La inflación se mantuvo estable en septiembre en Estados Unidos, en 6.2% a un año y 0.3% a un mes, según el índice PCE, el indicador de inflación preferido por la Fed y publicado el viernes por el Departamento de Comercio.

Esto está en línea con las expectativas de los analistas.

Los ingresos de los hogares también aumentaron un 0.4% en septiembre, como en agosto y como se esperaba, y sus gastos también se mantuvieron estables, a +0.6%, un aumento sin embargo algo más fuerte de lo previsto.

Estas cifras llegan dos semanas después de la publicación de otro indicador de la inflación, el índice CPI, referencia en particular para la indexación de las pensiones.

Los datos de septiembre, publicados a mediados de octubre, habían mostrado una muy tímida desaceleración en un año (8.2% frente al 8.3% del mes anterior), e incluso una nueva aceleración en un mes, a 0.4%.

El índice de inflación PCE es el que tiene en cuenta la Fed (Reserva Federal, banco central), que pretende reducir esta subida de precios al 2%.

La inflación reduce considerablemente el poder adquisitivo de los hogares y es la prioridad económica de los líderes políticos.

Es la Fed la que está tomando medidas para frenar este aumento de los precios, y esto requiere una desaceleración de la actividad económica.

Para ello, el banco central sube su tasa de referencia, lo que eleva los tipos de interés de los préstamos para particulares y empresas.

Se espera que la Fed decida, en su próxima reunión del martes y miércoles, sobre un aumento adicional.