México indicaron haber sufrido el intento o la materialización de un fraude, con un impacto financiero superior a MXN 1,000,000 en el 24% de los casos. KPMG 

Por otro lado, el estudio de LexisNexis Risk Solutions reveló que el 54% de las empresas mexicanas reportaron un aumento en el fraude en los 12 meses anteriores a la encuesta, con un costo promedio de 4.08 veces el valor nominal de la transacción por cada peso perdido por fraude. 

En De la Paz, Costemalle DFK están comprometidos con la prevención, detección y corrección de delitos financieros mediante herramientas de contabilidad forense, auditoría especializada y asesoría legal. Con un equipo multidisciplinario trabajan de la mano con las empresas para construir estructuras de control interno efectivas y fomentar una cultura organizacional basada en la ética y la rendición de cuentas.