Australia clasificó el viernes oficialmente a los koalas como una especie “en peligro” en gran parte de su costa oriental tras sufrir las consecuencias de los fuegos forestales, la deforestación, la sequía y las enfermedades.

Las organizaciones de conservación alertan de que la población de estos marsupiales se hundió en gran parte del este de Australia en las últimas dos décadas y advierten de que pueden estar precipitándose hacia la extinción.

La ministra de Medio Ambiente, Sussan Ley, dijo que habían clasificado a estos animales “en peligro” para ofrecerles un mayor nivel de protección en los estados de Nueva Gales del Sur, Queensland y Territorio de la Capital Australiana.

“Estamos tomando acciones sin precedentes para proteger al koala“, añadió, recordando la reciente promesa del gobierno de destinar 50 millones de dólares australianos (más de 35 millones de dólares estadounidenses) para su preservación.

El koala, un símbolo reconocido internacionalmente de la fauna única de Australia, fue clasificado como “vulnerable” en la costa este hace una década.

Los koalas han pasado de ser “vulnerables a estar en peligro de extinción en el espacio de una década. Se trata de un descenso sorprendentemente rápido”, lamentó Stuart Blanch, especialista de conservación para WWF-Australia.

“La decisión de hoy es bienvenida pero no impedirá que los koalas vayan cayendo hacia la extinción a no ser que esté acompañada de leyes más fuertes e incentivos para proteger los bosques”, añadió.

El comité científico para especies amenazadas, una agencia gubernamental independiente, estima que la población de koalas cayó de 185.000 a 92.000 entre 2001 y 2021.

“Símbolo nacional”

Para Alexia Wellbelove, de la Humane Society International, los koalas de la costa este podrían desaparecer de aquí a 2050 si no se hace nada.

“No podemos permitirnos más tala de bosques”, asegura.

Los estudios de la Fundación Australiana para la Conservación muestran que el gobierno federal aprobó la tala de más de 25,000 hectáreas de hábitat del koala desde que la especie fue declarada vulnerable.

“Las leyes australianas sobre el medioambiente son tan ineficaces que no lograron detener la destrucción continua del hábitat de los koalas en Queensland y en Nueva Gales del Sur desde hace diez años, cuando se suponía que la especie ya estaba protegida”, denunció Basha Stasak, una responsable de la fundación.

“Debemos dejar de permitir que sus hábitats sean arrasados para la minería, proyectos inmobiliarios o agrícolas y la tala industrial”, agregó.

Antes de los devastadores incendios que asolaron al país entre 2019 y 2020, los koalas ya estaban amenazados por la tala de árboles, la sequía, las enfermedades, los choques con coches y los ataques de perros, explicó Josey Sharrad, directiva del Fondo Internacional para el Bienestar Animal.

“Nunca deberíamos haber dejado que las cosas lleguen a un punto en el cual nos arriesgamos a perder un símbolo nacional”, lamentó.

Según ella, “los incendios forestales fueron la gota que colmó el vaso. Esto debería ser un llamado de atención para actuar más rápido y proteger los hábitats esenciales frente al desarrollo y la tala y para que se tomen en serio la lucha contra los efectos del cambio climático”.

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